Fuego | MacaoChay

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Habían pasado algunas semanas desde que Porchay llego a ese lugar junto con Macau, desde la última vez que había podido ver a su compañero a la cara pues desde aquel "incidente" no podia darle la cara, salía sumamente temprano a la escuela tratando de no toparse con el mayor y llegaba mucho antes que él, esos días también había notado que Macau solamente llegaba a dormir y eso le ayudaba demasiado a no toparselo pero tenía una enorme curiosidad en saber dónde se metía Macau todo ese tiempo.

—Quizás tiene a alguien— decía Mine con toda tranquilidad del mundo.

—Seas estúpido— Chay le dio un golpe en la cabeza a su amigo haciendo que esté escupiera un poco de su bebida— Otra más y te hecho de aquí.

Mine veía sumamente indignado a Porchay, este solamente hizo una seña de que no le importaba.

—¡Oye! Puede ser una posibilidad ¿Nunca lo pensaste?

—¡No! ¡Nunca lo pensé!— soltaba con enojo— Además eso sería estúpido, si ya tuviera a alguien me lo hubiera dicho.

Mine veía con gracia como su amigo entraba en una etapa de celos, quería jugar aunque saliera quemado de ahí.

—Oh Chay tan inocente— le daba palmaditas en la cabeza a su amigo— Macau no siempre te va a decir las cosas, quizá quiere mantener una relación en secreto.

Si las miradas matarán, Mine ya estaría más que muerto.

—Ponte a pensar, tu no le dijiste a nadie sobre tu relación con Kim solo a mí, quizá y el también solo le haya dicho a sus conocidos más cercanos ¿No crees?

Veía muy graciosa la situación, jamas pensó ver a Porchay tan celoso como lo estaba viendo en ese momento, quería grabarlo y enseñárselo a Macau pero tal vez este último lo terminaría matando al ver qué estaba poniendo en esa situación al menor, así que solo se quedaría con ese recuerdo.

—Eres un estúpido— Porchay pateó a su mejor amigo haciendo que esté cayera del sofá al piso— Macau no puede tener a nadie.

Mine sentía dolor por el golpe que recibió pero eso no lo detuvo al soltar una enorme risa.

—¿Porque no? Si el está completamente libre y además es sumamente atractivo— veía su muerte venir por haber dicho lo último.

—No lo dijiste.

Porchay se lanzo contra Mine soltandole leves golpes en su pecho, su amigo solo se reía ante la situación que estaba viendo, su meta había sido completada ahora era tiempo de calmar a un celoso posesivo Chay.

—Tranquilo, tranquilo— Mine aparto a Chay quién estaba ahora tendido en el piso— Era broma Porchay, solo quería ver cómo eras de celoso.

Porchay con esas palabras cayó en la realidad, su amigo le había tendido una trampa, una muy vergonzosa trampa en la que había caído, cubrió su cara con sus manos avergonzado haciendo que su amigo se burlara más de él.

—¡Deja de reírte! No es para nada gracioso— Porchay hacia una mueca de desagrado.

—Todo esto hizo que mis sospechas fueran ciertas.

—¿Que sospechas?

—Te gusta— decía Mine juguetón.

La cara de Porchay se torno en un rojo carmesí gracias a lo avergonzado que estaba por lo que su amigo le dijo.

—Te avergonzarte así que si te gusta— soltó un chillido de alegría.

—No me gusta.

—Si te gusta.

—No— decía firme.

—Si.

Y sin pensarlo entraron en un pequeño duelo por ver quién tenía la razón.

—No me gusta, bastardo— Porchay le lanzaba un cojín a su amigo— Deberías irte es tarde ya.

—Correme más bonito porfavor.

—No, ahora vete antes que llegue Macau.

—Me siento como el amante en esta relación, cuando la tercera rueda es Macau— decía indignado.

Porchay solo rodó los ojos fastidiado.

—Si no te vas por tu propia cuenta juro que te saco arrastrando.

—Bien, bien, no hay que llegar a esa agresividad, me voy.

Mine agarro sus cosas y salió de esa gran mansión dejando a Porchay completamente solo, pensando en lo todo lo que su amigo le había dicho.

Macau estaba harto, su hermano le había llamado para que se hiciera cargo de unos tratos con unos inversionistas franceses, le molestaba que lo siguieran incluyendo en ese tipo de planes cuando sabían que no quería saber nada de "negocios"

—¿Cuándo me podré ir?— decía Macau a Vegas.

—Cuando el trato se cierre, ahora concéntrate en la reunión.

—Esto es muy aburrido— no tenía ganas ni ánimos de estar ahí— Me molesta tener que ver a la primera familia ¿Porqué deben de estar aquí?

Vegas contaba hasta mil para no perder la paciencia con su hermano, le molestaba que nada lo tenía contento y más que se estuviera quejando toda la reunión.

—Porque todos ellos son la cabeza principal de esto— decía por última vez— Así que porfavor no más preguntas estúpidas.

Macau se cruzó de brazos molesto, frustrado y con ganas de mandar a su hermano a la mierda, no quería estar ahí y menos cuando vio entrar al menor de la familia principal a la sala de juntas.

Macau miraba seriamente a Kim y este último lo mataba con la mirada, la tensión se sentía en el ambiente, todos lo habían notado hasta Kinn pero nadie se atrevía a romper ese incómodo momento, hasta que Vegas hablo.

—¿Hay algún problema?— preguntaba más para los dos menores.

Ambos no se quitaban la mirada, estaban casi matándose con las miradas que no se dieron cuenta cuando Vegas habló. Hasta que Kinn los saco de su pequeña pelea de miradas.

—Si tienen algún problema que resolver háganlo rápido para poder acabar la junta.

Kim solo río sarcásticamente antes de hablar.

—¿Algo que tengas que decir querido primo?— lo detestaba pero le seguria el juego.

Quién aguantaba más.

—Es agradable verte de nuevo Kim— Macau se acomodo más en su lugar— Dime ¿Aún piensas en lo que te dije la última vez?

Kim apretó sus puños en rabia, algo que Macau vio y le dio una inmensa satisfacción.

—Lamento habertelo dicho tan fríamente pero no encontré otra manera de partirte mejor el corazón— Macau le daba una sonrisa— Oh es cierto, no tienes uno.

Los demás estaban viendo en silencio aquella escena, ninguno entendía de lo que estaban hablando pero querían ver hasta donde llegaba todo eso.

—Eres un maldito— Kim estaba más que enojado— Solo lo estás utilizando.

—¿Y qué? No te hagas el digno que tú lo hiciste primero.

—Basta— Kinn paro esa pelea al ver qué su hermano estaba a nada de lanzarse contra Macau— No me importa que se quieran matar entre ustedes, por mi háganlo pero afuera, terminemos está reunión de una vez.

Nadie entendía lo que había pasado pero Macau se sentía victorioso y era algo que Kim estaba odiando.