8

1.2K 167 16
                                    

—¡¿Pero que te paso?!— Mine estaba sumamente sorprendido.

—Otro pequeño cambio, supongo.

—No puede ser esto cierto— Mine daba vueltas alrededor de Porchay— Tu hermano se va a infartar cuando te vea.

Porchay otra vez había cambiado su color de cabello a unos mechones color rojo con mullet incluído además de que se había perforado las orejas y el imágen que llevaba era sumamente superior.

—¿Todo esto fue obra de Macau cierto?

—El me acompaño, se quedó conmigo todo el fin de semana...— Mine interrumpió a Chay.

—Espera ¿Se quedó en tu casa todo el fin de semana?

Porchay asintió gustoso pero su expresión cambio cuando vio la cara de su amigo.

—No te imagines cosas que no son-Chay golpeó a Mine en un brazo— No paso nada, maldito pervertido.

—Yo no dije nada— alzó las manos riendo.

—Pero lo pensaste.

Mine solo río para después agarrar a su amigo y arrastrarlo adentro de la escuela. Lo más temido por Chay se estaba volviendo realidad, todos se le estaban quedando viendo desde los de primer año hasta los de último, los murmullos no se hicieron esperar.

"Pero mira que guapo está"

"Dios mío ¿desde cuándo se volvió tan atractivo?"

"Si no fuera dos años menor que yo lo invitaría a salir"

"Wow mira su apariencia me gusta"

Todos esos comentarios estaban llegando a oídos de Chay que no hacían más que ponerlo nervioso, su mirada se encontraba en el piso no quería enfrentar a todos los ojos que lo estaban viendo hasta que sintio una mano en su hombro.

—Tranquilo, no es tu culpa ser extremadamente guapo— era Macau.

Por primera vez desde que había cruzado la puerta de la escuela levanto la mirada viendo esos ojos que ya tanto conoce, una sonrisa dibujo su rostro.

—Gracias por el halago es solo que bueno no estoy acostumbrado a todo esto— decía con un poco de pena.

—Pronto te acostumbras.

Macau y Porchay se encontraban viéndose fijamente con una sonrisa solo eran ellos dos en ese momento hasta que a Mine le pareció buena idea sacarlos de su burbuja.

—Tu debes ser Macau— hablo Mine poniendose en medio de ellos— Wow es un placer tener a una celebridad aquí.

Macau vio a Mine apartandolo un poco de Chay para después hablar.

—Y tu debes de ser Mine el chico que jamás se separa de Porchay.

Mine lo miro confundido.

—¿Lo tomo como halago o como insulto?

—Tomalo como quieras ahora vayan los dos a clases y a ti— apunto hacia Chay— Te espero en la salida ¿Entendido?

Porchay asintió ante la petición de Macau, yendo a clase junto con Mine. Dejando sorprendidos a los dos jóvenes.

Las clases y la mañana transcurrieron con normalidad sin contar que en la hora del almuerzo estaban todos murmurando sobre la nueva apariencia de Chay haciendo sentir un tanto incómodo.

—Bien me despido ya que ya llegó tu perro guardián— decía Mine mientras apuntaba a Macau— Si te secuestra no dudes en llamarme.

Porchay le dio un golpe en la cabeza.

—Idiota si me secuestra no tendré comunicación con nadie— Mine asintió ante la lógica de Chay— Nos vemos mañana.

Ambos jóvenes se despidieron, Porchay llego hasta donde estaba Macau.

—¿No te cansas de tenerlo pegado todo el día?— se refería a Mine.

—No, es como tenerte a ti.

—¿A mí?— Porchay asintió— ¿Porqué?

— A ti también te tengo todas las tardes pegado a mi y ni hablar del fin de semana.

—Yo soy mejor que ese— Macau le abrió la puerta de copiloto— Sube.

Porchay río ante la actitud que estaba tomando subiéndose así al auto para emprender viaje a un lugar que ya conocía de pies a cabeza. Estaba muy equivocado no estaban yendo hacia aquella casa que ya conocía, el camino era diferente.

—¿A dónde vamos?— pregunto Porchay un tanto desconcertado.

—¿Desde cuándo no hablas con tu hermano?— evadió la pregunta de Porchay.

—Uhm no lo se desde hace un mes creo o menos no llevo la cuenta— Macau solo negó— ¿Pero que tiene que ver todo eso con mi hermano?

Macau vio de reojo a Porchay que no apartaba la vista de él.

—¿No quieres verlo?— volvió a preguntar.

—Por supuesto que sí— Porchay suspiro para acomodarse en el asiento— Pero no lo quiero ver hasta que esté renovado.

—Yo te veo muy renovado— dijo Macau.

—Podía ser de apariencia pero no de habilidades, quiero mejorar.

—Todo este tiempo hemos estado perfeccionando tus habilidades y para ser sincero están perfectas.

—Por supuesto que no— Porchay resoplo con fastidio— Aún no se manejar armas.

Macau lo vio fijamente haciendo que Chay volteara ante la intensa mirada de su acompañante.

—¿Porque querrías saber manejar armas?— Macau estaba interesado.

Porchay dudo un poco al contestar no le iba a decir que su hermano era novio de uno de los líderes de la mafia más poderoso de Tailandia, si le decía eso podría que Macau se alejara de él y le dejara de hablar y no quería eso.

—Bueno mi hermano es guardaespaldas de alguien importante y maneja armas ya sabes por el trabajo— no era del todo mentira— Me gustaría aprender yo también ya que se me hace interesante pero mi hermano no quería que aprendiera decía que soy muy chico para eso.

Macau río ante la gran mentira no tan mentira que Porchay le estaba diciendo, pobre alma ingenua.

—Eso lo llevas en la sangre— dijo Macau haciendo que Porchay lo mirara confundido— El manejo de armas y la habilidad de pelear lo llevas en la sangre, solo confía en ti mismo.

—Claro que no.

—Porchay— Macau detuvo el auto para poder ver mejor a su compañero— Cuando empezamos las clases de pelea me derrumbaste al segundo, la primera, segunda, tercera y cuarta vez que pelamos me venciste y no soy alguien fácil de derrumbar.

Porchay lo seguía viendo con un brillo en los ojos.

—Es solo que confíes en ti mismo, si eso me hiciste en una pelea no puedo imaginar con un arma, me matas al instante.

Porchay río al comentario que Macau hizo.

—Si te reconforta después de esto podría enseñarte a manejarlas, ahora bajate.

—¿Que?

—Que te bajes, anda tengo cosas que hacer.

Porchay lo miro confundido para después abrir la puerta del carro bajándose al instante.

—Después me lo agradeces.

Sin más Macau se fue de ahí dejándolo muy confundido, Porchay miro a su alrededor pareciendo muy conocido aquel lugar hasta que volteo pudo ver lo que ya se imaginaba.

Estaba fuera de la casa de la familia principal.

Fuego | MacaoChayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora