40: Rolling In The Deep

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Hay una llama encendiéndose en mi corazón
Está alcanzando una fiebre extrema y me está sacando de la oscuridad.
Finalmente puedo verte con claridad
Continúa, traicióname, y sacaré a la luz tus trapos sucios.
Mira cómo me voy con cada pedazo de ti
No subestimes las cosas que haré.
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Adele

- ¡Joyeux Noël, ma beau bebe! -musitó Pansy, el cristal de la ventana se empañó con su resuello. Llevaba sentada en el alfeizar mucho rato, se preguntaba si la lechuza que había enviado con el obsequio de París ya había llegado a ella.

Hasta el piso donde se encontraba la habitación en la que estaba hospedada, llegaban las risas de la gente que en la ciudad festejaba la Noche Buena, el sonido de los villancicos; e incluso podía percibirse aquella atmósfera de paz que reinaba en el ambiente... Y que años atrás a ella sólo le causaba tristeza, pero ahora le provocaba una sensación de esperanza, porque estaba segura que su hija muy pronto volvería a sus brazos. No importaba lo que Draco Malfoy tratara de hacer para evitarlo.

Aún le hacía sentir satisfacción recordar la reacción del rubio al verla en el teatro del colegio, aunque no había estado en su plan que él la descubriera aquel día; por algo se había negado a salir al escenario al finalizar el festival de invierno, pese a que su jefa insistió en que debía recibir el reconocimiento y los aplausos por haber hecho tan estupendo trabajo con las canciones navideñas y las coreografías. Sin embargo París la había ido a buscar justo cuando continuaba la discusión con la directora del colegio. Y repentinamente ahí estaba él, el hombre que desde que eran niños la había hecho sentir poca cosa; pero eso poco importaba al lado de todo el dolor que le causó al arrebatarle lo que más amaba en la vida: Su hija.

Por primera vez pudo ver miedo en aquellos ojos grises, un miedo ocasionado por ella. Y sabía que Draco leyó en los suyos que estaba ahí para cobrarle cada una de sus lágrimas derramadas por la ausencia de París, para recuperarla a ella y a sus derechos como su madre. Fue maravilloso el sentimiento de triunfo cuando lo vio huir con una expresión de pánico, lo conocía a la perfección, él no podría lidiar con lo que estaba pasando y comenzaría a cometer errores en medio de su desesperación.

Pansy salió de su ensimismamiento cuando escuchó el portazo al otro lado del pasillo. Sí, ahí estaba la primera prueba... Sólo había sido cuestión de que París recibiera el regalo y Draco se diera cuenta quién lo había enviado, para que saliera nuevamente huyendo. Era imposible que no reconociera aquel camafeo, si él mismo se lo había obsequiado en su cumpleaños 16; cuando ella ilusamente creyó que le estaba pidiendo ser su novia. Soltó una risota irónica: ¡Qué estúpida! Draco Malfoy nunca se lo propuso.

Eso ya no tenía relevancia, lo importante era que finalmente había llegado el momento que ella tanto ansió desde hacía más de cinco años.

Draco entró azotando la puerta de su habitación... Por fin estaba en su lugar seguro. Aquella habitación de hotel que era su cómplice y su refugio desde hacía un par de semanas.

Se desabotonaba la camisa a la altura del cuello y trataba de normalizar su respiración, desde que había salido de La Madriguera sentía que le faltaba el aire. Se sirvió whisky del mini bar y lo bebió con tal rapidez que se derramó un poco en el abrigo que usaba, bruscamente se lo quitó; luego se dejó caer sobre el sofá clavando sus ojos en el techo, como mirando al vacío...

Los últimos seis días se la había pasado paranoico, pensando que en cualquier momento Pansy podía llevarse a París. Pero eso no era posible, ya que su hija tenía vigilancia las 24 horas del día; Nymphadora era su principal Guardián, desde que él le pidiera que a Tracey y a Theodore les diera la menor responsabilidad de la niña. Aquella ocasión le había contado a su prima que Tracey le desagradaba y no podía confiar en ella; a pesar que había sido la mejor amiga de Pansy, y precisamente por eso a él lo detestaba. Nymphadora no había puesto objeción a sus argumentos y le concedió el cambio.

La Sangre Que Nos UneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora