Capítulo XXIV: Charlotte Bay.

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ANNA.

Son las doce de la mañana, mis compañeros están trabajando cada uno en lo suyo mientras que yo estoy cambiando de apariencia en un sillón de peluquería, hay dos chicas a mi alrededor preparándome, se llaman Mar y Sonya, y son las que se dedican a los cambios radicales para misiones o para exilios como es mi supuesto caso. Sobre las cuatro de la tarde se va a llevar a cabo el asesinato de Soraya, y ahí es donde va a empezar la segunda fase del plan, la cual desde la cabeza de la misión hemos llamado fase Maine, donde Duque se va a tener que reportar dando alguna señal hacia nosotros.

—Ay mi niña, con los ojos tan bonitos que tú tienes y te tienes que poner estas lentillas verdes— Sonya se lleva las manos a la cabeza y yo trato de sonreírle.

—¿Cómo te vas a llamar?— pregunta Mar mientras termina de secarme la melena que ahora es rubia.

—Charlotte Bay— contesto con acento francés.

Ahora llevo el pelo más corto de lo normal y rubio, algo que me ha dolido en el alma, pero por lo menos es un tinte que en unas semanas se caerá, las lentillas me las voy a poner para andar por todos lados, y a ojos de todo el mundo soy la teniente Bay.

—Pues ya estaría teniente Bay— dice Mar. Me levanto y me miro al espejo, lo primero que se me viene a la cabeza es que esa no soy yo, y lo segundo que se me viene a la cabeza es que tampoco tengo que ser yo. Creo que voy a desarrollar un trastorno de doble personalidad comportándome como Charlotte con algunos y como Anna con otros.

Abe entra al salón con un montón de papeles y ordena a Sonya y a Mar que se vayan, ellas le hacen caso.

—Estás preciosa Charlotte— Abe pasa una mano por mi ahora pelo rubio y me mira a los ojos—, esos no son los ojos de Anna— hace un pequeño puchero y se sienta frente a mí.

—Son los de Charlotte, vas a tener que acostumbrarte a ellos— inspira y traga grueso.

—Anna, aquí tienes tu carnet de identidad y tu información, todo esto es lo que has de saber, si tienes cualquier duda dímela por favor, ante los ojos del resto eres la teniente Bay, y tienes que tener muy claro de donde vienes y el porqué de muchas preguntas, ¿vale?— asiento y me da un leve beso antes de irse.

—¿Esta noche vienes a la fiesta conmigo?— Abe medio sonríe.

—Interesante propuesta teniente Bay, me lo pensaré— sonrío antes de que salga y me quedo sola ante los focos del salón.

Me miro al espejo, y con los documentos en mano empiezo a practicar como si fuese una actriz en un camerino justo antes de su gran intervención.

—Soy Charlotte Bay, hija de Maika y Brune Bay, nací en Francia, mis padres murieron cuando tenía ocho años, y mi destino fue un orfanato militar, empecé a prepararme para entrar en la élite con doce años, entré en ella con dieciocho, ascendí a teniente hace dos años, y actualmente tengo veintitrés y soy la teniente Bay.

Lo repito una y otra vez hasta que encarno el papel de Charlotte, salgo del salón pisando fuerte como haría ella, porque al fin y al cabo Anna y Charlotte tienen cosas en común y una de ellas es su fortaleza y las ganas que tienen las dos de comerse el mundo y de acabar con los hijos de puta.

Me dirijo al comedor, donde me siento con mis amigas.

—¡Pero qué guapa!— grita Em abrazándome.

—¡Pareces mi hermana!— Claire se pone a mi lado y sonríe ante nuestro parecido.

—Chicas soy Charlotte, no podéis comportaros conmigo frente a la gente de otras centrales como si fuese Anna— les susurro.

Misión Fénix (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora