La desesperación lo estaba comiendo vivo, si seguía un minuto más en aquella casa entraría en locura, no podía creer que su propio hermano lo dejara ahí como perro en una jaula.
— Maldito bastardo— maldecía a la nada.
Su alrededor solo se basaba en pasearse por toda la extensión de la casa, ver los mismos rostros de los guardaespaldas que protegían el intento de escapar y varias fotografías familiares que adornaban las paredes de aquella casa.
— ¿Cuando podré salir de aquí?— decía a un guardia que andaba por ahí.
— No hasta que el señorito diga.
— ¿Si sabes que yo también tengo autoridad contra ti?
El guardia solo se quedo en silencio resignandose ante el caprichoso adolescente que tenía a su cuidado. Pronto le sería entregada una laptop.
Macau al ver qué logro lo que quería dejo al guardia seguir con sus asuntos, dirigiéndose a la sala principal para tomar asiento en uno de los sofás que la componían.
Buscando la única aplicación de videochat que tenía, marco a Vegas. Unos cuantos tonos y su hermano apareció en pantalla.
— Las llamadas solo serían fines de semana— decía sin despegar la vista de lo que sea que estuviera leyendo— Supongo que es algo de suma importancia para que llames.
— Quiero mi libertad— decía Macau en un tono frío.
— Ya hablamos sobre esto sabes que lo mejor es tenerte apartado.
— No lo es, fácilmente puedo hacer mi trabajo desde aquí pero es más divertido ver cómo la gente sufre en persona.
Vegas solo le dio una mirada desaprobatoria para después concentrarse mejor en su pequeño hermano.
— ¿No te había dicho?
Macau miraba extrañado a su hermano.
— ¿Qué cosa?
— Porchay atacó a Kim.
Una sonrisa se formó en el rostro de Macau, acomodándose mejor en su lugar agarrando una postura arrogante mirando con más interés a Vegas, quería saber cada detalle de esa gloriosa noticia.
— ¿Ah si?— preguntaba fingiendo desinterés— Por algo será ¿No?
— Si estuviéramos en otra postura en este momento te felicitaria por gran maestro que fuiste con ese niño— el ego de Macau subía como espuma— Pero este no es el caso, la familia principal está furiosa pues saben que tú estuviste con él los últimos meses.
— No les debería importar si estuve o no con él, lo que importa fue lo que hizo Kim como para que Chay hiciera eso.
Macau estaba feliz pues el ya no tendría que ensuciarse las manos, ya tenía a alguien más para hacer el trabajo sucio y no permitiría que eso cambiará.
— Porsche te quiere matar y Pete quiere matarme a mí por dejarte todos estos meses sin cuidado.
— Lo único que te importa es lo que diga tu amada esposa ¿No?— Macau miraba con rabia a su hermano— Lo suponía, no se ni porque me sorprendo.
— Entiende que solo quiero que ambas partes estemos bien— estaba cansado del mismo tema.
— Olvídalo, estoy mejor aquí.
Fue lo último que dijo antes de apagar aquel videochat dejando a Vegas con las palabras en la boca.
Rápidamente Macau fue a entregar la laptop, yendo después a encerrarse a su habitación, si dejaba pasar más tiempo podría arruinar todo.
Sacando así un celular y una nueva laptop de su armario, comenzaba a realizar su trabajo pendiente.
— Espero y todo vaya de acuerdo a lo acordado, que se mantenga lejos y sin que nadie intervenga, me encargare de lo demás cuando salga de aquí.
— ¡Porchay!— gritaba un desesperado Porsche.
Kinn estaba fastidiado de escuchar toda la mañana los gritos de esos dos hermanos, amaba a su novio pero en esos momentos lo estaba sacando de quicio.
— ¿Puedes dejar de gritar?— hablo Kinn— Estoy tratando de trabajar.
— Oh lo siento señor perfecto— decía con cierto fastidio Porsche— No estuviera gritando como loco si alguien de aquí me hiciera caso de una vez.
ThanKhun entraba a dónde los dos amantes de encontraban, viendo todo el alboroto que tenían.
— ¿Que está pasando? ¿Porque tanto ruido? Por dios no puedo tener una sienta tranquilo.
El moreno se giro viendo de frente a su cuñado.
— ¿Dónde está?
— ¿Quién?— preguntaba con cierta finjidez.
— Tu protegido ¿Dónde está?
ThanKhun se cruzó de brazos, escaneando al moreno de los pies a la cabeza, Kinn al ver esto salió de la habitación mejor que sean dos locos a tres.
— ¿Acaso soy su niñera? Estaba durmiendo Porsche, no sé en dónde está.
Porsche estaba harto de toda esa situación quería mandar a su hermano a estudiar a un internado si se podía del otro lado del mundo pero el menor no cooperaba con llevar la situación en paz.
— No entiendo porque aún lo defiendes sabiendo lo que le hizo a tu hermano.
ThanKhun tomo asiento en uno de los sofás mirando fijamente a su cuñado con gracia.
— ¿Desde cuándo te preocupa tanto Kim?— pregunto curioso— Además se lo merecía.
Porsche estaba atónito ante las palabras que Khun dijo, ¿Cómo era posible que le importará así de menos su hermano?
— Pudo acabar en algo peor.
— Somos parte de la mafia, sería raro no ver una situación así, pareciera que eres nuevo en este terreno.
Porsche rodó los ojos con fastidio, hablar con ThanKhun era como hablar con una pared.
— No sirve de nada intentar.
El moreno se fue de ahí dejando solo al mayor que lo miraba irónicamente, si tan solo supiera toda la verdad, el también quisiera encajarle un cuchillo en el corazón a su pequeño cuñado.
— Bien, no estoy entendiendo nada— Porchay al escuchar esto se golpeó mentalmente— Es mucha información que procesar.
— No se porque te considero mi mejor amigo.
— Porque soy el único que no te dice loco aunque lo estés ¿Cómo se te ocurre hacer eso?
— No lo se, el enojo y el rencor que le tengo se apoderaron de mi, me cegó todo eso y cuando reaccione tenía a mi hermano encima tratando de apartarme.
Mine se quedó sorprendido ante toda la historia que su mejor amigo le había contado, no sabía si estar asustado por saber que es parte de la gran mafia tailandesa, preocuparse por la salud mental de Chay o cambiarse la identidad al saber que siempre ha sido atemorizado por un mafioso. Quizá las tres cosas.
— Sigo sin entender ¿Porque me ocultaste está información todo este tiempo?
— Se las consecuencias que se tienen cuando alguien cercano se entera de lo que verdaderamente soy ahora, me sentiría muy culpable si algo te llegará a pasar solo por ser mi mejor amigo— Mine se sentía halagado— Me sentiría mal si alguien que no fuera yo te disparará.
Al decir eso último Mine hizo mala cara a Chay.
— Maldito imbécil, mataste todo el romanticismo.
Chay río con la indignación de su mejor amigo.
— Quitando que eres pésimo para demostrar cariño ¿Cómo te quieres que te ayude? ¿A eso viniste no?
Chay asintió ante la última pregunta.
— Quiero saber dónde está Macau.
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Fuego | MacaoChay
FanfictionDespués del primer romance fallido de Porchay, este cambia radicalmente a un grado en el que no quedó nada de lo que era antes pero alguien lo observa y planeaba adueñarse de él.