41: War of Hearts

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Ven a mí en las horas de la noche
Te esperaré...
No puedo dormir
Porque los pensamientos me devoran
Tus pensamientos me consumen.
No puedo evitar amarte
Incluso si lo intentara
No puedo dejar de quererte
que moriría sin ti.
Quédate conmigo un poco más
Te esperaré.
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Ruelle

Pansy regresó al departamento donde vivía... Tan aturdida que no se dio cuenta que temblaba hasta que Theodore la abrazó. Su mejor amigo la estaba esperando, había aguardado en la sala con la vista clavada en el reloj que se encontraba en la pared, arriba de la chimenea; las horas le habían parecido una eternidad desde que ella se marchó por la tarde al hotel que sabían era el refugio de Draco Malfoy.

- Pansy, no estás bien -aseveró Theo, frotándole enérgicamente la espalda, como si tratara de brindarle calor; pero la verdad era que no temblaba de frío sino de nervios por su reciente encuentro con Draco.

- Te dije que no fueras sola -añadió, besándola en el oído.

- Tenía que ser así... -pronunció finalmente Pansy, regresando a verlo, porque sus ojos avellanas habían estado clavados en el crepitante fuego los últimos minutos. - Él prometió decirle la verdad a París... Pronto mi hija estará conmigo -expuso comenzando a llorar, y es que lo que acababa de vivir la había agotado emocionalmente.

Theodore dejó de abrazarla para sostenerla por el rostro. - Yo no confío en Draco. Deberíamos ir ahora mismo por París, y llevárnosla lejos. Antes de que él intente hacer lo mismo... ¡Y los dos sabemos bien que lo hará!

- Theo yo no quiero que París me tenga miedo... Peor aún, que me odie porque no entienda porqué tiene que estar conmigo -exclamó soltando un sollozo Pansy.

Theodore negó, pero entonces la volvió a atraer hacia él, recargándola en su pecho, abrazándola con fuerza.

- Draco sabe que si no le revela pronto a París que soy su verdadera madre... Yo buscaré a Granger y le contaré todo. Incluso su romance con la pequeña comadreja -le explicó Pansy, su voz sonó amortiguada por estar recargada en el pecho de su amigo.

Theodore la separó para verla a los ojos, su expresión era contrariada.

Pansy insistió con su mirada llena de determinación y a la vez súplica, sus ojos continuaban cristalinos pero las lágrimas habían dejado de brotar. - Por favor Theo, te pido que sólo le des una oportunidad a mi hija de enterarse de la verdad con el menor daño posible.

- ¿Crees que Draco no le dará su versión? ¿En serio piensas que no la pondrá en tu contra? -dijo con aprensión Theodore.

- No... No me digas eso... Draco no puede causarle tanto dolor a París -negó Pansy, apartándose bruscamente de su amigo; el tiempo de tregua que el llanto le dio amenazaba con terminar.

- ¡¿Por qué sigues confiando en él?! -protestó indignado Theodore.

- ¡No lo hago! Sé perfectamente quién es Draco Malfoy. Y tú mejor que nadie sabe cuánto lo odio. Pero a pesar de que lo deteste con toda el alma, él realmente ama a nuestra hija... Y...-exclamó Pansy, nuevamente las lágrimas resbalaron por sus mejillas.

- Él nunca ha cumplido sus promesas -Theo se acercó a ella. - Pero yo sí... Y sea como sea tendrás a París contigo antes de que finalice el año -resolvió Theodore, limpiándole el llanto. Pansy asintió, y trató de brindarle una sonrisa.

La Sangre Que Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora