Capítulo 17

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Cuando por fin pude salir de la oficina del director caminé hacia mi salón, aún faltaban veinte minutos de clase.
Toqué la puerta y el profesor me abrió.

- Señorita Mendes -.
- Buenos días profesor, ¿Me permite pasar? - Pregunté.
- Por supuesto, adelante - Dijo con una sonrisa que le devolví.

Miré a Chris y le sonreí para después tomar mi lugar.

- ¿Todo bien? - Preguntó cerca de mi oído.
- Mucho más que bien, ya te cuento - Mencioné.
- De acuerdo -.

Claro que no hablaría sobre las estupideces que incluso el director cree de Chris, no contaminaría su vida con la basura que todos depositan en sus comentarios, Chris merecía ser feliz porque yo ya lo era con él.

(...)

El descanso había llegado y Chris y yo nos fuimos hacia el árbol, nos hacía falta tomar aire después de lo pesadas que estuvieron las clases.

- ¿Ya me dirás qué te dijo el director? - Inquirió.

Él estaba preocupado, se la había pasado repitiendo que no quería generarme problemas.

- Claro, lo haré, solo relájate porque ya todo está bien - Tomé su mano y la entrelace con la mía, sin embargo él la alejó.

Dejé salir un suspiro y decidí hablar.

- Los rumores llegaron a él y me habló de todo eso, hizo suposiciones absurdas como todos, dejé que hablara acerca de lo malo que era consumir drogas y demás, pero cuando me dio la oportunidad le dije que debía darse a la tarea de conocer a sus alumnos y darse cuenta de que eres mejor que todos los que hablan de ti, le dije que eres tú la única persona que me está apoyando más que nadie para las olimpiadas y que por supuesto, solo nos tenemos el uno al otro, así que debía dejar de creer tonterías y hacer su trabajo, él me dijo que había cometido un error al creer eso antes de preguntar, así que solo no quería problemas - Le conté al fin.

Chris parecía serio, solo asintió cuando terminé de hablar.

- No me pidió que nos alejaramos o algo así - Dije.

Pero ni siquiera aquello lo había hecho cambiar de expresión.

- Te dije que solo te traería problemas - Dijo bajito.
- ¿Qué? - Pregunté.

Oh no.

- No debiste aceptarme, mira hasta donde tuviste que llegar por todo lo que hablan - Dijo esta vez con su tono de voz, aquel que usó conmigo cuando nos conocimos.
- Chris - Él no me dejó decir nada.
- No tendrás más problemas, no por mi culpa - Aseguró.
- Pero Chris - Trate de decir.
- Se acabó - Soltó de repente.

Él tomó sus cosas sin mirarme y sin dejarme decir algo más, solo se fue.
Mi mirada lo seguía y mi corazón me decía que debía correr hacia él, pero muy en el fondo sabía que debía dejarlo solo, así que por primera vez en mi vida, sentía un vacío espantoso en el estómago, mis ojos se llenaron de lágrimas que no dude en dejar salir, ¿Cómo actuaría y fingiría que todo está bien cuando no es así?
Esto ni siquiera había sido culpa de Christopher o mía, era culpa de las estupideces que todos decían.

(...)

Antes de que las clases comenzaran de nuevo, fui hacia el baño para poder mojarme el rostro, mis ojos siempre han dejando ver cuando he llorado, así que sería inútil pelear contra eso, además, se seguían acumulando lágrimas tan solo de recordar el rostro de Chris y lo que había dicho cuando mencionó que se acabó, se acabó algo que ni siquiera tenía nombre aún.
El timbre había sonado y el tiempo se me había terminado, así que mirando hacia abajo caminé rápidamente al salón, creí que al menos estaríamos sentados juntos, solo que Chris ya se había cambiado de lugar, lo que hizo estrujar aún más mi corazón.
Resignada caminé a mi lugar y me senté, ¿Qué podía decirle?
Todos entraron con la profesora de inglés detrás de ellos, la puerta se cerró y la clase inicio.
Yo solo miraba mis manos evitando llorar, pero se hacía cada vez más difícil cuando ni siquiera podía sentir como Chris jugaba con mi cabello, así que solo me resigne y dejé que salieran las lágrimas.

- Señorita Mendes - La profesora llamó mi atención.

Ay no, ahora no.
Rápidamente sequé mis ojos con la palma de mi mano y levanté la mirada.

- ¿Por qué - Su semblante cambio en cuanto me vio - ¿Te encuentras bien ___? - Preguntó preocupada.

¿Por qué justo a mí? Como nadie tenía nada mejor que hacer sus miradas ya estaban sobre mí.

- Sí profesora, estoy bien - Dije con dificultad.

Ella miró al asiento de atrás y después a mí.

- Ven conmigo un momento ___ - Mencionó.

Ambas salimos del salón alejándonos un poco.

- ¿Por qué esas lágrimas? - Me preguntó confundida - ¿Pasó algo con Christopher? No está sentado contigo -.

¿En serio quería hacerme llorar más? A veces detestaba ser tan sensible.

- Problemas profesora - Dije bajito.
- ¿Con él? Pero si yo los veía muy unidos -.
- Profesora, no quiero creerlo pero es la verdad, todo es culpa de mis compañeros y lo que dicen, Christopher ya no quiere hablarme porque piensa que solo me trae problemas - Expliqué.
- Ay ___, como me gustaría ayudarte, no me cabe en la cabeza como pueden hablar tanto sin saber, me alegra mucho que sepas cómo defenderte, entiendo que Christopher piense aquello pero dale un poco de tiempo, se arreglarán las cosas y podrán ser tan unidos como antes - Dijo alentándome.
- Eso espero - Dije sincera.
- Ve a enfermería y trata de calmarte, no tendrás falta, ahora envío a alguien con tus cosas -.
- No hace falta profesora - Me apresure a decir apenada.
- Hace falta ___, yo sé lo que es sentirse como tú -.
- Muchas gracias - Dije.

Ella asintió para darme un abrazo y dejarme ir a enfermería, así que eso hice.
Cuando llegué toqué la puerta y la doctora me abrió, una señora de unos 40 años.

- Veo caras nuevas, ¿Qué sucede? - Preguntó dejándome pasar.
- Le seré muy honesta ¿Sí? En realidad no me duele nada, al menos no físicamente, mi profesora de inglés me dejó venir para calmarme, tengo un enorme problema y no puedo dejar de llorar - Comenté.

La doctora me miró y sonrió.

- Entonces hizo bien - Aseguró.

|Obsesión| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora