Chocolate | Wandanat

31. Vino, me dejó y se olvidó del problema

Justo había colgado el teléfono justificándose con Barnes, estaba realmente asustada, se disculpó por no ir y él ofreció su ayuda en lo que necesite, Natasha agradeció, pero por el momento podía resolver todo sola, llegó al nightclub en el que le había indicado Wanda ella se encontraba, entró rápido buscándola, escuchó una discusión en medio del lugar que llamó su atención, al ver a la pelirroja inmiscuida se acercó rápido para intervenir.

– No, no quiero ir a casa todavía – Intentaba hablar Wanda

– Te ves en serio mal, yo te llevo, vámonos – Natalie la sostenía con fuerza, pero la pelirroja se resistía como podía y levantaba la voz pensando que así frenaría más el tiempo y podría llegar Natasha por ella – ¡Deja de resistirte y vámonos a casa! – Exclamó exasperada

– Wanda – Se acercó la rubia a la pelirroja y rápidamente Wanda se lanzó sosteniéndose a Natasha

– Al fin llegaste – Susurró – Vámonos, por favor, vámonos – Pidió aferrándose a su cintura

– Ven – La sostuvo con cuidado notando que apenas podía caminar

– ¡Ella está conmigo! – Exclamó Natalie tomando a Wanda del brazo

– ¿Cómo no sé que está así por ti? – Habló la rubia con furia retirando la mano del brazo de la pelirroja – Yo me voy con ella, no está a discusión – Caminaron hacia la entrada mientras Natalie intentaba forcejear – Escúchame – Natasha con todo el enojo que sentía tomó a esa mujer por el hombro con fuerza, haciéndola quejarse de dolor – No estoy para juegos y no quieres conocerme precisamente ahora

– Yo la voy a cuidar, no te preocupes, te prometo que ella estará bien – Decía Natalie intentando no mostrar el dolor que sentía y notoriamente nerviosa

Natasha no le hizo caso a lo último que escuchó y se llevó a Wanda afuera lo más rápido que podía, se relajó cuando perdieron a Natalie que las seguía, con cuidado puso a la pelirroja en el asiento de copiloto, la aseguró y se enrumbó al hospital.

– Necesito que estés consciente ¿Okay? – Tomó la mano de Wanda con desesperación – No cierres los ojos, por favor – Decía nerviosa

– Lo intentaré – Emitió tratando de no ceder, lo peor era que la adrenalina que había aparecido al resistirse irse con Natalie la había perdido como si se hubiera volatilizado completamente de su sistema, se sentía más agotada y más atolondrada que antes – No estaba tan mal cuando te llamé ¿Sabes? – Intentaba sonar tranquila, no le gustaba que Natasha esté asustada

– No importa, amor – Acarició su mano y la llevó a sus labios besándola con preocupación – Seguro estabas empezando a sentirte mal, pero no importa, ya estamos yendo al hospital, solo no te duermas, por favor

– Fue ella – Decía intentando seguir hablando y escuchando lo que Natasha le decía – No vi cuando lo hizo, pero estoy segura de que fue ella

La rubia ahora sentía un profundo enojo, no entendía porque esa tal Natalie le haría algo así a Wanda, pero haría algo al respecto.

...

Odiaba esperar por noticias, sentía que había pasado horas ahí y aún no sabía nada de Wanda, la peor sensación del mundo fue llevarla a rastras por emergencia, odió el percibir su cuerpo inconsciente y más aún cuando vinieron con una camilla y se la llevaron sin dejarla explicar mucho, poco después llegó la policía, tuvo que declarar lo que había sucedido, pues cada vez que llegaba una persona con sobredosis se debía hacer una denuncia.

El sonido de llamada de su teléfono la sobresaltó, contestó rápido notando quien la llamaba.

– ¿Sí? – Habló impaciente