Fuego | MacaoChay

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Macau le entregaba un sobre a su asistente, mientras que esté veía con atención el contenido.

— Sigo sin entender que quiere que haga, señor.

El joven tomo una fotografía que había dentro del sobre, mostrándosela a detalle.

— ¿Lo ves?— decía mientras apuntaba la fotografía — Quiero que me investigues todo acerca de él, sus gustos, donde vive, en qué escuela va, toda su vida y que no se te escape nada.

Macau le aventó la foto de nuevo, haciendo que su asistente metiera todo al sobre con rapidez levantándose enseguida.

— Si señor, tendrá todo lo que necesita, con su permiso.

El hombre salió de la oficina dejando a Macau sólo de nuevo, sacando una cajetilla de cigarros, prendiendo uno para alivianar el estrés mientras pensaba en que tan importante debía de ser él para Kim.

— Macau— era Vegas — Necesito que por favor cheques...— detuvo su paso.

— Supongo que las puertas y cerraduras se hicieron de adorno ¿Verdad?— las palabras salían mientras apagaba el cigarrillo en el cenicero— ¿Que es lo que quieres?

— ¿Cuántas veces te he dicho que no fumes? No me gusta que lo hagas.

Macau se encogió de hombros ante el regaño de su hermano — Tu lo haces, no le veo lo malo.

Vegas soltó un suspiro de enojo, su hermano menos a veces por no decir siempre, le sacaba canas verdes.

— Yo soy un adulto, tu eres apenas un niño que acaba de cumplir la mayoría de edad.

— ¿Vas a seguir regañandome o me vas a decir el motivo por el cual viniste?

— Da igual, ocupo que me consigas unos documentos que son importantes para la nueva alianza que tenemos en puerta.

Macau se le quedó viendo a su hermano con curiosidad— ¿No querían ustedes que no me involucrara?

— No, pero también eres parte de esta familia al menos debes aportar en algo mínimo.

— Será la última vez que me ocupen ahora algo así, a menos que sea para atravesar una bala en la cabeza de alguien, estoy totalmente disponible.

Vegas lo miro con enojo, viendo como su hermano menor se tomaba todo como un juego — Esto es un asunto serio Macau.

— Ou, yo también estoy hablando en serio, estoy harto que me pongan estas tareas que hasta un niño de preescolar lo haría.

— Entiende que esto es muy peligroso.

— No se de que me tratas proteger si sabes que si un trato sale mal nos vienen a buscar a todos y no es para algo bueno.

Vegas y Macau se miraban con rabia, el mayor no sabía en qué momento su hermano se salió de sus manos pero ya no podía controlarlo tan fácilmente y creía firmemente que Pete tampoco lo lograría.

— Solo has lo que te pido, y se acabó.

Dijo saliendo de ahí de un portazo lo que hizo enfurecer a Macau.

— Maldito hijo de puta.

Macau entraba con pasos firmes hacia la casa de la familia, quería entregar todos los papeles lo antes posible, no soportaría estar otro minuto más con su hermano, entrando con previo aviso a la sala de juntas en donde estaba toda su familia, excepto él, no era de sorprenderse.

— Aquí tienen— dijo lanzando los papeles con algo de enojo— Si no tengo nada más que hacer aquí me voy.

Pete miro a Vegas, este negando con la cabeza, el menor solo apretó su mano en forma reconfortante antes de dirigirse hacia su cuñado.