Chocolate | Wandanat

24. Cumpliendo sueños

– ¡Salud! – Exclamó con felicidad brindando con su novia y su esposo

Chocaron los vasos con una gran alegría, estaban en serio felices y querían celebrar por todo lo bueno que les pasaba, claro que lo hacían con un zumo de naranja, pues Wanda no podía tomar y ellos por cortesía tampoco lo hacían.

– Amor – La pelirroja volteó a ver a su novia quien estaba a punto de dedicarle unas palabras – Sé lo mucho que te esfuerzas y trabajas, me encanta la ilusión en tus ojos cuando me hablas de lo que escribes o algún tema interesante para los paneles que haces, te mereces todo lo bueno que te está pasando – Asintió seria – Aunque aún no nos explicas bien la situación

– Gracias, vida – Sonrió Wanda con ternura hacia su novia – Bueno, ya les dije que seré la nueva editora en jefe que me emociona mucho, también me ofrecieron el venderme la compañía, el señor Winslet y su ex esposa quieren pasear por el mundo y tienen el suficiente dinero para hacerlo, ninguno de sus hijos quiso realmente seguir con el negocio familiar y en un principio querían dejarme la editorial, pero no lo veía justo, así que les dije que se las compraba – Sonrió emocionada – Por lo que estaré trabajando unos meses gratis, la editorial se pagará a sí misma, y al menos no afectaré a mi familia o mis ahorros, al final es una gran inversión tener un negocio así de consolidado – Explicaba mientras posaba una de sus manos en el muslo de su novia

– Es grandioso, Wanda – Asintió Vision – Y la comida está deliciosa también – Agradeció la cena en el departamento de ellas

– No tuve mucho tiempo con el almuerzo y las clases prenatales, pero al menos sirvió que no esté para que empiecen a llevarse bien – Sonrió la pelirroja – Empezaré a trabajar después de dos meses que haya nacido la bebé, quisiera tomarme más tiempo, pero es lo justo – Asintió – Mientras tanto ya empecé a bordar su nombre en sus mantas que tu mamá envió de Francia – Sonrió levemente viendo a su esposo

– Yo solo he visto que las mantas tienen Maximoff bordado – Soltó Natasha

– Porque no les voy a decir su nombre hasta que nazca, ya que son unos chismosos – Le dio un toque divertido a su novia en la nariz

– Pero Maximoff es tu apellido – Observó la rubia

– Sí, Vis quiere que la bebé tenga mi apellido – Wanda se encogió de hombros

– Ella lleva a mi bebé dentro por nueve meses, lo correcto es que así sean las cosas – Asintió sereno – Tenga el nombre que tenga, yo seguiré siendo el padre y sé que a Wanda le hace ilusión – Sonrió levemente – En serio me alegra que estés cumpliendo sueños de los que hablábamos en la universidad y no creías posible – Veía a su esposa – Felicidades

– Muchas gracias, Vis – Decía la pelirroja emocionada por lo que le deparaba el futuro

– Propongo otro brindis – Emitió Natasha elevando su vaso – Por los nuevos comienzos y los sueños por cumplir – Sostuvo la mano de su novia a su lado pensando en cual era su siguiente sueño, pasar el resto de su vida al lado de Wanda

– ¡Salud! – Dijeron al unísono chocando sus vasos

...

Sentía la espalda tensa, le dolía hasta respirar, estaba entre los días posibles del nacimiento de su hija, Natasha había dejado de ir al trabajo en esa ventana de tiempo, no soportaría perderse el nacimiento de la bebé, Vision la llamaba a cada rato en el transcurso del día para saber como se encontraba, ella los quería bastante, pero se sentía más sofocada de lo normal.

En ese momento había encontrado la posición en específico en la que se encontraba tranquila, tenía un libro en manos, se lo estaba leyendo a su pequeña, el señor Winslet le había enviado unos manuscritos para saber su opinión mientras no empezaba a trabajar, a ella le servía para no aburrirse en esos días que parecía la tenían en total claustro, Natasha se había ido a la panadería cercana por algunos postres que le pidió y la última vez que le llamó Vision fue hace cinco minutos, así que si quiera tendría una media hora tranquila, o eso pensó pues el sonido de la puerta interrumpió su quietud.