𝐔𝐍𝐀𝐂𝐂𝐎𝐔𝐍𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 | Taekook

Capítulo 40.

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El siguiente capítulo contiene contenido explícito; abuso sexual, violencia, tortura de alto grado, vocabulario vulgar, fetiches nauseabundos, acciones inhumanas, problemas mentales, armas, etc...
Se aclara desde ahora que ninguno de estos actos están siendo normalizados y tampoco se incita a qué se hagan. Este tipo de acciones son inaceptables y nefastos. Se pide de la manera más amable que si este tipo de contenido delicado no es de tu agrado, te retires y vayas a buscar por otro lado. Esto es con la finalidad de que nadie salga perjudicado. Y que el autor tanto como la historia no sean afectadas. Todo esto es FICCIÓN. Aprendamos a diferenciar la realidad con esto.

Gracias.

El sonido de algo filoso interrumpió su plácido sueño. Lentamente sus ojos se abrieron observando el lujoso techo blanco. Todo estaba oscuro. Sabiendo que la noche había caído. Bostezó y parpadeó un par de veces para aclarar la vista. Pero al momento que quiso moverse. Algo muy duro se sintió en sus muñecas. Sus piernas se sentían dormidas y sus tobillos muy tensos. Y cuando desvío la vista hacia abajo observó sus piernas abiertas. Y el escalofrique sintió en todo su cuerpo le hizo saber que estaba completamente desnudo.

Toda la habitación que se encontraba oscura. De pronto se iluminó por completo. Jungkook cerró los ojos con fuerza no logrando acostumbrarse a la iluminación. Soltó un quejido debido a la herida en su mentón que se encontraba cubierta por aquella banda. Cuándo logró aclarar la vista y acostumbrarse a luz. Sintió unas manos heladas acariciar sus piernas. Abrió los ojos en grande quedandose quieto.

—Buenos días, lindo Jeon...—escuchó.—Espera no, mas bien...—el sicario soltó una risa.—Buenas noches, lindo jeon...

Jungkook desvío la mirada de golpe hacia al frente encontrándose con el sicario con una sonrisa aterradora en el rostro en medio de sus piernas. Y no pudo evitarlo. Estuvo a punto de gritar con todas sus fuerzas. Pero el filo de la navaja se posó en su garganta.

—Sh, sh...—calló el sicario besandole la mejilla.—Guarda silencio, mi pequeño devoto...—soltó una risa escalofriante.—Hay visita abajo y no deben escucharnos ¿Entiendes?...—rozó los labios en la mejilla del menor.

Jungkook comenzó a soltar incontrolables lágrimas. El terror lo estaba invadiendo por qué estaba totalmente desnudo sobre una mesa de madera atado. Después de que aquella mujer lo ayudara y llevará a una habitación acogedora y quedarse dormido. Ahora se encontraba en una totalmente distinta. Recordaba muy bien lo que había pasado y las cosas que le había gritado al sicario. Y ahora se encontraba en esta posición.

—L-lo siento...no lo volveré a hacer. Lo pro...-

—Shhhh...—ejerció más presión en la garganta de Jungkook.—Dije que silencio por qué hay visita abajo...—respiró profundo en la mejilla del menor.—Nos vamos a divertir mucho y no creas que todo lo que gritaste allá afuera se quedará así...—rió asperamente.

Jungkook jadeó mirándolo y rogando con lágrimas que no paraban de caer con bastante fuerza.

—P-por favor...V-van...-

—Cállate.

Jungkook chilló con fuerza al sentir un ardor horrible en la garganta. El sicario alejó la navaja y pasó toda la longitud de su lengua en la pequeña cortada que le hizo sobre la piel. Jungkook cerró los ojos. El sicario se alejó y se retiró el largo saco que portaba. Jungkook con la vista nublada hacia el techo escuchó varios ruidos.