Capítulo VI: Quédate.

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ANNA.

Paso la tarde entrenándome y entrenando a mi tropa para mañana, mis compañeros están con el capitán McLaughlin con el tema de los uniformes, yo voy a llevar un mono de cuero que me permita moverme fácilmente.

—Anna— me llama Claire, viene junto con Jess.

—Dime— termino de hacerme un recogido rápido en el pasillo, ya que el de esta mañana está estropeado.

—Esta noche hay fiesta de pijamas en casa de Emma y Scarlett— la miro emocionada, el que piensen en mí para estas cosas es algo que hace que me sienta querida—, ¿vienes?— pregunta con una sonrisa.

—¡Claro que sí!— doy un gritito y las abrazo emocionada.

Ambas siguen su recorrido y yo voy en busca de las llaves de mi coche, tengo que traer ropa a mi habitación, ya que en días como hoy me da un poco de pereza irme a mi casa.

—¿Alguna novedad?— le pregunto al portero de mi edificio cuando llego, él amablemente me entrega unas cartas, ninguna interesante.

Me ducho y en una bolsa echo el uniforme de mañana y el pijama.

La casa de Em y de Scarlett está un poco retirada de donde yo vivo, concretamente en un barrio central de Nueva York.

Doy mi nombre a la persona que hay tras un mostrador de la planta baja, ella se asegura de mi identidad y de que Em me permita el paso.

Todo es muy lujoso, y es que no es para menos con el sueldo que tenemos, toco la puerta y Claire aparece con un pijama de Mickey Mouse, se ve adorable.

—Hola— las saludo emocionada adentrándome en la casa, el salón es enorme, con ventanales hacia la ciudad y sus edificios, hay una barra de mármol negro que separa la parte de la cocina y del salón, hay varias habitaciones.

—An, mira, te hago un tour— se ofrece la pelirroja.

Entra en la primera habitación, la cual rompe con la estética de toda la casa, es muy adolescente, pero sin pósters y cosas raras, simplemente es mona, ella me indica que es la suya, la de al lado es de colores neutros y con algún que otro cuadro: de Scarlett, hay un despacho y un par de baños. En el salón hay varios colchones en el suelo, y también hay cajas del McDonald.

Me adentro en el baño para ponerme el pantalón del pijama y la sudadera con la que voy a dormir, cuando salgo me están esperando y eligiendo película.

—No pienso volver a ver Tomb Raider— se queja Scarlett.

—Venga...— suplica Claire, la cual me mira con un puchero—, seguro que Anna no la ha visto, ¿verdad?

Me siento a su lado y cojo una patata.

—No, ¿de qué va?— me hago la tonta, porque obviamente me la he visto demasiadas veces.

—Claire, por favor, me sé los guiones ya— Riley vuelve a quejarse.

—Me da igual, hasta que An no se los sepa no vamos a dejar de verla— sonríe victoriosa y la pone.

Me llevo la hamburguesa a la boca y Jess empieza a reírse.

—Me estoy acordando de cuando fuimos a la misión de las Vegas...— Claire y Scarlett le lanzan una mirada de advertencia.

—Joder, sí que pasaron cosas en esa misión, ¿no?— ellas asienten a la vez.

—Bueno... después de la misión, al día siguiente decidimos quedarnos por allí para descansar, porque estuvimos muchas semanas sin descansar del trabajo, era sábado, y los chicos y nosotras nos fuimos a un casino, ellos por su cuenta y nosotras por la nuestra, pero sin perdernos de vista, estábamos jugando al póker y a juegos de azar y un tío se le acercó a Scarlett— Em empieza a reírse—, el tío tenía como que setenta años y era un veterano en los juegos de azar— se lleva la hamburguesa a la boca y Em continúa contando la hazaña.

Misión Fénix (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora