Capitulo 4.

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Un sonido sordo se escuchaba en sus oídos, dándole fuertes punzadas en el puente de su nariz, mientras que sus ojos pesaban y dolían por la fuerte presión que ejercía la venda en sus ojos. Sentía sus manos entumidas al igual que sus pies y piernas, pero sus tobillos dolían, sintiendo algo duro en estos al igual que sus muñecas.

Su cuerpo estaba tirado de lado, mientras que su rostro estaba contra algo rasposo, como si fuera tierra, aunque si lo era. Cuando pudo abrir sus ojos, no podía ver nada. Comenzó a removerse como pudo, pero al hacer más fuerza de la que estaba haciendo, se quejó fuerte.

No pudo emitir sonido alguno, debido a que su boca estaba sellada con una cinta y por encima un trapo que era amarrado por detrás de su nuca.

Con frustración, su respiración se volvió agitada al recordar todo lo que había pasado. El rostro de Jimin había llegado a su mente, al igual que aquellos tres tipos que los habían acorralado en el baño, aunque Jungkook no recordaba sus rostros.

La sustancia que le habían inyectado, había provocado que los pequeños recuerdos que tenía en el momento que fue secuestrado, sean borrosos o incluso no muy claros.

Pero sabía muy bien lo que había sucedido.

Su corazón latía con fuerza y su respiración era agitada. Sudaba frío y sentía muchas punzadas en su cabeza, el cuerpo le dolía mucho y podía sentir como sus manos y muñecas empezaban a entumirse. Y eso no era algo agradable y menos para ese momento.

Su desesperación por querer arrancarse la venda de los ojos, no tardó en aparecer y comenzó a moverse, hasta que quedó bocabajo.

Mala idea.

Se quejó con fuerza al darse cuenta que no había sido buena idea intentar moverse. Por qué terminó quedando en una posición bastante inútil. Se quedó quieto por un momento tratando de tomar aire, aunque no podía tenerlo del todo. Por qué el lugar en donde se encontraba no tenía ni una sola ventana.

Solo un pequeño foco en el techo.

Sus intentos de volver a moverse y sentarse, se vieron interrumpidos al escuchar unas voces detrás de la puerta. Se quedó quieto dejando de hacer todo el ruido posible para poder escuchar mejor.

"¡Eres un idiota! Mira ahora en el puto problema en el que estamos" dijo uno de los hombres.

"Deja de quejarte y ahora debemos pensar en que hacer y sacar a ese maldito mocoso de aquí"

Y si, se encontraban dos de los hombres que habían secuestrado a Jungkook frente a la puerta donde se encontraba aquel adolescente aterrado y con frío, tratando de escuchar la conversación que estos tenían.

"Te dije que no era buena idea traerlo aquí, pero por tu pinche desesperación, ahora no podemos sacarlo y menos por qué Vante nos dió dos putos días para llevarnoslo" caminó desesperado por aquel pasillo rústico. "Pero te demoraste en regresar, no contestabas mis llamadas y ahora estamos aquí, en un puto lugar donde nadie debe entrar, más que solo Vante"

Observó el largo pasillo que apenas era alumbrado por una luz blanca, mientras que la puerta frente a ellos era de acero duro, que contenía tres candados con cerraduras y una cadena gruesa en la manejilla de tubo para sostenerla y abrirla.

El contrario solo caminó en pequeños círculos mientras jalaba sus cabellos. No tenía idea de cómo abrir la puerta, ya que nadie podía abrirla, más que solo el dueño que la había construido.

"Dime ¿Que mierda vamos hacer? Tu sabes que ese maldito niño es una joya y el jefe nos pidió que debíamos llevarlo lo más rápido con el para sacarlo del país y..-"

𝐔𝐍𝐀𝐂𝐂𝐎𝐔𝐍𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora