Chocolate | Wandanat

16. Tengo novia

Alisó su falda volviendo a entrar a la habitación, aún había mucho de que hablar con su novia, pero se le estaba haciendo tarde para salir a la oficina, le había costado bastante levantarse y alejar las manos de Wanda que estaba completamente dormida, hasta ahora, se notaba que había sido realmente agotador para ella el día anterior, se acercó a la pelirroja acariciando su cabello y la tapó mejor con las sábanas.

– Amor, ya debo ir a la oficina – Susurró Natasha no queriendo despertarla realmente

– Adiós, cariño – Musitó con la voz adormilada intentando abrir los ojos

– No te quería despertar, pero quería mi beso antes de irme – Se acercó a la boca de ella sintiendo como le correspondía torpemente – Descansa – Decía aún acariciando su cabello

– No puedo – Decía adormilada – Tengo un plan

– Shhhh... – Acarició su mejilla intentando que se relaje para que vuelva a descansar – Pasaré por alto el mensaje y el detalle de hoy, solo duerme – Sonrió al ver que estaba profundamente dormida de nuevo, le dejó un beso en la mejilla y se fue

...

No podía creer que tenía que nuevamente verlo ese día también, estaba en serio cansada y harta de lo mismo, había despertado con una sonrisa recordando haber dormido con su novia al lado, en medio de caricias y besos, había sido genial, después de ese bonito despertar vio su celular para justamente mandarle un mensaje a Natasha, pero se dio con la desagradable sorpresa de haber recibido uno ella, de quien en menos quería pensar.

"Aún tenemos mucho por hablar, ven a casa" Leyó incrédula.

Después de una serie de mensajes sin sentido y una plática hostil por el teléfono acordaron verse en un café cerca al departamento de Wanda, pues ella no quería ir a la casa de él, mucho menos invitarlo a la suya y tampoco quería arriesgarse a volver a perderse en la ciudad.

La pelirroja lo esperaba sentada en una de las mesas al fondo del local, ni siquiera quería estar ahí, no sabía que más le podría decir a parte de todo lo ya establecido.

– Hola, Wanda – Vio a su esposo tomar asiento delante de ella

– Hola – Ni siquiera se molestó en sonreír, se la veía en serio molesta – ¿Qué quieres?

– Que maleducada – Negó con la cabeza reprobatoriamente – Solo quiero establecer unos puntos para empezar con el divorcio

– ¿En serio? – Habló entrecerrando los ojos con desconfianza – Literalmente de un día para el otro te diste cuenta de que no podemos seguir casados – Emitió incrédula

– ¿Me quieres escuchar o seguirás con las ironías?

– Te escucho – Se inclinó hacia él interesada

– Sabes que no estoy de acuerdo con el divorcio, pero te lo daré si sigues yendo a la junta de señoras de la empresa y asistiendo como mi esposa a los eventos – Decía con seriedad y como si pareciera que le hacía un favor a ella

– ¿Qué? – Habló con notable confusión – ¿Por qué quieres que haga eso?

– Encontrar una esposa no es difícil, lo difícil será que se comporte como una, así que mientras busco eso necesito que lo finjas por mí – Se encogió de hombros diciendo lo más lógico para él – Tú tienes tu divorcio y yo mi imagen mientras me caso

– No puedo creer que me digas esto en serio – Soltó una risa amarga – Yo no soy una cosa para exhibir, yo creía entender la manera en la que veías el mundo, pero para ti siempre fui como de tu propiedad, alguien reemplazable que solo muestras en eventos y atendía tu casa, yo en serio pensé que tu manera de ver todo tan diferente y única era lo que te hacía especial, pero veo que solo me usaste, todos estos años nunca signifiqué algo más para ti que la idea de la esposa perfecta que tienes