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— ¿Qué haces aquí?

— ¿Acaso no puedo visitar a mí primo favorito?

Kim solo le dio una mirada de fastidio mientras que Macau solo se burlaba de él.

— ¿Te tengo que abrazar o algo así?— Kim tomaba asiento en el escritorio invitando a Macau a sentarse también — Dime de una buena vez a qué vienes o te hecho a patadas.

— ¿Cuándo será el día en que me recibas bien en tu casa?

— Nunca— Macau al escuchar esto se agarró el pecho haciendo muecas de dolor— ¿Podrías porfavor dejar de ser tan infantil?

Macau dejo su escena a un lado poniéndose un poco serio ante la llamada de atención que había recibido de Kim.

— Vamos, no vivas así de amargado, hay que agregarle alegría a la vida.

— Como sea— se estaba fastidiando — Dime porque estás aquí.

— Fácil ocupo que me ayudes en algo.

Kim suspiro dándose una idea de la "ayuda" que le va a pedir su primo.

— Si se trata sobre involucrarte aún más en los negocios familiares, déjame decirte que estás solo en esto.

— Vamos, solo pido una oportunidad — Macau ponía su mejor berrinche para que aceptará — Solo será está vez ¿si?

— ¿Porque quieres involucrarte más en esto? Cuando en verdad lo hagas créeme que vas a extrañar cuando no sabías nada.

— Lo dices porque aunque no estés al mando de algo importante te vales por ti mismo pero mírame — se señalaba con enojo— ¿Qué puedo hacer yo? Solo me la paso como perro encerrado en la maldita casa.

— ¿La escuela?

— Vegas me tiene protegido, me manda chófer cada maldita salida, ni salir con mis amigos puedo.

— En verdad Macau como me conmueve tu caso.

Al escuchar esto solo pido soltar un suspiro de enojo, Kim tampoco lo estaba tomando en serio.

— Te ayudaría— captó la atención de Macau— Pero eso involucraría meterme en problemas con la segunda familia y créeme que eso es lo que menos queremos.

— Bien, entiendo.

— Aunque puedes hacer algo al respecto.

— ¿Qué?

— Entrenar — Kim lo decía con una simpleza— Entrena boxeo, tiros, nado y todo lo que necesitas aprender para entrar a este mundo y puede que cuando Vegas vea tu avance pueda involucrarte en los negocios.

La mirada de Macau se encendió, tendría que entrenar mucho pero al final recibiría su anhelada recompensa.

— ¿Está libre la casa del campo?

Vegas asintió, entendiendo al punto que quería llegar Macau. Abriendo uno de los cajones de su escritorio sacando unas llaves, entregarselo a Macau.

— Toda tuya a partir de ahora, si ya no necesitas nada más puedes irte, tengo cosas que hacer.

— Vamos casi no compartimos tiempo como familia, déjame quedarme un rato más ¿Si?

Kim se levantó del escritorio agarrando su chaqueta.

— Como quieras, tengo algunos asuntos que resolver.

Macau miraba como Kim se arreglaba para irse, inspeccionando un poco el lugar se topo con una foto algo inusual en su escritorio, tomándola sin permiso para verla más de cerca.

Fuego | MacaoChayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora