4. La peor esposa

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Jugaba con sus manos nerviosamente mientras intentaba respirar con normalidad en el auto, sentía que su atuendo la asfixiaba, siempre la ponía ansiosa ir a esta clase de eventos, nunca se sentía a gusto de ir, pero debía estar, no podía dejar que su esposo se muestre solo en esa clase de reuniones, como su mujer era su deber caminar de su brazo.

– Lo haces de nuevo – La voz de Vision la quitó de sus pensamientos

– ¿Hacer que? – Frunció levemente el ceño viéndolo de reojo

– Eso con tus manos – Contestó mientras entraba al estacionamiento del gran salón en el que sería el baile de la compañía para la que trabajaba – Te pones tan nerviosa como si fuera la primera vez que vamos

– Lo siento – Intentó controlar sus movimientos

– Está bien – Negó levemente deteniendo el auto – Solo sonríe mucho e intenta no irte de la conversación – Habló mientras acomodaba su corbata y veía su rostro en el retrovisor

– Eso haré – Asintió dirigiéndole a su esposo una sonrisa

– Eres realmente encantadora, Wanda – La tomó de la mejilla – No conozco a nadie que diga lo contrario, estarás bien, querida – Le dio un rápido beso – Te amo – Se bajó el auto para abrirle la puerta a su esposa

La pelirroja tomó la mano de su esposo y salió del auto de su brazo, entró al salón y notó las mesas alrededor, saludó a los presentes y empezó una conversación junto a su esposo y unos amigos de él, intentaba hacer lo que Vision le dijo, tratando de prestar la mayor atención posible, pues lo más común en ella era sentirse abrumada por tantas personas que su mente empezaba a divagar.

– Mira quiénes están llegando – Escuchó a su esposo y volteó hacia donde él veía

Wanda sonrió de inmediato al ver a Natasha llevaba un vestido verde esmeralda, resaltaba su figura, la falda le quedaba preciosa, su cabello normalmente lacio caía en delicadas ondas a los lados de su rostro, lucía un labial carmín y un maquillaje que resaltaba sus facciones, ella ya era preciosa de por sí.

Después de acercarse junto a su esposo a saludarlos, notó que Natasha estaba en la actitud de siempre en esa clase de eventos, como si estuviera distraída viendo a otro lado.

– Buenas noches, Natasha – Emitió la la pelirroja, ya que sabía que ella no le diría nada si no lo hacía primero

– Buenas noches, Wanda – Le sonrió levemente

La pelirroja alzó las cejas levemente inclinando su cabeza hacia un lado, la verdad no entendía a su amiga últimamente y se estaba cansando de querer comprenderla.

– Olvidé mencionarlo, Steve – Habló Vision viendo a su amigo – El señor Bernstein ha traído unos habanos estupendos, debes de probarlos

– Encantado – Sonrió el rubio – Vuelvo en unos minutos, Nat – Le dio un beso a su esposa en la mejilla y se fue con su amigo

Wanda sonrió levemente sintiendo los labios de Vision en su mejilla y después los siguió con la mirada.

– Te llamé en la mañana y como no contestaste, te envié un mensaje – Habló la pelirroja sujetando su clutch con algo de fuerza

– Disculpa, no he visto el celular en todo el día – Wanda ya se estaba cansando de todas las mentiras, en el pasado ella la ignoraba y no sabía si prefería eso

– Bueno – Asintió – Estaba pensando que...

– Disculpa, pero debo alcanzarle a Steve sus mancuernillas, olvidé que las tenía en el bolso – Rio falsamente – Nos vemos, Wanda – Se disculpó con la cabeza y se fue en dirección hacia donde sus esposos se habían ido

Chocolate | WandanatDonde viven las historias. Descúbrelo ahora