35. No te duermas

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Releyó el email múltiples veces, tenía ambas manos en la boca incrédula, negó volviendo a leer el remitente y el contenido, se le ocurrió que era posiblemente falso así que entró a la página oficial y buscó el email de contacto que era justo el que le había enviado el mensaje, pensó que estaba leyendo algo mal, pero después de asegurarse de que era real, sintió la emoción crecer dentro de ella.

– ¡Nat! ¡Nat! ¡Ven! – La rubia entró a la habitación que solía compartir con Wanda

– ¿Qué pasa? ¿Todo bien? – Emitió preocupada

– Nat – Alzó la vista a ella – ¡Me nominaron para un premio! – Exclamó feliz pero incrédula arrodillándose en la cama al lado de su laptop

– ¡¿En serio?! – Dijo sorprendida acercándose a ella – ¡Es increíble, Wanda! – La abrazó meciéndola de un lado a otro con felicidad. Natasha se separó viéndola a los ojos después de unos segundos – Es totalmente merecido – Decía acariciando sus antebrazos – Estoy muy orgullosa de ti y de todo lo que estás logrando – Hablaba con completa honestidad

– Cuando lo leí no lo podía creer, tuve que verificar el email y volver a leer el mensaje muchas veces – Decía sorprendida

– Es que claro que algo así iba a pasarte – Emitió con total seguridad – ¿Cómo se llama tu nominación? – Preguntó con interés

– Lírica contemporánea – Sonrió pasando las manos por los hombros de Natasha que aún conservaba ahí por el abrazo – Va a ser este sábado

– Tienes que avisarle a tus publicistas para que se encarguen de todo – Estaba emocionada por ella

– Sí, también – Asintió perdiéndose en la mirada de orgullo que le daba la rubia, sentía su genuina felicidad por la noticia que le había dado, el recuerdo de ellas a punto de besarse llegó a su mente, mordió su labio inferior y solo volvió a abrazarla no queriendo que se repita de nuevo

Wanda no sentía correcto interponerse en la vida de Natasha, ella estaba volviendo a ser feliz con alguien más, no podía hacerle algo así, la rubia por su parte hundió su rostro en el cuello de la pelirroja, desde que entró a la habitación y la vio con esa sonrisa que iluminaba sus ojos al hablar, solo quería llenarla de besos, pero ya no era más su lugar y no era bueno para ninguna el que estén juntas.

– Mami, mami – Escucharon a su pequeña entrando a la habitación – Ya terminé mi dibujo – Zaria notó como sus mamás se separaron de repente – ¿Qué pasa?

– ¿Adivina qué? – Natasha la tomó en brazos – A tu mami le van a dar un premio

– ¡¿De verdad?! – Exclamó su hija emocionada viendo a Wanda

– Algo así, mi corazón – Sonrió la pelirroja acariciando la mejilla de su pequeña – Aunque no es seguro que me lo den – Decía no queriendo darle expectativas a ninguna

– Vas a ver que sí – Habló Natasha con seguridad

– ¿Puedo ir? – Preguntó Zaria con emoción

– No, mi corazón, es para gente grande – Explicó la pelirroja jugando con el cabello de su pequeña

– Está bueno – Hizo un leve puchero

– Se dice "está bien", Zazi – La corrigió con una leve risa

– ¿Usarás un vestido muy bonito? ¿Qué dirás cuando te den tu premio? – Preguntó la pequeña insistente a su mamá

– Aún no decido ninguna de esas cosas – Wanda intentaba responder tranquila, pero la ansiedad del evento ya empezaba a presionarla

– ¿Quieres que le hagamos a mami unos crepes para celebrar? – Preguntó Natasha deteniendo las preguntas de Zaria que sabía estaban poniendo nerviosa a Wanda

Chocolate | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora