Capítulo 24

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- ¿Tienes algún problema conmigo? - Preguntó Erick encarando a Christopher.

Las clases ya habían terminado, Chris y yo estábamos recogiendo nuestras cosas cuando Erick se acercó de la nada exigiendo explicaciones, yo miré a Chris y estaba dispuesta a ponerme delante de él para evitar que golpee a Erick.

- Mejor vete de aquí antes de que te parta la cara - Dijo Chris enojado formando un puño con su mano.
- ¿Y qué te detiene? Sabía que no mentían cuando decían que te la pasas golpeando gente sin justificación -.
- ¿Sin justificación imbécil? - Preguntó lleno de rabia - Lastimaste a mi novia y por si fuera poco la besaste, agradece que no soy un niñito miedoso para golpearte con más junto a mí -.

Christopher estaba más que enojado, yo solo lo tomé por el brazo cuando se acercaba a Erick.

- No vuelvas a acercarte a ___ porque ni siquiera ella podrá evitar que te parta la cara como tanto mereces, ya te dejé pasar varias, pero una más imbécil, una más y te aseguro que meses te harán falta para sanar, déjanos en paz porque lo vas a lamentar más tarde - Le advirtió.

Chris tomó mi mochila y la suya y entrelazó nuestras manos.

- Evitemos problemas Erick, mantente al margen - Dije finalmente para salir con Christopher del salón, dejando a Erick y a las pocas personas que seguían dentro y que presenciaron todo, sin poder decir nada - ¿Te sientes mejor? - Pregunté mientras caminabamos hacia su motocicleta.
- Tengo ganas de partirle la cara aún, pero creo que mi advertencia le quedó bastante clara, si vuelve a si quiera mirarte mal es hombre muerto - Dijo seguro.
- Cálmate mi Chris, estoy segura de que ya entendió - Mencioné.

Christopher y yo paramos en seco por su causa, él me miró directo a los ojos con un brillo especial en ellos mientras yo lo miraba confundida, ¿Había dicho o hecho algo?

- ¿Cómo dijiste? - Preguntó incrédulo.
- Dije, cálmate mi Chris porque estoy segura de que ya entendió - Repetí sin comprender que trataba de hacer.

Christopher's POV.
Realmente ___ no se daba cuenta de la forma en la que estaba impactando a mi vida y a mi corazón, verla, escucharla, tocarla, cada cosa que tuviera que ver con ella era más que perfecto para mí, tenerla a mi lado era más de lo que yo merecía y sin duda me daba un miedo gigantesco el siquiera pensar que puedo perderla.

- Acabas de decirme mi Chris - Dije con una sonrisa.
- ¿Y eso es malo? - Preguntó con esa carita confusa.
- Mi amor, me dijiste mi Chris - Repetí.
- Y tú acabas de decirme mi amor - Dijo con una sonrisa mientras se sonrojaba.
- Es que eso eres, mi único y más grande amor - Aseguré.
- Te quiero tanto Chris -.
- Me dijiste mi Chris - Volví a repetir.
- ¿No te gusta? En realidad fue algo muy espontáneo que salió de mí, quiero decir que es algo que salió de mi corazón - Explicó.
- Quisiera poder explicarte lo que me haces sentir cuando me dices cariño, mi Chris, cuando de tu boca salen tantas palabras bonitas hacia mí, tienes un impacto inmenso en mi vida, y perderte me asusta - Dije sincero.
- ¿Perderme? ¿Cómo puedes pensar en perderme cuando deseo escribir contigo la mejor historia de amor? Somos tú y yo contra todo Chris, y poder influir en ti de una buena forma me hace feliz y la persona más afortunada -.

La tomé por la cintura e hice que su rostro y el mío estuvieran más cerca el uno del otro.

- No dejes de hacerme feliz muñeca, contigo siento que ya lo tengo todo - Dije para finalmente besar sus labios.

(...)

Mi novia y yo estábamos sentados en una mesa dentro de su heladería favorita, ambos estábamos emocionados por lo que ocurriría en las olimpiadas, acompañarla es algo que no esperaba en lo absoluto, creí que pasaría el día sin ella y no me gustaba.

- ¿Te sientes preparada? - Pregunté.
- Claro que sí, aunque nada puede evitar que sienta nervios - Confesó.
- Amor, ya te he dicho que eres tan inteligente, no me cabe la menor duda de que vas a ganar - Afirmé.

Ella me miró con una sonrisa.

- Me gusta cuando me dices amor - Dijo.

Yo le devolví la sonrisa.

- Y a mí me gusta verte sonreír muñeca -.
- Oye, por cierto, ¿Tus papás no tendrán problema con dejarte faltar a clases para acompañarme? Porque si quieres puedo acompañarte a tu casa para -.
- No - Dije rápidamente interrumpiendo sus palabras - Digo, no creo que vayan a enojarse - Respondí nervioso.
- ¿Estás seguro? - Preguntó confundida.
- Tú no te preocupes por eso muñequita, ellos no van a decir que no, así que sin duda cuenta conmigo -.
- De acuerdo cariño, siendo así entonces no habrá problemas -.

Yo asentí más tranquilo.
Y es que aún no sabía cómo abordar el tema con ella, no quería causarle lástima o algo parecido, es mi novia y la quiero, no mi psicóloga, ella no tiene porqué cargar con problemas ajenos, además, jamás me he atrevido a contarle a alguien acerca de mi vida, ¿Cómo podía abrirme con ella? Yo sé que ___ no merece que le guarde secretos, pero recién comienza nuestra relación, ella apareció en mi vida cuando menos lo imaginé y perderla seguramente me destrozara por completo, es la mujer que quiero y que llena mi corazón, no puedo agobiarla con mis cosas, tampoco me gustaría alejarla tras hacerla sentir presión al tener que lidiar con las mil y un mierdas que tengo en la cabeza, ___ es mi salvación, es ese toque de toda la felicidad y alegría que le hacían falta a mi vida entera, no quiero perderla, no ahora que siento que no me hace falta nada, no ahora que es mi razón número uno para sentir que nada puede afectarme, y aunque ella aún no lo sepa, es mi vicio más grande, mi obsesión favorita, porque no me hizo falta tanto tiempo para saber que la química puede surgir sin siquiera desearla, y estaba seguro de que en mi corazón jamás podría acabarse el amor hacia ella.

|Obsesión| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora