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—¿Sucede algo?

Esa mañana Macau estaba acompañado a desayunar a Porchay mientras que esté le platicaba todo lo que había hecho el fin de semana. Macau no estaba prestando atención a Porchay algo de lo que se dio cuenta.

—Oh si perdón— se acomodo un poco en su lugar— Te tengo una pregunta.

Porchay lo miraba mientras comía unos fideos algo que le causo risa al mayor.

—Deja de burlarte y mejor dime.

—¿Te has comunicado con tu hermano?

Porchay dejo su plato de fideos a un lado para poder responder la pregunta del mayor.

—Desde ese "incidente" corte cualquier comunicación con él— su voz se escuchaba triste— Lo extraño si, pero no iba a permitir que defendiera más a otras personas que a mí.

Macau se le quedaba viendo a Chay tratando de encontrar las palabras perfectas para lo que iba a decir.

—Quiza y si le dijeras a tu hermano la situación por la que...— fue interrumpido.

—¡No! De ninguna manera le dire— volvió a centrarse en sus fideos— Aparte de que tendré la regañada de mi vida, él es capaz de muchas cosas...feas.

Porchay siguio comiendo haciéndole entender a Macau que no hablaría más del tema, este solo se resigno para volver a comer también.

Macau de nuevo llegó a casa, sorprendido de que Pete también se encontrará ahí junto con Vegas, ambos lo miraban y no apartaban la vista de él quien se sintió un tanto incómodo.

—¿Porqué me miran así?— eso era muy raro.

—Sientate por favor— fue lo único que dijo Pete .

Macau con un poco de duda dejo su mochila en el piso para después tomar asiento en uno de los sofás que se encontraba desocupado.

—¿Qué sucede? ¿Paso algo con el negocio? ¿Porsche al fin te dará el liderazgo de nuestra familia— esa pregunta fue más dirigida a Vegas quien negó— Entonces ¿Para que debo de estar aquí?

Pete suspiro antes de hablar.

—Queremos saber ¿qué es lo que pasa por tu mente?

Estaba muy confundido.

—¿Por mi mente?— asintieron— Pienso que están locos.

Vegas tallaba con frustración su cien queriendo no perder el control.

This is serious— dijo Vegas.

I'm being very serious. Who do you take me for?

Ambos hermanos se veían retandose entre si con la mirada, Pete solo los veía fastidiado.

—¡¿Pueden dejar de hablar en inglés?!— captó la atención de ambos— No les entiendo maldita sea.

—Perdon— si era un maldito mandilon.

—¿Ahora obedeciendo a tu esposa? Genial— hablo Macau.

—No me tengas respeto a mí sí no quieres— decía Vegas comenzando a enojarse— Pero tenle respeto a él— señalaba a Pete— Que aún está teniendo consideración en ti.

—¿Consideración? Yo no necesito que nadie me tenga lástima ni consideración— hablaba más fuerte— No soy un jodido limosnero que esté esperando una obra de caridad por ustedes.

—¡Deja de ser tan tarco madlita sea!

—¡Y tú deja de meterte en mis malditos asuntos!

—¡Callense los dos!— tener paciencia con ellos era imposible— Nadie está teniendo consideración en ti— se dirigía a Macau— Solamente quiero saber que sucede en tu vida para así poder ayudarte en lo que pueda.

—¿Porque insisten en meterse en mi vida?— se dirigía más a Pete que a Vegas— No necesito nada de eso.

—Si lo necesitas— otra vez, Vegas.

Macau solo río irónicamente por todas las estupideces que salían de ellos.

—No lo necesito y te diré el porque— se levantó furioso de aquel sofá teniendo cara a cara a su hermano mayor— Porque desde que tengo uso de razón jamas, escúchame bien, jamás te preocupaste por mi, ni lo que sucedía en mi vida, ni en lo que llegara a pasar, así que ahora por favor ustedes dos dejen de meterse en mi vida, que cuando lo necesitaba en verdad jamás estuviste.

Dicho eso agarro sus cosas para dirigirse a su habitación.

Vegas sentía una operación en el pecho por las palabras dichas antes de su hermano ¿Acaso fue tan mal hermano? Pete solo se acercó a abrazar a su amado quien se rompió en llanto.

—Yo jamás imaginé que esto llagase a pasar— decía Vegas.

—Lo sé y lo entiendo pero ahora debemos de entenderlo a él, siempre a estado solo quizá y sea mejor seguir así.

Kim se encontraba fuera del instituto en donde Chay estudiaba, quería verlo, quería asegurarse que estuviera bien aunque dudaba en reconocerlo ya que el menor la última vez lucía muy diferente, no dudaba de que otra vez se haya hecho algún cambio.

Era hora de salida así que todos los estudiantes se amontonaban queriendo irse ya haciendo que la tarea de Kim se viera en complicaciones pues gracias a la multitud no podía ver bien no distinguir a las personas.

Se puso hasta de puntillas tratando de ver entre toda esa gente si se encontraba su ex amor, estaba en su búsqueda cuando sintió una mano en su hombro, su corazón dio un vuelco pues pensaba que Chay lo había visto y se había acercado a él, con una sonrisa se dio la vuelta misma que desapareció cuando vio de quién se trataba.

—¿Desilusionado?— Macau.

—¿Que haces aquí?— una pregunta muy estúpida para venir de Kim.

—Estudio aquí imbécil ¿Acaso no ves el uniforme?

Es donde Kim presto más atención a la camisa que llevaba su primo dandose cuenta que tenía razón, estudiaba ahí.

—Como sea no me interesa— Kim volvió su vista a la multitud volviendo a buscar a su objetivo.

—¿A quien buscas?— obvio que sabía a quién solo quería escucharlo de él.

Kim solo rodó los ojos.

—No te interesa a quien busco.

—Por supuesto que si— Kim volvió a mirara a Macau confundido— Si te ve algún rector o profesor que estás aquí y no eres estudiante te botaran y no queremos eso ¿Verdad?

Estaba fastidiado.

—Bien, busco a Porchay, no sé si lo conozcas.

Macau se puso a pensar cuando Kim le dio ese nombre, quería reírse en su cara.

—Porchay, Porchay, Porchay— seguía pensando— Oh claro, lo conozco.

A Kim se le iluminaron los ojos.

—¿En serio? Dime ¿Donde puedo encontrarlo?

Macau lo miraba con una sonrisa algo que a Kim le parecía raro pero más raro fue lo que dijo después antes de irse.

—En mi casa.

Fuego | MacaoChayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora