Capítulo XLI: Marlene Aigner.

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ABE.

El latido de esperanza se define en una adolescente de dieciséis años. Mi hermana respira agitada y deja pasar a una chica joven, de las que estaban en la subasta de Duque.

Miro a Oliver furioso, ¿qué cojones pretenden hacer con una niña que no aparenta ni ser mayor de edad?

—¿Qué pasa?— Jessica se acerca a la niña y Catalina la coge de la mano para sentarla en una silla.

—Es militar— responde mi hermana con esperanza en la voz.

—¿Cómo?— me apoyo en una mesa.

A través del cristal se sigue viendo a Wesley llorar ante el monitor, viendo cómo muere su niña desangrada.

—Estaba entre las chicas subastadas...— Oliver intenta continuar pero la chica lo interrumpe.

—Soy Marlene, Marlene Aigner, soy soldado en formación de la academia de Alemania, tengo dieciséis años, hablo cinco idiomas y estoy estudiando el sexto, soy medalla de resistencia, en camuflaje, logística y combate físico— la chica nos deja a todos en silencio.

Mide alrededor del metro sesenta, es blanca de piel, con el pelo corto, por la barbilla, y castaño, además, tiene flequillo que le tapa algo de las cejas, sus ojos son verdes, y me da la sensación de que va a sernos de ayuda.

—¿Qué hacías en la subasta?— Catalina empieza a apuntar datos.

—Soy la mejor de mi promoción, y desde la central Alemania decidieron ponerme como cebo en una misión contra el narcotráfico— Cata la mira extrañada.

—¿No habían más soldados que tú?

—En esos momentos la central había entrado en crisis y decadencia, algo que hizo que tuviese que hacer yo de rehén en esa misión— toma aire y baja la mirada—, en esa misión murió Nicolás Duque, hijo de Sebastián Duque, hermano de Carlos, decidieron tomar justicia y me secuestraron y me llevaron a la zona oscura de Alemania, aquella en la que los Duque reinan, me tuvieron como empleada del servicio en la casa durante un año, ese año Andrés, el hijo de Sebastián se enamoró de mí y yo de él, pero su madre, Ximena, el peor engendro que pisa el planeta se negó a ello, decisión la cual me hizo querer escapar, y al intentarlo, me detuvo la seguridad de los Duque, y tomaron la decisión de llevarme a la subasta.

La examino, puede ser otra trampa más, y no me permitiría otro fallo.

—Marlene, ¿dónde habéis estado?— ella se vuelve hacia Scarlett, que es la que le ha preguntado.

—Salí hace dos días de la mansión de Alemania, me vendaron los ojos y solo sé que me llevaron a Bogotá, me drogaron varias veces y luego se produjeron la subasta y el rescate— hace una pausa—, sé que es difícil de creer, pero tenéis toda mi información y podéis contrastarla.

—También teníamos toda la información de Wesley y ha estado más de veinte años engañándonos— respondo con bordería.

—¿Dónde tienen posesiones?— continúa preguntando Scarlett.

—Tienen propiedades en todos lados y en todos los territorios,hasta donde yo sé están aliados con los mexicanos, los marroquíes, los italianos, y franceses; cada territorio lo usan para cosas diferentes, Francia para la trata de blancas, Italia para la droga, México para los clubes de prostitución, Marruecos para las torturas y la prostitución, y en el resto del mundo distribuyen droga— veo en todas las caras muecas de disgusto.

—No quiero seguir interrogándola aquí, Catalina, quiero que le hagas todos los exámenes pertinentes para evitar que esto sea otra puta mentira— hago el intento de irme pero la chica se levanta con furia.

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⏰ Última actualización: Aug 02, 2023 ⏰

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