Capítulo 6.

932 102 41
                                    


Habían pasado nueve días desde que aquel hombre le había hecho pasar aquella humillación dejándolo en el suelo llorando y en una posición bastante incomoda, que terminó por dejarle otro dolor de cuerpo insoportable.

Pero por suerte, el hombre que había quedado a su cargo, lo había ayudado al día siguiente cuando entró a darle su charola de comida. La cual contenía arroz con verduras, pan y agua.

Era todo.

Jungkook estaba agradecido de al menos comer algo como eso, aunque le sorprendió que el pan siempre estaba recién hecho al igual que toda la comida, pero eso solo había sido el primer día de la ausencia de su agresor. Porque a partir del segundo día, la comida estaba fría y no tenía tanto sabor.

Hubo un momento dónde le había reclamado al hombre de tez pálida el por qué de un momento a otro la comida comenzó a sentirse así y no como el primer día, a lo que aquel hombre le había dicho que era lo único que había.

Ese día Jungkook había explotado.

Lloró tanto de la impotencia que le había gritado de todo al hombre que había quedado a cargo de el. Las veces que el hombre lo iba a ver solo para darle comida, Jungkook le decía que quería bañarse pero el hombre le decía que no o simplemente no le respondía y lo ignoraba saliendo de ahí.

Durante los nueve días había dormido en el suelo pasando frío y con mucho dolor corporal y de cabeza. Lloraba todas las noches hasta quedarse dormido y solo sabía que era de noche cuando el pequeño rayo de sol que se veía de la ventana pequeña de la puerta de hierro oxidada, desaparecía y dejaba de verse.

Solo así sabía cuando era de noche y de día.

El sonido de la puerta de acero ser abierta se escuchó, haciendo que Jungkook se despertara a duras penas abriendo los ojos y moviéndose con dificultad debido al dolor corporal que sentía aún.

El hombre que estaba cargo de él, había entrado con una charola en manos pero está vez con algo más.

Una bolsa negra.

Jungkook frunció leve el ceño y con dificultad se sentó en el suelo mirando al hombre cerrar la puerta.

"Come" dijo el hombre tomando la charola de comida y acercándose a él dejándola enfrente suyo.

Miró la comida siendo la misma de siempre, no se quejó pero por un momento estaba fastidiandose de que sea lo mismo, pero tampoco se quejaba porque solo comía una vez al día.

Observó al hombre quien se acercó a él y lo giró de golpe sacándole un gemido de dolor, para quitarle las cadenas y pudiera comer.

En cuanto el hombre se alejó, con miedo pasó sus manos al frente y tragó duro tomando aire. Sus muñecas estaban horribles, el primer día que el hombre lo desató, fue amenazado de que no hiciera nada malo o intentará huir porque le volarían la cabeza con la pistola con la que ahora estaba siendo apuntado.

Miró de reojo al hombre tragando duro y bajo la mirada hacia sus muñecas que estaban moradas, rojas, irritadas y bastante inflamadas por la atadura de aquellas cadenas.

Tomó la charola sintiendo un dolor punzante y la puso en su regazo con cuidado, tomando la cuchara de plástico y empezar a comer sintiéndose incómodo con la mirada del hombre que lo apuntaba con un arma.

𝐔𝐍𝐀𝐂𝐂𝐎𝐔𝐍𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora