Capítulo III: O se gana o se gana.

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ANNA.

—Teniente Annabelle Houston Rainhood— me nombra, me levanto.

—Teniente Rainhood presente— hago un saludo militar y me siento.

—Teniente Carel Hunter— un chico alto, negro de ojos miel y bastante corpulento se levanta y responde lo mismo que yo.

—Teniente Hunter presente— hace el respectivo saludo militar y se vuelve a sentar.

—Teniente Claire McLaughlin— su hermana lo mira y le sonríe.

—Teniente McLaughlin presente— se pone seria para lanzarle el saludo militar y se sienta.

—Teniente Alessandro Nelson— un chico castaño de ojos verdes y pelo liso y un tanto largo se levanta, responde lo mismo que el resto y se sienta—, teniente Scarlett Riley— Scarlett se levanta.

—Teniente Riley presente.

—Teniente Jack Rogers— el pelirrojo sigue al resto y después se vuelve a sentar—. Vamos a ver, somos el puto mejor ejército del mundo, hemos sido entrenados para matar, para rescatar, para torturar, para enfrentarnos al mismísimo diablo, porque vivimos en un infierno constante, nuestras cabezas están en los catálogos de cabezas más preciadas de todos los asesinos, terroristas, secuestradores y mafiosos del mundo, nos vamos a enfrentar a los más peligrosos, a los peores, nadie sabe en qué batalla va a caer, pero si hay algo que tenemos claro en este ejército es que todos somos iguales, todos somos soldados, y damos la vida por el compañero. Vamos a enfrentarnos a situaciones en las que no haya puertas por las que salir, ni ventanas, ni chimeneas, y en las que con nuestras propias manos tengamos que hacer un túnel en la pared. No estoy dispuesto a tener un equipo de inútiles, aquí se da lo mejor de cada uno todos los días. Vamos a ser torturados, amenazados, presionados, van a ir a por nosotros, pero recordad quienes somos y para lo que estamos hechos. Quien le tenga miedo a morir que se vaya, quien le tenga miedo a matar que se vaya, quien no sea un témpano de hielo frente a situaciones jodidas que se vaya— todos nos quedamos en silencio—. ¿Quiénes somos?

—¡La Élite neoyorquina capitán!— respondemos al unísono.

El asistente de Abe nos reparte unas carpetas y las abrimos, en ellas hay papeles e información sobre altos mandatarios del gobierno y sobre dueños de compañías americanas bastante importantes. Abe enciende el proyector y nos muestra una mansión bastante grande y que para nada pasa desapercibida.

—Dentro de dos días se va a celebrar una reunión entre personas del gobierno y empresarios, van a hablar temas importantes y de actualidad, se han desatado las alarmas al haber un intento de atentado contra ellos. Les hemos dicho que por su seguridad deben cambiar la fecha de la cena, pero nos han dicho que no, que la cena tiene que ser esa noche. Vamos a trabajar con el módulo cuatro y con las tropas de subtenientes, las que mejor entrenadas estén participaran, como tenemos tiempo, vamos a prepararlo bien— las personas del módulo cuatro entran y se quedan de pie, son seis.

—Necesitamos los puntos conflictivos, las posibles entradas y salidas, el capitán Moreau y la teniente Riley se van a encargar de las cámaras de seguridad, de la comunicación y del control tecnológico, el resto, trabajaréis en equipo para idearlo todo— Oliver se sube al lado de Abe.

—Antes de mañana necesitamos tenerlo todo, ya que así podremos repartir las posiciones y elegiremos las tropas de subtenientes que necesitamos, cogeremos dos, las mejor formadas, y pasado mañana será para terminar de preparar la misión, ya que esa misma noche, la noche del viernes se llevará a cabo la operación.

—¡Sí mi capitán!— contestamos.

—Pueden retirarse— salimos de la sala y voy en busca de mi despacho.

Misión Fénix (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora