Capítulo 2

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- Excelente, entonces, ¿Te veo afuera? -.
- Claro, ya salgo -.

Cuánto odiaba escuchar conversaciones ajenas, pero teniendola enfrente de mí eso era imposible de evitar.
Cuando ya la mayoría estaba afuera del salón, me puse de pie y guardé mis cosas dispuesto a irme, sin embargo, la chica giró y me miró con una sonrisa.

- Me alegra mucho que seas mi compañero, al menos no tendré que buscarte por toda la escuela ya que ni siquiera sé tu nombre, ¿Cómo puedo pagarte? ¿Quieres qué te invite el almuerzo? Ahora no puedo pasarte alguna tarea, pero creo que el almuerzo no está mal - Dijo.

A pesar de que yo la miraba con el ceño fruncido y totalmente serio, ella no parecía temerle a mi mirada ni tampoco tenía intenciones de desviar sus ojos de los míos.

- No necesito que me pagues nada, ni siquiera sé porque te ayude - Respondí sincero.
- ¿Perdón? - Preguntó confundida.
- La verdad es que debí dejarte caer, así te fijas mejor la próxima vez y evitas hacerme perder el tiempo - Aseguré.

Ahora sí, las cosas tomarían su rumbo perfecto.

- Vaya, que tipo tan grosero eres, no te conozco en absoluto y ya siento que tu arrogancia es fatal, en fin, si ahora no quieres nada está bien, pero yo sigo debiendote un favor aunque tu intención no haya sido buena - Mencionó.

Mi sorpresa se hizo presente al haberla escuchado decir aquello de una forma tan tranquila, ni siquiera mostró miedo o respeto por quién aparento ser.

- Nos vemos en la siguiente clase, chico -.

Tomó sus cosas y sin más salió por la puerta perdiéndose de mi vista.
¿Qué rayos con esta chica? O en verdad estaba loca o fingía ser valiente, tal vez el hecho de no saber nada de mí la hacía sentirse con la posibilidad de hablarme y mirarme, y por primera vez deseaba que los rumores le lleguen rápido, así me evita tener que escucharla o verla, y definitivamente, que se vuelva a sentar delante de mí.

___'s POV.
Erick y yo caminábamos por los pasillos mientras él me mostraba los diferentes salones y me contaba algunas cosas referentes a los alumnos y las instalaciones.
Faltaba poco para que empezara la siguiente clase así que comenzamos a caminar hacia el salón.

- Erick, ¿Puedo hacerte una pregunta? - Inquirí.
- Claro, la que quieras - Dijo seguro.
- ¿Cómo se llama el chico que se sienta atrás de mí? -.
- ¿Cuál chico? - Preguntó curioso.
- Ese chico que se pasa mirando su cuaderno y hoy viene vestido de negro - Dije sin saber que más decir.

Creí que Erick lo había visto cuando se acercó a hablarme.

- Ah, ya entiendo, no solo hoy viene vestido de negro, ese color lo identifica, se llama Christopher Vélez, ese tipo es malo de verdad, dicen que se droga y es alcohólico, nadie conoce sus calificaciones a ciencia cierta, pero nunca participa así que suponemos que no sabe mucho, además, todos aquí le tienen miedo - Explicó.
- ¿Miedo por qué? - Cuestione con verdadero interés.

La verdad es que no entiendía nada.

- Pues por su aspecto, no habla con nadie y claro que nadie quiere estar cerca de él, no sabemos en que está metido y no queremos problemas, así que es mejor que tú también te mantengas lejos, no hace falta que hables con él, suele ser muy grosero -.

En eso no se equivocaba, vaya que era grosero, pero Erick había utilizado muchas veces las palabras nadie conoce, suponemos, nadie quiere, así que básicamente ni él mismo estaba seguro de lo que me había dicho, y todo por su aspecto, creí que eso ya no se daba a estas alturas de la vida.

- De acuerdo, ya entiendo - Dije simplemente.

Ambos entramos al salón y nos ubicamos en nuestros lugares, a pesar de que él me ofreció sentarme a su lado yo me negué pues me gustaba mi nuevo lugar, además, yo no iba juzgar a Christopher por lo que me acaba de decir Erick que todos suponen.
Al cabo de unos minutos Christopher entró con la mirada en su celular, pasó por mi lado sin importarle nada y se sentó en su silla para sacar su cuaderno, en dónde hace no sé que, y perderse en él.
Giré nuevamente en mi asiento hacia adelante, no quería molestarlo con mi mirada sobre él, si quería saber más sobre lo que se habla de Christopher, tenía que ser reservada y utilizar hábilmente mis métodos.

(...)

Las clases pasaban y afortunadamente no me estaba costando mucho trabajo adaptarme a este nuevo plan de trabajo y a mis nuevos compañeros, quienes no eran muy participativos en clase pero vaya que sí muy sociables, ya la mayoría se había acercado a mí para ofrecerme su ayuda, con ello pude darme cuenta de que nadie se acercaba a Christopher ni tampoco lo miraban, ni siquiera de reojo, todos hablaban animadamente conmigo y sin embargo a él lo hacían de lado, ¿Por qué?

- Bueno, muchas gracias por su ayuda, mañana les devuelvo sus cuadernos, nos vemos - Dije despidiéndome de quienes me habían hecho el favor de prestar los apuntes de las clases que he perdido.

El salón cada vez quedaba más vacío, Erick ya se había ido así que solo tenía que guardar mis cosas para salir ya de este lugar, mis padres y hermana me esperaban en casa, no quería perderme la hora de comida.

- Siéntate en otro lugar, ya no quiero que estés frente a mí, no voy a soportar las estúpidas voces de todos los idiotas que se te acercan - Mencionó Christopher mientras me tomaba del brazo, apretaba poco a poco su agarre.
- Disculpa, no sabía que las reglas las ponías tú y que por consiguiente yo debo acatarlas, este es mi lugar a partir de hoy, y si te molesta que me hablen está bien, evitaré tener gente a mi alrededor cuando tú estés porque entiendo que no te gusta socializar, pero no porque tú lo digas me voy a cambiar de asiento, y te voy a pedir que me sueltes ahora porque estás lastimandome el brazo - Respondí.

|Obsesión| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora