29: Pretending

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Harry terminó de hablar, para este momento Hermione sentía que hiperventilaba; además estaba ese extraño escozor en sus pupilas marrones, como si repentinamente tuviera enormes deseos de llorar pero sus ojos estuvieran rehusándose a dejar a las lá...

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Harry terminó de hablar, para este momento Hermione sentía que hiperventilaba; además estaba ese extraño escozor en sus pupilas marrones, como si repentinamente tuviera enormes deseos de llorar pero sus ojos estuvieran rehusándose a dejar a las lágrimas brotar. Balbuceó, tratando de dar una respuesta a las palabras que él acababa de decirle, sin embargo ni siquiera podía asimilarlas del todo… Sus pensamientos se habían convertido en un caos total, al igual que sus emociones; e incluso sus propias reacciones estaban involucradas… De lo único que tal vez era consciente era de que los ojos de Harry estaban fijos en los de ella…

Inhaló aire con profundidad, intentando recobrar el control de sí, movió los labios nuevamente tratando de decirle algo, pero antes de que pudiera pronunciar palabra alguna se vio sorprendida por unos fuertes brazos que se deslizaron suavemente por su cintura y la abrazaron firmemente; haciéndola perder el aliento una vez más…

- ¡Ya te extrañaba, mi fresita! - susurró en su oído Draco, luego deslizó sus labios y le dio una pequeña y traviesa mordida en el borde de su mejilla derecha. Hermione se estremeció, aquel gesto era un acostumbrado juego entre los dos, sin embargo inexplicablemente le había desagradado en esta ocasión.

- ¡Buenas tardes, Potter! - saludó el rubio, como si apenas reparara en que Harry estaba justo frente a ellos; no obstante su sonrisa de suficiencia dejaba claro que no era así. El ojiverde se había quedado paralizado, sintiendo un maldito Déjà vu de la mañana anterior.

- O mejor dicho… ¡Buenas noches! - corrigió sarcástico Draco; observando que el cielo era una mezcla de colores rojizos, violetas y azules. Hermione pegó un respingo, pero Harry entornó sus ojos peligrosamente como respuesta; Draco en cambio fingió pasar desapercibidas estas reacciones.

- Agradezco que te hayas tomado la molestia de acompañarlas hasta acá… ¡Estas mujeres son mi vida! - exclamó a continuación el rubio, esta vez recargando su barbilla sobre el hombro de Hermione, a quien continuaba manteniendo abrazada. Harry lo miró con profundo rencor, también para él London y Hermione eran su vida.

- ¡Tuve un día muy intranquilo por no poder estar con ellas! - añadió con tono de sufrimiento Draco. Los ojos esmeraldas lo estaban fulminando; Hermione desde hacía rato se mordía el labio inferior con bastante fuerza, tanta que en ese momento percibió en su boca el sabor salado-dulzón de la sangre.

- Bueno, Potter… - comenzó el rubio, de un modo como si indicara que estaba despidiéndolo; su tono había sido aparentemente cortés y sin embargo había arrastrado de sobremanera las palabras.

- Nos vemos mañana, Harry… London estará lista a las nueve - intervino apurada Hermione, deshaciéndose rápidamente de los brazos de Draco y caminando hacia la puerta de la casa.

La Sangre Que Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora