Chocolate | Wandanat

49. Elige ~ Capítulo final

Meses después de mucha terapia y haberse probado en diferentes situaciones que deciden amarse todos los días, entablando comunicación entre ellas y no solo discutiendo, pero también arreglando todo habían llegado a un periodo de calma, se sentían realmente felices, abrió los ojos sonriendo al instante de ver a su prometida al lado suyo, se puso algo encima de ella y empezó a repartirle besos por el rostro.

– Buenos días, vida – Susurró mientras sentía como Natasha se abrazaba a ella rehusandose despertar – Ya es de día – Acarició su mejilla mientras le hablaba

– Amor, es sábado, espera a que Zaria nos despierte – Se quejó acurrucándose mejor con Wanda

– Nat, eso va a ser imposible, porque tenemos que desayunar y después arreglar la casa para hoy que vienen tu hermana y su novia – Endureció el tono de voz

– Voy a necesitar unos cuantos besos para despertarme completamente, entonces – Emitió con el tono adormecido

– Los que quieras, vida – Respondió Wanda poniéndose un poco encima de su prometida y empezando a besarla profundamente, los brazos de Natasha la rodearon abrazándola a ella correspondiendo a sus besos con una sonrisa

La pelirroja empezó a besar el cuello de la rubia dejando un rastro de mordiscos repasando las marcas que le había dejado ya ni sabía cuando, pues habían estado realmente ocupadas todos estos días, bajó la boca hasta su escote.

– Ya desperté, amor – Rio levemente Natasha sintiendo los besos de Wanda

– Estoy buscando algo – Intentó decir mientras seguía con la boca pegada a ella – Aquí está – Sonrió levemente encontrando la marca que le había hecho al lado de uno de sus pechos, mordió ligeramente escuchando un suspiro de placer de parte de su prometida y con regocijo empezó a lamer el lugar

Ninguna de las dos se cansaba de despertar de esa manera.

...

Terminó de lavarse las manos, escuchó el timbre de su casa, respiró profundamente, alisó su vestido nerviosamente y se aproximó al intercomunicador, abrió las rejas y esperó al lado de la puerta de su casa porque Yelena llegue junto a Kate, sonrió y las saludó a ambas al verlas cruzar la entrada.

– Trajimos un obsequio para Zaria – Mencionó la pelinegra que tenía una caja algo grande en manos

– ¿Dónde está? – La rubia se apresuró a preguntarle a su hermana

– Wanda se la llevó un rato por algunas cosas que necesita para la escuela, seguro vuelven en unos minutos – Respondió Natasha – Y no se deberían haber molestado, chicas, no tenían porque traerle algo a Zaria

– Claro que sí – Sonrió Yelena – Hace mucho no la vemos – Dijo dejando el regalo al lado de la sala – Voy al baño, se buena anfitriona y dale a mi chica un vaso de agua – Sugirió dejándole un beso rápido a su novia y yéndose por el pasillo

– ¿Gustas agua o tal vez jugo? – Ofreció Natasha caminando hacia la cocina con Kate tras suyo

– Agua está bien – Sonrió la pelinegra tomando asiento en la barra – ¿Y cómo han estado?

– Muy bien, gracias – Respondió sirviéndose limonada sentándose enfrente de ella – Zaria adora esta casa, Wanda y yo solucionamos nuestros problemas, así que estamos tranquilas

– Me alegra mucho – Sonrió – ¡Ay no puede ser! – Exclamó notando el anillo en la mano de Natasha – ¡Está precioso! ¿Ya se comprometieron? – Preguntó acercando el anillo a sus ojos

– Sí – Contestó feliz – Estamos planeando la boda, pero ya es oficial, pensé que Yelena te habría contado, fue hace meses – Sonrió recordando el momento