Chocolate | Wandanat

20. Solo lo hago por ti

Era la primera cena que tenían en la que habían dejado de hablar por completo, no se dirigían ni siquiera la mirada, la expresión facial de Wanda en el rostro hacía que su corazón se derrita, pero quería ser firme, debía ganar la discusión.

La pelirroja rio levemente llevando una mano a su vientre – ¿Te gustan las uvas, cariño? – Habló viendo hacia abajo, era la segunda vez esa semana en la que sentía como se movía su bebé, la primera vez no estaba segura de lo que sintió, pero ahora totalmente podía confirmarlo, llevó otra uva a su boca esperando la misma sensación

Natasha mordió su labio inferior intentando controlar su ganas de abrazar a su novia con todas sus fuerzas y preguntarle lo que sentía, era en serio adorable la imagen de Wanda hablando con su bebé, apenas se le notaba el embarazo a estas alturas.

– ¿Sentiste ese hormigueo del que me hablaste? – Preguntó la rubia no aguantando más no hablarle a su novia

– ¿Ahora sí me vas a dirigir la palabra? – Alzó la mirada hacia Natasha llevándose otra uva a la boca

– No quiero pelear – Se levantó de la mesa llevando su plato y vaso al lavabo

– Ni bien llegaste empezaste a levantarme la voz y ahora me dices que no quieres pelear ¿Quien te entiende, Natasha? – Se cruzó de brazos levantándose tras ella

– Te dije en la mañana, no te preocupes por la ropa, yo la lavo al llegar; no puedes hacer esfuerzo, Wanda, y justamente llego cuando la secadora deja de funcionar – Se quejó acercándose a ella – La ropa pesa y más si está mojada ¿Por qué no simplemente esperaste por mí?

– Porque quiero hacer mis cosas como cualquier persona normal, a parte que siempre llegas cansada del trabajo, y yo siempre hago todo en la casa – Respondió del mismo modo

– Amor – La rubia respiró profundamente tomándola por los hombros – Solo déjame hacerlo, sabes que tampoco estoy de acuerdo con que hagas todo en la casa, pero por estos meses, todo lo que requiera fuerza o agacharse, déjamelo a mí, por favor – Pidió viéndola a los ojos

Wanda no quería ceder, pero la mirada de genuina preocupación la convenció, la pelirroja mordió su labio inferior viendo a su novia y asintió levemente.

– Está bien – Suspiró cansada

– Espero que lo cumplas – Sonrió tomando a Wanda de la cintura acercándose a ella, la pelirroja volteó el rostro a otro lado notando como los labios de su novia se le acercaban, Natasha rio levemente dejándole un beso en la mejilla – No te pongas así – Rogó descruzando los brazos de ella y rodeándolas en su cintura – Amor – La llamó susurrando en su oído

– ¿Sabes? Me estás complicando el no ganar las peleas – Decía sin verla al rostro

– No me importa ganar, solo que estés bien – La abrazó más a ella – Que estén bien – Se corrigió llevando una mano al vientre de su novia

Wanda sonrió empezando a besar a Natasha, se sentía asombroso que alguien tenga esa clase de consideraciones con ella, no lo agradaba del todo tener que dejar lo que estaba acostumbrada a hacer, pero la rubia tenía razón, debía hacerlo por su bebé.

...

Alzó la vista de los papeles que revisaba, su asistente caminaba en su dirección con un sobre en manos y una gran sonrisa, la vio ligeramente confundida, mientras sus pasos eran cada vez más lentos.

– Ten – Sonrió Carol dejando el sobre gigante en su escritorio

– ¿Qué es eso? – Preguntó Natasha señalando lo que tenía encima de la mesa con un lapicero