5: Pero No

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Pero No

Sigo pensando en ti...

*****

Yo soñé que te olvidé

Porque al fin no te lloraba

Yo creí que escaparía de tu piel.

Yo logré más de una vez

Olvidarte por un tiempo

Y sentí que a poco a poco me curé.

Luché con el alma y con el corazón

Di mi sentimiento y mi emoción

Todo lo que soy para olvidarte.

Pero no, sigo pensando en ti

Por más que intente no consigo

Dormir de noche sin tu abrigo.

Pero no...

Sigues estando aquí

En lo más hondo de mi vida

Sin hallar una salida.

Sigo aquí, sin ti.

Yo sentí que naufragué

Cuando me dejaste solo

Pero pude mantener viva mi fe.

Aún sin ti yo imaginé

Que algo bueno me esperaba

Y busqué la forma de ir dejándote.

Luché con el alma y con el corazón

Di mi sentimiento y mi emoción

Todo lo que soy para olvidarte.

*****Sin Bandera

Harry después de su "conversación" con la rubia cruzó furioso el pasillo hasta su habitación, que era la de enfrente del joven matrimonio Weasley. Entró azotando la puerta, tan fuerte que ésta crujió como si la madera se estrellara, dio un golpe a puño cerrado sobre la pared sin importarle el dolor que sintió en los nudillos, y se retiró bruscamente el cabello de la cara que se atravesó mientras se recargaba en esa pared; sus ojos esmeraldas tenían un gélido brillo de rencor... Luna siempre lo había exasperado, pero esto no se lo perdonaría nunca, era la segunda vez que le ocultaba el paradero de Hermione.

— ¡Por su maldita culpa! —gritó apretando los dientes, recargándose y resbalando por la pared se dejó caer sentado en el suelo.

No, si es tan cómodo eso de echarle la culpa a alguien más para sentirse mejor con uno —intervino una voz que extrañamente hace tanto no escuchaba, o mejor dicho, con el paso del tiempo había aprendido a ignorar.

— Otra vez tú —resopló él con fastidio.

Sí, aunque lo digas de esa forma... Otra vez yo —rebatió la voz.

— ¡Es la verdad, es su culpa! Ella sabía todo y aun así se regocijó con mi sufrimiento, y cínicamente me lo restregó en la cara —estalló, sus ojos verdes refulgían a causa de la ira y las lágrimas que estaban acumulándose rápidamente.

¡Qué esperabas! ¿Que Luna corriera a decírtelo? —ironizó la voz.

— No, sería lo último que esperaría que ella hiciera por mí. Porque siempre ha creído que yo no la merezco... Siempre con su actitud de pensar que soy indigno de Hermione —rió cáustico y dio un nuevo golpe, esta vez sobre el piso el cual pese a estar alfombrado le causó más daño sobre el nudillo de por sí ya lastimado, él de nuevo ignoró el dolor.

La Sangre Que Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora