Era como la quinta vez en el día que Namjoon y Jay intentaban sacarlo del hospital. Los trabajadores del lugar estaban en discusión tras discusión con ambos, cosa que a Yoongi le estaba colmando la paciencia y la poca paz que trataba de tener. Y para no mentir también sentía miedo por el hecho de que algo malo sucediera o incluso supieran quién era realmente y no solo él, si no también Namjoon.
Se encontraba a una cierta distancia lejos de la recepción donde estaba Namjoon y Jay discutiendo con la encargada de ese piso junto a dos mujeres y un hombre. Estaba sentado en la silla de ruedas con una maleta en su regazo mientras mantenía el ceño fruncido observando la escena. Quería salir del hospital de una puta vez pero las cosas no habían salido como se había planeado.
Por un momento se preguntó dónde estaba Taehyung quien se suponía que iba a ayudarlo. Y si, mismo que lo trajo a esta situación si no lo hubiera casi matado a golpes con ese bate. Suspiró pesado y rodó los ojos desviando la mirada observando a las personas que ayudaban a los pacientes que estaban heridos, aunque uno que otro era muy engreído y bastante grosero.
Típico de gente de clase alta y del bajo mundo.
A lo lejos estaba Jimin quien iba llegando con una botella de agua en manos junto a la mujer que lo ayudaba en sus terapias físicas. Yoongi no se había percatado de ello, por lo que fue hasta la máquina de dulces y sacar uno para calmar su estrés. El de cabellera rubia tomó asiento en la sala de espera observando la escena que Namjoon y Jay estaban teniendo con los encargados del piso.
Frunció leve el ceño tratando de entender porque había tanto escándalo hasta que observó como el de tez morena señalaba a un Yoongi que se encontraba peleando con la máquina de dulces que no estaba sirviendo del todo. Al darse cuenta de ello, frunció el ceño y abultó sus labios. Se levantó de su lugar observando de reojo a las personas discutir y luego a la mujer que había llegado junto a él que estaba hablando con un médico.
Suspiró pesado y se acercó a pasos lentos a un Yoongi malhumorado y maldiciendo por lo bajo. Estaba nervioso por lo que había pasado aquella vez en la habitación junto a su madre y hermano mayor.
—Maldita máquina de mierda.—arrugó la nariz y golpeó de un manotazo la máquina, haciendo que Jimin se sobresaltara y mordiera sus labios.—Uno queriendo aliviar el estrés y tú no ayudas, puta máquina.—dió otro golpe y bufó alejándose.
La mano de Jimin paso cerca de su rostro por detrás suyo y presionó un botón rojo que tenía la máquina a a un costado, por lo que el asesino se quedó algo tenso y miró de reojo como aquella mano que lo estaba ayudando sacaba un caramelo de envoltura verde sabor a limón con menta.
Desvío la mirada hacia un lado y tomó la mano del responsable que le había entregado el dulce. Alzó la vista y al encontrarse con aquel chico que desde hace días su cabeza pensaba en el, sintió cierta aura extraña. Elevó una ceja y luego desvío la mirada hacia el dulce que tomó entre su pulgar y dedo índice.
—Gracias.—lo miro de reojo.—No era necesario que me ayudaras.—soltó de una forma tosca, por lo que Jimin mordió sus labios y bajó la mirada hacia sus manos que eran casi cubiertas por las mangas largas que le hacían ver estás más pequeñas de lo que ya eran.
Min lo miró un par de segundos y se alejó un poco abriendo el caramelo y llevándolo a su boca mientras observaba aún a Namjoon y Jay discutir con los empleados del hospital.
—Muy fastidioso ¿No crees?.—mantuvo su mirada fija en la escena frente a él.—Este hospital lo hace tan difícil, enserio que quiero largarme. Hacen tanto rollo para salir cuando bien se puede hacerlo fácil pero ellos lo complican.—frunció el ceño.—Hospital del carajo...—susurro lo último por lo bajo. El menor se mordió los labios frunciendo leve el ceño y desvío la mirada hacia la escena. No entendía del todo porque el hombre en silla de ruedas sonaba tan molesto, pero se había dado una pequeña idea al escuchar aquellas palabras.
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𝐔𝐍𝐀𝐂𝐂𝐎𝐔𝐍𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 | Taekook
FanfictionUna mafia, un solo mundo, dónde todos desconfían de todos. Pero quién diría que un solo detalle cambiaría el mundo de todos por completo. Más asesinatos, más casos, más muertes, más complicaciones y sobre todo, más búsqueda masiva de cada líder de l...