Porsche se encontraba dando vueltas por toda la casa como loco algo que estaba mareando a Kinn.
—Tranquilizate un poco— decía mientras bajaba el periódico que estaba leyendo.
—No puedo tranquilizarme, hace una semana que no se nada de Porchay y eso me preocupa, no me atiende las llamadas ni responde los mensajes.
Porsche se frotaba el rostro con furia.
—Ire a casa, debe de estar ahí— seguido agarro su chaqueta para después agarrar las llaves del auto— No me esperes tardaré.
Kinn solo rodó los ojos antes de levantarse para detener a su pareja.
—Alto— Porsche paro en seco— No irás a ningún lado.
El moreno se volteo rápidamente a dónde estaba Kinn para verlo con enojo.
—¿Porqué? Es mi hermano quiero saber si está bien.
—Lo se pero le prometiste a Chay que no irías a verlo a menos que el te lo pidiera.
—Lo sé — dijo con fastidio para tirarse al sofá— Pero me preocupa que no se nada de él.
Kinn volvió a tomar asiento pero ahora a un lado de su pareja para pasar un brazo por su hombro, atrayendo en un abrazo.
—Lo se cariño pero debemos respetar las decisiones que tomo tu hermano— Kinn volteo a Porsche para que lo mirara de frente— Es joven, déjalo disfrutar la vida.
Porsche asintió correspondiendo el abrazo de Kinn estaban muy metidos en su burbuja sin prestarle tanta atención a la persona que estaba escuchando todo.
—¡¿Perdiste a Macau?!— Pete estaba sumamente furioso.
—No lo perdí solo no se dónde ha estado toda esta semana.
Pete había llegado a la casa de la familia menor como visita improvisada sin darle tiempo a Vegas para inventar una excusa del paradero de su hermano menor.
—¡Es lo mismo!— si Pete no fuera tan noble, Vegas estaría en serios problemas— Es un adolescente que aún debes de cuidar, bastardo.
—¡No tienes el derecho de decirme así!— Vegas se estaba enojando.
—Tengo el derecho de decirte así y más, espero que cuando regrese de nuevo tengas a Macau aquí.
Sin más Pete se fue de esa casa, echando humo por todos lados, no creía que la irresponsabilidad de Vegas llegarían al grado de perder al menor y Vegas realmente no sabia donde estaba su hermano.
—Wow pero mira esos músculos— Mine tocaba el brazo de Chay sin descaro alguno.
—Estas exagerando— decía Chay mientras quitaba a Mine de encima— Apenas tengo una semana en esto.
Mine quedó sorprendido a pesar de que su amigo solo llevará una semana de entrenamiento en verdad se veían los cambios, sus músculos estaban más fornidos, había visto que su cintura se hacía cada vez más estrecha y su espalda definitivamente se había vuelto la debilidad de Mine, en buen sentido.
—No pareciera que llevas solo una semana— Mine estaba casi babeando— Macau en verdad es un gran entrenador, debería de darme clases.
Porchay río ante el comentario de su amigo, justamente el timbre que anunciaba el fin de las clases por esa semana estaba tocando.
—Bueno amigo mio— Mine poso una mano en el hombro de Chay— Te dejo, espero que entrenes duro hoy y me cuentes el lunes.
Porchay asintió a la petición de su amigo para después despedirse de él. Iba caminando tranquilamente por los pasillos, había quedado con Macau en esperarlo enfrente de su auto para así poder llegar más rápido a aquella casa que se había vuelto su segundo hogar.
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Fuego | MacaoChay
FanfictionDespués del primer romance fallido de Porchay, este cambia radicalmente a un grado en el que no quedó nada de lo que era antes pero alguien lo observa y planeaba adueñarse de él.