Capitulo 48.

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Escenas sexuales explícitas. Se pide discreción en todo momento y no es apto para menores de 18 años. Si este tipo de contenido no es de tu agrado, favor de retirarse o saltarse el capítulo.





























El profundo descanso en el que se encontraba, dió por terminado. Abrió lentamente los ojos encontrándose con la vista borrosa. Volvió a cerrarlos lentamente para aclararla un poco, y en cuánto lo logró, abrió de nuevo los ojos encontrándose con el techo blanco del hospital.

No recordaba nada.

Giró la cabeza lentamente hacia un lado notando el catéter insertado en su mano. Giró hacia el otro lado notando varios tubos insertados en su brazo, dónde había un dolor agudo pero leve. Sus labios se sentían secos y tenía mucha sed. Intentó mirar al frente, pero un fuerte dolor de cabeza se hizo presente.

—A-ah...—se quejó tocandose la cabeza con cuidado y haciendo muecas de dolor.

El hombre que se encontraba sentado frente a él. Lo observaba fijamente y estaba atento a cada movimiento que hacía. Pero al notar su malestar, no dudo en ponerse de pie lentamente y seguir observandolo.

—Lindo Jeon...—dijo en voz baja rodeando la camilla.

Finalmente había despertado. El momento que había estado esperando llegó y solo quería comer a besos a ese pobre jovencito.

Incluso ahorcarlo.

—M-me duele...—se quejó.

Vante se cruzó de brazos sin moverse aún, pero al escucharlo quejarse más alto, el instinto le hizo acercarse al chiquillo y ayudarlo a sentarse con cuidado. Jungkook no tenía la noción del tiempo y aún no recordaba que había sucedido.

No aún.

—V-vante...

—Aquí estoy, lindo Jeon.—le acarició con suavidad la espalda baja y se acercó el rostro al cabello del menor para sentir la esencia de este.

Aunque para ser honestos Jungkook no se había podido duchar en días debido a su estado. Sin embargo, por naturaleza, Jungkook no olía tan mal a pesar de tener el cabello sedoso.

Para el sicario siempre olía bonito.

—M-me duele la cabeza...—se quejó.

Por inercia, Jungkook apretó la mano del sicario con fuerza y apoyó la frente en el hombro de este en busca de calor. La habitación estaba muy fría para ser honestos. A Vante no le importaba realmente la temperatura en el que se encontrara y mucho menos si a Jungkook le estaba haciendo mal o si tenía frío.

Pero a alguien más si le importaba.

Se alejó del menor y se levantó para acercarse a la mesa de noche. Tomó la caja de pastillas y sacó una de la envoltura. La enfermera que había estado momentos antes, le había mencionado que si en dado caso que Jungkook despertara con algún tipo de dolor que se la diera. Y claramente así fué.

Sirvió un vaso de agua y regresó con el menor tomando asiento a su lado.

—Toma.—le extendió ambas cosas.

Jungkook débil tomó la pastilla y la llevó a su boca. Tomó el vaso con las manos temblorosas y bebió de a poco el agua. Su garganta se sintió fresca y de pronto sus labios dejaron de estar un poco secos, dejando de lado lo maltratados que estaban.

𝐔𝐍𝐀𝐂𝐂𝐎𝐔𝐍𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora