23. Tienes razón

647 75 7
                                    

Veía la televisión desde su cama intentaba estar lo más cómoda posible, cada vez faltaba menos para el parto y sentía que su abdomen solo crecía más y más, se estiró un poco con una expresión de aburrimiento, escuchó la puerta de su departamento abrirse seguido a los tacones de su novia caer al piso, la vio entrar a la habitación de reojo, rápidamente desvió la mirada de ella volviendo a poner atención a la película enfrente suyo.

– Buenas noches – Saludó Natasha caminando hacia ella

– Buenas noches – Contestó cortante sin verla

La rubia rodó los ojos hacia un lado y se acercó al vientre de su novia alzando un poco su blusa, Wanda la vio con seriedad – ¿Qué? Estoy saludando a mi hija – Se agachó dejándole besos y caricias – Hola, niña bella ¿Cómo estás?

La sonrisa en el rostro de la pelirroja empezó a aparecer – ¿Eso significa que ya no estás enojada conmigo?

– Amor – Alzó la mirada hacia ella – Solo te dije que si vas a salir lo mejor sería que lleves tu teléfono, me preocupé bastante, si no es porque Vision me escribe diciendo que se fueron a cenar, ni me entero

– Yo me disculpé ayer por eso, pero seguías molesta esta mañana ¿Por qué? ¿Estabas celosa o algo así? – Intentaba averiguar

– Claro que no – Negó rápido – Él es el papá de la bebé y yo confío plenamente en ti, solo me enoja que no estés al pendiente de tus cosas o dejarme saber que no estarás en casa, no es la primera vez que lo haces, eso es lo que me molesta – Emitió sincera

– Perdóname – La pelirroja hizo un adorable puchero al que la rubia no se pudo resistir – Soy muy descuidada y sé que debo cambiar eso, lo siento

Natasha soltó un sonoro suspiro – Está bien – Se acercó a su lado – Me preocupé bastante, amor – Acercó su rostro a la mejilla de ella

– Perdón – Insistió volteando a verla y acercando su boca a la suya – Sé que ahora sobretodo debería ser más cuidadosa en ese tipo de cosas – Suspiró

– No sé que haría si algo te llegara a suceder – Soltó sincera y con un notorio miedo

– No pasará nada de eso – Negó levemente empezando a besar a su novia con cariño – Te adoro, vida – Susurró entre besos

– Yo soy la que dice eso – Rio levemente mientras aún la besaba

– Déjame usar tus frases de vez en cuando – Mordió su labio inferior con suavidad

– Está bien, vida – Se burló usando su manera de llamarla

Wanda rodó los ojos hacia un lado acercándose más a su novia volviendo a tomar sus labios en otro relajado beso, adoraba tenerla a su lado y que siempre sabían cómo solucionar sus pequeñas diferencias, pues nunca eran ocasionadas por algo que no sea el bienestar de la otra.

...

Colgó el teléfono con la emoción más grande del mundo, hace días que había ido a almorzar con el señor Winslet y su esposa, el almuerzo fue fenomenal, la señora de la casa a parte de hablar de libros también le hizo muchas preguntas y se interesó bastante por su embarazo, compartiéndole su experiencia propia también, todo había ido genial ese día, estaba muy feliz de que se mandó a imprimir la primera edición de su poemario para ser distribuido, el que se hizo de prueba se veía perfecto, tal y como el que le había regalado su novia, solo que ahora tenía en el lomo el nombre de la editorial, tenía el primer libro en casa al lado del que Natasha le había regalado, eran muy importantes para ella, pasó los dedos tocando el nombre de la editorial "Eterial", se emocionaba nada más de pensar que trabajaba para la misma compañía que la mayoría de sus escritores favoritos, estaba tan feliz y emocionada, lo mejor era que el puesto de editora en jefe podría ser suyo, la llamada era justamente para hablar con los señores de eso, habían acordado ir a verla a su casa, pues les preocupaba que en su estado se esté exponiendo a salir, le agradaba mucho los señores Winslet, se veían como una pareja ciertamente adorable, no creería ni por un segundo que están a punto de divorciarse, pensándolo mejor, era lo que mucha gente pensaba de ella y Vision, pero las cosas entre los dos y a puerta cerrada eran completamente diferentes a como se comportaban en público, con ellos debe ser algo similar, Wanda veía a su aún esposo como un amigo y el padre de su bebé, pero ya no pensaba en él de manera romántica, el sonido de la puerta de su departamento la quitó de sus pensamientos, se levantó y abrió con una sonrisa al ver a su esposo.

Chocolate | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora