Chocolate | Wandanat

8. Sigue, por favor

Había tenido un gran desayuno, veía con una sonrisa hacia el mar, el clima estaba perfecto, hacía el calor adecuado, agradeció que pospusieran la convención para la tarde, pues harían una fiesta después, se estiró viendo a Wanda nadando en el mar, ella había insistido en que fueran juntas, pero Natasha prefirió esperar un rato en la arena, estaba pasando un gran momento, su celular vibró de repente, había olvidado que le había quitado el sonido para no interrumpir su mañana con la pelirroja.

"Hola, Nati. Cómo van tus vacaciones? Algo que remarcable que contar?"

Natasha leyó la pantalla de su teléfono notando el nombre de Carol arriba del mensaje, entró a su conversación y le respondió.

"Hola! Van muy bien, me siento genial y pues hay mucho que contar, ya hablaremos cuando vuelva, aunque la verdad no quisiera tener que volver jamás"

"Wow, suena a que la estás pasando increíble, dónde estás ahora?"

"En la playa"

"Será que escribes mi nombre en la arena y me mandas una foto? Es tonto, pero me hace ilusión"

Natasha rio negando, se levantó al lado y con una rama escribió en mayúsculas el nombre de Carol, le tomó una foto con el mar de fondo y se la envió.

– ¿Qué haces? – Escuchó la voz de Wanda tras ella

– Le tomo una foto a la playa – Respondió encogiéndose de hombros

– Con el nombre de Carol en la arena – Alzó una ceja viéndola con clara molestia

La rubia negó riendo levemente – Me pidió que por favor lo haga y se lo envíe – Intentó restarle importancia con la voz abrazándose a la cintura de Wanda – No te enojes por una tontería

– No me enoja – Decía cruzada de brazos sintiendo los labios de Natasha en su mejilla

– No pareciera – Se burló – Ya déjalo, por favor – Pidió intentando buscar su mirada – Wanda... – Acarició la mejilla de ella con su nariz – Amor, en serio que no importa – Insistió alzando la voz

La pelirroja se quedó estática no creyendo lo que había escuchado – No me agrada que tenga esas actitudes contigo – La volteó a ver – Sabes tan bien como yo que no solo quiere tu amistad – Se apoyó en la rubia

– Pero yo no – Aclaró – Y eso es todo lo que debería importarte – Acarició los brazos de ella sintiéndolos algo fríos porque había estado en el mar

– Confío en ti, Nat – Asintió dejando sus celos a un lado, acarició la mejilla de su amiga y se acercó a dejarle un tierno beso – ¿Ahora sí vienes a nadar conmigo?

– Lo que desees – Sonrió dejando todo en el pequeño espacio que se habían hecho en la playa y corrieron juntas hacia el océano

Nadaron hasta estar algo alejadas de la orilla, Wanda se quedó viendo la manera en la que la rubia nadaba, su cabello mojado al lado de su rostro, le encantaba como se veía se lanzó a ella en un abrazó y empezó a dejarle muchos besos rápidos.

– Nat – Soltó su nombre en un suspiro abrazándose a su amiga – Te adoro

– Yo igual, Wanda – Contestó en una sonrisa rodeándola por la cintura con ambos brazos

– Nademos más hacia el fondo – Decía con una sonrisa avanzando en el agua sintiendo como se hacía más profundo

– Ya no hay que avanzar más – Habló queriendo detenerse sintiendo que el agua ya estaba por su mentón