43: ¿Puedes escuchar mi tardía confesión?

270 12 4
                                    

Yo te amo

Sin siquiera ser capaz de decírtelo

Sólo te dejé ir.

Lo siento, lo siento

¿Escuchas mis palabras?

¿Mi tardía confesión la puedes escuchar?

Te Amo
**********************
*********************
Jung Yong Hwa

- Espero que en lo que regresamos, Hermione y tú se comporten como los buenos amigos que dicen que son... Aunque ustedes siempre se han sabido comportar -añadió con una sonrisa burlona Ron.

En la mente de Harry las palabras que su amigo le acababa de decir continuaron resonando, mientras su mirada seguía fulminándolo hasta que desapareció por el pasillo.

De pronto se sobresaltó recordando que Hermione no debía tardar en llegar, revisó el reloj en su muñeca, faltaban sólo 15 minutos para que fueran las 10, la hora que habían acordado; y sabía de sobra que ella era muy puntual.

Se apresuró a cambiarse el pantalón deportivo por uno de mezclilla, además reemplazó la camiseta del pijama que traía puesta por una camisa azul marino y un jersey verde olivo. Se echó una última mirada en el espejo tratando de peinar su cabello, como era de esperar sin éxito.

Sufrió un nuevo sobresalto al escuchar sonar el timbre. Mientras se dirigía a abrir percibió que su corazón le latía de una forma diferente, no continuaba acelerado por el sobresalto sino era como una snitch en pleno vuelo; en cuanto giró la manija también se percató que las manos le sudaban y que la piel se le había puesto helada. - ¡Genial! -pensó sarcástico el ojiverde. ¡Por qué rayos se sentía tan ansioso!

Cuando la puerta se abrió, sorpresivamente para Hermione, ella dejó de morderse el labio inferior para tratar de sonreír como saludo, pero sólo consiguió una mueca torpe.

- ¡Hola, Harry! -balbuceó la castaña para intentar remediarlo, sin embargo su trastabillado comentario no había sido mejor. Sintió cómo el calor se extendió por su rostro, y estuvo segura que el ojiverde notó su sonrojo.

Harry parpadeó, y sonrió contrariado.

Hermione entraba, pero en cuanto Harry cerró la puerta tras de sí ella se estremeció a pesar de llevar un abrigador suéter beige. Eran pocas las veces que había estado en el departamento del ojiverde, y aún más a solas con él; ni pensar en la última vez y lo que había sucedido. La castaña sacudió su cabeza para alejar el recuerdo.

- London no está -mencionó Harry. Hermione se sobresaltó un poco por la sorpresa de oír su voz cuando estaba tan absorta en sus pensamientos, pero agradeció que el ojiverde rompiera el silencio que se había producido.

- Ron vino a invitarla... Él y Luna van a comprar cosas para el nuevo bebé que van a tener. Espero que no te moleste que le haya dado permiso de ir -continuó Harry.

- No-negó Hermione, mientras se sentaba en el sofá. Casi al mismo tiempo que él se sentaba en el sillón que se encontraba frente a ella.

Entonces sus miradas se encontraron, y esta vez quien se alarmó fue Harry, porque se había quedado sin palabras. Afortunadamente Hermione comenzó a hablar en ese momento.

La Sangre Que Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora