Capitulo 9.

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El auto avanzaba hacia la zona ya casi al final de la ciudad, dónde se ubicaban los narcos, sicarios, asesinos, violadores, mafiosos, ladrones, extorsionadores, etc. Una zona donde habían mansiones y casas de casi cuatro pisos, dónde se simulaba que vivían personas de alta clase, sin embargo no eran personas "Ricas", como solían decirles, si no; eran las personas del otro mundo.

Mafia.

Tenía una reunión con el líder de la Mafia Lee, quien le había llamado al sicario para un pequeño trabajo que tenía que terminar ese mismo día. Por lo que estaba justo ahora dirigiéndose hacia aquella zona, dónde al llegar detuvo su auto y bajó el cristal.

—¿Nombre?.—preguntó el seguridad de la zona.

—Vante.

Respondió tomando el volante con una mano regresando su mirada al frente jugando con sus tres anillos; uno de oro y dos de plata. El hombre que era encargado de cuidar la zona y verificar quien llegaba y entraba, revisó el portátil y al encontrar el nombre del sicario, lo miró y asintió alejándose.

Subió la ventanilla y avanzo en cuanto dos hombres abrieron la grande puerta negra dejándolo pasar. Condujo hasta adentrarse más a la zona, así llegando dónde comenzaron a verse las lujosas y grandes casas.

Avanzó dónde el GPS le indicaba y entró por aquel camino, dónde mientras más avanzaba varias fuentes de agua cristalina empezaban a verse. Observó con detalle y en cuanto estuvo ya casi dentro, se detuvo en el gran portón rojo.

Un hombre alto de traje negro, se acercó al auto y bajó la ventanilla retirándose las gafas negras.

—¿Usted es Vante?.—cuestionó el hombre.

A lo que el sicario asintió y relamió sus labios. El hombre se alejó unos segundos del auto y habló por su radio, así que el sicario solo bufó leve y se colocó las gafas en su cabeza esperando.

En cuanto el hombre terminó de hablar por la radio, regresó dónde estaba el sicario en su auto y le dió una tarjeta roja, por lo que el sicario elevó una ceja confundido y lo miró.

—¿Y esto que?.

—El señor Lee me indicó que se lo diera y en cuánto entrara para reunirse con él, le explicaría sobre la tarjeta.—dijo el hombre.

El sicario asintió y subió su ventanilla, comenzando a conducir y entrar en cuanto los portones se abrieron. Condujo hasta dentro y estacionó su auto frente a la gigantesca mansión con tonalidades rojas y grises.

Era muy hermosa

Bajó del auto y observó todo el lugar. Habían hombres de traje negro con armas en sus manos vigilando por todos lados, de igual forma habían cámaras que el sicario notó, pero solo caminó hasta la entrada. Y es que tampoco era que tuviera segundas intenciones de matar a alguien de la Mafia Lee.

No por ahora.

Tocó la puerta de madera de color chocolate y se alejó esperando a que abrieran. Después de unos segundos, la puerta se abrió dejando ver a una mujer vestida con un traje rojo y un sombrero pequeño del mismo color.

¿Acaso la familia Lee era tan fan del color rojo?

Al parecer si.

El sicario entró y guardó las manos en sus bolsillos observando el interior de la mansión que era grande y bastante espaciosa. Tenía adornos lujosos y la mayoría era de vidrio, habían cuadros modernos, una que otra estatua lujosa que al parecer era de cerámica pura de último modelo y recién pulidas. El piso era totalmente de un color crema cacahuate, el cual brillaba y se reflejaban las luces blancas.

𝐔𝐍𝐀𝐂𝐂𝐎𝐔𝐍𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora