Capítulo 44.

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(⚠️⚠️⚠️⚠️)

Mención de tráfico de personas, así que se pide discreción en todo momento del capítulo. Así que si no te gusta este tipo de contenido favor de retirarse o saltarse el capítulo. Esto es con la finalidad de que nadie salga afectado.

Gracias.

Todo es FICCIÓN recuerdenlo.




























El trayecto al lugar había sido tortuoso, al menos para Jungkook.

El auto se detuvo frente a una enorme casona con luces calidas radiantes. Habían autos bastante costosos por todos lados y gente con vestimenta bastante lujosa bajaba de los vehículos; hombres y mujeres.

Jungkook estaba perdido es la sensación horrible que tuvo que soportar por una hora entera que no prestó atención a lo que dijo Soyeon, sólo escuchó las puertas de adelante cerrarse con fuerza. El sicario no dudó en jalarlo de la cintura y subirlo a su regazo. Jungkook se quejó por el repentino movimiento y llevó sus manos a los hombros del mayor.

Jadeó con fuerza y apretó los ojos para luego abrirlos y encontrarse con la mirada penetrante del sicario.

—Creo que ya sabes muy bien cuáles son las reglas al bajar de esta camioneta.—lo pegó más a su cuerpo, por lo que Jungkook apretó los dientes por su costilla fracturada.—No intentes escapar, no hables con absolutamente nadie y mucho menos te atrevas alejarte de mi.

Jungkook pasó saliva con dificultad y no por lo que el sicario le estaba diciendo, al contrario, era porqué era la primera vez que volvía a rodearse de personas exteriores después de tanto tiempo de que fue secuestrado y privado de su libertad. Tal vez debía sentirse un poco libre y relajado, sin embargo, caía en cuenta de que no estaba en Corea, si no, en un país totalmente distinto.

—¿Entendiste?.—el sicario lo tomó con brusquedad de la nuca.

Jungkook se quejó abriendo los labios y frunciendo el ceño.

—S-si...—a duras penas respondió por el maldito fuerte agarre.

—¿Si que?.—Vante lo sacudió con fuerza de la nuca.

Jungkook chistó entre dientes y apretando con fuerza los hombros del contrario.

—S-si, Vante...—respondió.

El sicario sonrió ladino y se acercó para depositarle un beso en los labios de forma brusca. Jungkook correspondió a ese estúpido beso de mala gana y en cuánto el sicario cortó el beso, fue empujado nuevamente contra el asiento.

—Acomodate esa ropa y ponte más bálsamo.—lo miró acomodándose su saco.

—No traje el bálsamo.—dijo apartando la mirada.

El sicario lo miró de inmediato y frunció el ceño.

—¿Porqué mierda no lo trajiste?.—cuestionó tosco.

Jungkook resopló cansado. No quería que nuevamente el sicario perdiera el control y lo golpeara.

Aunque ya no le importaba en lo absoluto lo que el sicario hiciera con él.

—¿Porque tal vez las mujeres que me ayudaron a tener este atuendo se lo quedaron? ¿Y porque no era mío? Genio.—habló de una forma tan egocéntrica.

𝐔𝐍𝐀𝐂𝐂𝐎𝐔𝐍𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora