Chocolate | Wandanat

3. Es injusto

Suspiró agotada, estaba de brazos cruzados mientras veía la mesa de centro de su sala, ya ni siquiera quería hablar ni escuchar lo que su esposo decía, no entendía ni siquiera como habían llegado hasta ese nivel.

– Esto es realmente inmaduro y muy estúpido, solo dejémoslo así – Dijo Natasha intentando sonar tranquila, tratando de calmarse a sí misma – Ya es tarde, solo quiero ir a dormir, mañana tengo un día muy pesado en el trabajo y quiero...

– A eso me refiero, Natasha. Siempre es lo que tú quieres, lo que tú necesitas, lo que tú piensas ¿En qué momento me tomas en cuenta? – Reclamó su esposo bajando la voz – Es como ahora, solo te dije que no me parecía la manera en la que lo decías, no lo que decías

– Estoy en serio agotada, necesito dormir – Se dio la media vuelta yendo en dirección a las escaleras

– Para mí si estás agotada, pero para irte de fiesta o entre semana hasta altas horas de la madrugada, no y al día siguiente sobre todo te despiertas radiante – Decía en un reclamo

– Dices que no puedo salir con una amiga por un trago o pasar tiempo con ella, que debo estar en casa esperándote todo el día ¿Eso quieres? – Rebatió no entendiendo la actitud de Steve

– Sabes a lo que me refiero – Contestó serio

– No, la verdad no lo sé. Lo único que sé es que estás obsesionado con la idea de que todas y cada una de las salidas que tuve, no fueron con Wanda y que tampoco estuve en su casa – Soltó por fin lo que tenía retenido en su garganta, pues justamente no quería ocasionar una pelea innecesaria – Mandaste al esposo de mi amiga a su casa para ver si en verdad ella y yo estábamos ahí, lo cual descubrí porqué Vision es un pésimo mentiroso ¿Tú crees que tengo algún interés en que Wanda o él sepan de nuestros problemas? – Reclamó recordando la última vez que estuvo en la casa de Wanda, ella había tenido la amabilidad de comprar golosinas, después de hablar un rato se habían quedado viendo películas, pues la pelirroja le había dicho que su esposo llegaría tarde, fue una gran sorpresa cuando él llamó preguntando si estaban ahí para minutos después llegar y encontrarlas en el sofá comiendo dulces y viendo la televisión, no fue difícil saber que Steve lo había mandado para comprobarlo

– Discúlpame, pero después de tantos años ignorando a tu amiga, se me permite desconfiar si de un día al otro se vuelven tan unidas, a parte que sé que Wanda diría cualquier cosa por cubrirte, así que perdón por arruinar la fachada de matrimonio perfecto ante ellos – Emitió lo último con sarcasmo

– No metas a Wanda en esto, hablas como si fuera una mala influencia y me tuvieras que cuidar de ella, adivina que Steve... hace años que ya crecí y no necesito a alguien diciéndome quien me conviene o no – Habló a la defensiva

– Y yo no te estoy diciendo lo contrario, Wanda no tiene nada que ver en esto – Le dio la razón – Pero no te diré que estoy de acuerdo con sus ideas o las de Vision acerca de su matrimonio – Divagó – Y la verdad desde esa conversación estás diferente, así que discúlpame si solo ato cabos

– No puedes solo decir discúlpame si... y después algo por lo que claramente me estás culpando o decir algo hiriente después, tú tienes que creer en mí, no mandar a nadie a que me espíe o comprobar dónde estoy – Lo vio a los ojos

Él asintió meditando lo que escuchaba – Tienes razón, debo confiar en ti – Aceptó sentándose en uno de los apoya brazos de los sofás

– Me estás celando cuando no te he dado motivos para hacerlo y ni siquiera te estoy mintiendo o algo – Se acercó a él posando ambas manos en sus hombros – Hasta te conté del estúpido beso con Wanda el día que salimos y lo peor es que no tienes celos de ella, de hecho querías confirmar que estaba en su casa – Soltó una leve risa notando como el ambiente se relajaba