Capítulo XXXIX: Que empiece la fiesta.

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ABE.

No dejo que nadie hable con Wesley, solo lo pienso hacer yo. Todo el mundo está afectado, pero la vida continúa, y hay que terminar con lo que se ha empezado.

Para acabar con lo de arriba primero hay que hacerlo con lo de abajo, pienso escalar escalón por escalón hasta llegar a la puta cima y matar con mis propias manos a Duque.

No hay tiempo, nada de tiempo, hay que actuar ya, y en equipo, Escarlatta está grave, en el hospital, por lo que ahora, sin Directora y sin General el mando de todo lo tomo yo, quizás el menos indicado, pero el que más ganas tiene de matarlos a todos.

Esquivo las miradas y a las personas hasta que llego a la sala en la que todos están ya sentados.

El aire pesa, ninguno mira al frente, todos están cabizbajos, la tensión crece cuando entro y me posiciono en uno de los extremos de la mesa.

—No tenemos Directora, ni General, así que el mando lo tomo yo, no tenemos a nadie más que nosotros, quiero todas las cabezas funcionando, no podemos permitirnos el equivocarnos de esta forma otra vez— nadie me mira, lo que me hace dar un golpe ensordecedor en la mesa—, ¿habéis escuchado?

—Sí mi capitán— siento peso en el pecho, me falta su voz.

—Hay que acabar con lo que hemos empezado, y vamos a hacerlo desde abajo, teniente Clark, quiero que entres conmigo al interrogatorio, Scarlett y Catalina, quiero que estéis a través del cristal tomando todas las notas posibles, llevadlo a una habitación insonorizada— tomo aire y miro la pantalla de mi móvil, la cual tiene un mensaje con un "ok"—, va a sufrir.

—Sí mi capitán— murmuran.

—El resto, quiero que interroguéis a todas y cada una de las mujeres rescatadas, quiero saberlo todo, de donde vienen, qué relación tienen con la mafia, qué vieron...— antes de salir de la habitación vuelvo a echarles un ojo, están derrotados—, ¡a trabajar!— les ordeno.

—Sí mi capitán.

Salgo de la sala y me dirijo a la habitación insonorizada en la que debe de estar ya Wesley y Jessica, la cual aún no sabe de mis intenciones. Llamo de nuevo al capitán de Arabia.

—Todo listo, gracias por la brevedad.

Lo que sea, sabes que somos rápidos en actuar, tenemos gente en todos sitios.

Cuando empiece el show te llamo— cuelgo y me reúno con Jessica.

Jess es una mujer fuerte, que tiene la sangre fría cuando se trata de estas cosas, que no se deja llevar por los sentimientos cuando se trata de trabajo, y una de las mejores agentes que tengo; es experta en informática y en interrogatorios, sabe lo que hace.

—¿Cómo vamos a actuar capitán?— pregunta sacando una libreta.

—Vamos a hacer daño, mucho daño— sus ojos se entrecierran.

...

Entramos en la habitación preparados y Wesley nos mira sonriendo.

Qué rápido se te va a ir la sonrisa...

No nos hagas perder el tiempo Lincoln Wesley— Jessica recorre la mesa y se sienta frente a él, yo me quedo a su lado de pie.

Frente a nosotros y a la espalda de Wesley hay un cristal oscuro por el que Catalina y Scarlett nos ven, y a mi derecha, una gran tele colgada en la pared.

—No estoy para perder el tiempo, así que empiece la fiesta— cojo mi móvil y le mando un mensaje al capitán confirmándole que hemos empezado, enciendo la televisión y el rostro de Wesley se desfigura al ver el cuerpo de su hija atado por las manos y los pies.

Misión Fénix (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora