42. Tengo algo para ti

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Esperaba impacientemente, su pequeña se había quedado dormida en su habitación, no hacía más que observarla, escuchó el timbre de su casa y bajó corriendo hacia la entrada.

– Wanda, al fin – Se alegró cuando la vio en la puerta

– ¿Qué pasa, Natasha? – Entró preocupada – ¿Dónde está Zaria?

– En mi habitación, ven – La tomó de la muñeca yendo escaleras arriba

– Ahora se quedó dormida – Emitió Natasha entrando a su habitación seguida por Wanda

La pelirroja se acercó a la cama y puso una mano en su frente – Al menos ya no tiene fiebre – Sonrió transmitiendo tranquilidad – ¿Le diste la cucharadita de jarabe que te dije?

– Sí, lo puse en la cómoda, felizmente lo traje a casa – Decía levemente asustada

– Bueno, seguro cuando se despierte tendrá hambre, puedes hacerle una sopa – Sonrió viendo a su pequeña dormir – Sabes que no la comerá si no lo haces tú también, también sirve ponerle alcohol en las manos y los pies si le sube la fiebre – Explicaba con calma viendo a Natasha que tenía una expresión de pánico – ¿Por qué actúas como si nunca se hubiera enfermado antes? – Intentó no reír

– Porque es la primera vez que se enferma conmigo estando sola – Respondió lo obvio – Tú siempre te hacías cargo de todo, a mí solo me dabas instrucciones; debemos hacer que en serio Zaria entre en razón para que vaya contigo al departamento, porque no, yo no.. yo no.. no soy buena en esta clase de cosas

– Natasha relájate – Ahora sí no evitó reír levemente, la tomó de los brazos – Ya aprenderás, mientras tanto será mejor que hagas esa sopa de verduras y fideos, pero los largos porque esos son sus favoritos y lo más importante es que descanse, así que vámonos, si necesita algo tienes el monitor de bebé

La rubia asintió y ante la mirada atenta de Wanda dejó el monitor de Zaria en su habitación y se llevó el de ella escaleras abajo hacia la cocina.

– ¿Tienes todo lo que necesitas o falta algo? – Preguntó la pelirroja apoyándose en la barra de la cocina mientras veía como Natasha empezaba a llenar una olla con agua

– Tengo todo – Asintió con una leve sonrisa

– Con que le des el jarabe cada ocho horas ya está, seguro para mañana estará completamente bien, pero será mejor que falte para que no se vuelva a poner mal – Apoyó su rostro en una mano

– Gracias, en serio por venir Wanda – Decía picando unas verduras

– No te preocupes – Se encogió de hombros y decidió hablar después de una breve pausa – Ya han pasado como dos meses desde que sigo viviendo con Vision y yo necesito mi propio espacio – Empezó diciendo y Natasha alzó la mirada hacia ella con curiosidad – Así que esta semana vuelvo a casa

– Si es por Zaria, no te preocupes – Decía poniendo las verduras en la olla con agua – Yo seguiré hablando con ella para que entienda que la iré a visitar muy seguido, no te preocupes – Sonrió levemente cortando el pollo en cuadritos pequeños

– Natasha – Se puso levemente nerviosa – Si aún estás de acuerdo quisiera pasar las semanas aquí, Zaria está acostumbrada a vernos a ambas en nuestra semana y es tonto ser egoísta cuando puedo hacerlo por ella

– Está bien – Asintió intentando no mostrar emoción – Puedes venir aquí a terminar esta semana, ahora mismo puedes traer tu maleta con lo que necesites

Wanda rio levemente – No me necesitas para cuidarla, confía en ti, hasta ahora haces todo bien

– Zaria normalmente quiere a su mami cuando está enferma – Apretó levemente los labios alzando la mirada

Chocolate | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora