Prólogo.

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Su vida era perfecta, tan estable, no le faltaba nada en lo absoluto, tenía todo. Su madre era la mujer más hermosa y amable, su hermana mayor la chica más graciosa y bondadosa y su hermano mayor, el más atractivo e inteligente que había conocido. Pero él, siendo el menor, había heredado todo de cada uno de ellos, pero para él, su gran ejemplo a seguir era su padre. Un hombre con bastante carácter, pero alguien bondadoso y respetado por todo el mundo, y eso era algo que el mismo Jeon-Jungkook se preguntaba ¿Por qué su padre era tan admirado, respetado pero sobre todo, temido por todos? Esa era la pregunta que circulaba en su cabeza día tras día, pero siempre recibía la misma respuesta por parte de su madre y hermanos; «El es una persona que ha trabajado duro, Jungkook.»

Trabajado duro.

El menor se preguntaba por qué su padre había trabajado tan duro, y cuál era la meta en su vida, aunque el hombre siempre le decía a su hijo de ojos grandes y con sonrisa de conejo, que toda persona que lo miraba quedaba encantado ante sus ojos.

"La vida consiste en trabajar duro, Kook. Así que cuando crezcas, quiero que hagas lo mismo que hice yo y tus hermanos, al igual que tu madre, y eso fue trabajar duro." dijo acariciando los cabellos azabaches del menor, el cual se encontraba sentado a su lado con una sonrisa mirando hacia el grande lago.

"Lo haré padre, pero ¿Y si no lo logro como ustedes lo hicieron?." mencionó con cierta tristeza bajando su mirada decaída y algo preocupada.

"Mírame". tomó la mejilla de su hijo y le sonrió levemente. "Lo lograrás, nosotros confiamos en ti, Kook, eres alguien que llegará muy lejos y que será nuestro futuro heredero así como lo fueron tus hermanos".

Los ojos del menor brillaron y abrazó a su padre con fuerza, hundiendo su rostro en el pecho de este. Su pequeña mente estaba tranquila y confiada, por qué para todo adolescente, la familia era el vínculo más importante en la vida a pesar de las peleas, discusiones o problemas que habían.

Eso lo era para él.

Jungkook era un chico bastante positivo y alegre, que cualquiera que se topaba en su camino, decía que era como un ángel mandando del cielo. Por ello, era alguien cuidado y bastante protegido por los hombres que su padre contrataba y que lo cuidaban como si fuera el diamante más valioso del mundo.

Y claro que lo era.

Pero quién diría que todo arcoiris, todo sol brillante, todo color rosa y vida estable, se irían a la ruina en segundos. Claramente eso pasó con Jeon-Jungkook, esa maldita noche. Esa maldita noche donde perdió el conocimiento y fue la última vez que vió a su mejor amigo gritar que no se lo llevaran.

Pero ambos solo eran dos adolescentes que estaban divirtiéndose esa noche de su cumpleaños. El cumpleaños número dieciséis de Jeon Jungkook.














(...)










Dolor, era lo único que sentía. No podía ver nada, por qué la hinchazón en sus ojos no se lo permitía. Sus brazos dolían como nunca y solo dejaba salir quejidos bajos y deliraba como si estuviera a punto de morir, pero la realidad era que la persona que lo miraba desde la esquina de la habitación, no iba a dejarlo morir jamás y cuando esté decía 'Jamás', era jamás.

Por qué para él 'El nunca', siempre pasaba, por ello siempre decía el 'Jamás', y vaya que nunca se equivocaba, por qué desde que aquel chiquillo cayó en sus manos, ahora nadie iba a poder quitárselo. Y cuando algo caía bajo su poder, ni el mismo diablo podía arrebatarselo.

El cuerpo delgado del chiquillo temblaba y las lágrimas fluían tan lentamente, combinadas con sangre, mientras su cuerpo no hacía ningún movimiento alguno y eso le gustaba a su espectador, el cual sonreía mientras dejaba salir aquel humo de sus labios lentamente y relamía estos teniendo pensamientos tan retorcidos mirando el cuerpo de aquel chiquillo en el suelo.

"Como me gusta joderte la existencia, lindo Jeon".

Y esto solo había sido el comienzo de todo un caos en el mundo de la mafia, pero sobre todo en la vida de aquel monstruo. que miraba al pequeño chiquillo frente a sus ojos.















Y no hay manera de explicar todo esto que siento, pero tengo miedo.

—Unaccountable.



𝐔𝐍𝐀𝐂𝐂𝐎𝐔𝐍𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora