Capítulo 39

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|Al día siguiente|

Sus brazos eran mi sitio favorito, la calidez de su cuerpo ahora era mi abrigo preferido, sus ojos, sus labios, su cabello, cada parte de él eran mi refugio y lugar feliz, y no quería estar con nadie más que no fuera él.

- Me encanta tener esos ojitos esmeralda mirándome solo a mí - Dijo haciéndome reír para después abrir los ojos.
- Buenos días mi Chris - Dije.
- Buenos días amor mío - Un hermoso beso fue el que depositó en mis labios - ¿Cómo dormiste? -.
- Como nunca antes en la vida, de lo mejor - Aseguré.

Cuando llegamos a su habitación continuamos explorando cada parte de nuestro cuerpo hasta que caímos rendidos, sin duda había sido la mejor noche de mi vida.

- Pues ya somos dos mi amor - Él rozó su nariz con la mía.
- ¿Recuedas lo que me prometiste? - Pregunté esperanzada.
- No podría olvidarlo cielo, y cumpliré mi promesa, ¿Desayunamos juntos? -.
- Me encantaría -.

(...)

Después de ducharnos juntos Chris me prestó un poco de ropa, y aunque me quedaba enorme me encantaba como me veía, y sobre todo le gustaba a él.

- ¿A qué hora debes llegar a casa? - Preguntó.
- Antes de la una, hoy nos vamos a la ciudad de mis abuelos - Expliqué.
- ¿Y si no vas y este largo fin te quedas conmigo? - Sugirió.
- ¿Hablas en serio? -.
- Nada me gustaría más -.
- Me encantaría cariño - Dije con una sonrisa - Pero debo hablar con mis padres -.
- Entonces iremos a hablar juntos - Mencionó.
- ¿En serio? -.
- Claro que sí amor, desayunemos y vamos a tu casa -.

Yo asentí con emoción.

(...)

Cuando llegamos a mi casa mis padres estaban sorprendidos por vernos juntos, sabían que el futuro de nuestra relación era incierto y comprendía perfectamente que así como yo moría de felicidad por estar con Christopher, ellos también al verme tan contenta cuando estoy cerca de él.

- ¿Qué se quede aquí? Son cinco días los que vamos a estar fuera, eso que nos piden no es posible - Dijo mi papá después de que Chris les inventó que sus papás me habían invitado a una de sus cenas importantes porque me querían conocer, además de que queríamos arreglar nuestra relación.
- Miren, no sabemos exactamente que pasa entre ustedes, pero ¿Qué se supone que harán cinco días sin adultos cerca? - Preguntó mi mamá.
- Mamá, tenemos dieciocho años, ¿En serio necesitamos un adulto? Ustedes me conocen bien - Dije.
- Pero no te hemos dejado sola tanto tiempo - Habló mi papá.
- Les juro que voy a cuidarla con mi vida entera, mi familia estará pendiente de nosotros, pero en verdad necesitamos hablar, necesitamos tiempo para nosotros dos - Comentó mi novio.
- Por favor papás, digan que sí, prometo comunicarme diario - Aseguré.

Mis padres se habían quedado callados y parecían pensarlo, pero aún así sabía que todo era incierto.

- Muy bien, dejaremos que te quedes, pero nada de hacer tonterías porque les prometemos que la relación se termina - Advirtió mi mamá.
- Nada hará que nuestra relación termine porque vamos a ser muy responsables, en serio gracias por aceptar - Dijo Christopher.

Bueno, ahora podía ser feliz por muchas razones, entre ellas que tendría 5 días para conocer esas verdades que Christopher lleva tanto tiempo ocultándome, y que sin duda estaban haciéndonos mucho daño.

(...)

- Así que, ¿Me contarás? - Le pregunté una vez que nos sentamos en el sofá de su casa.

Después de que mis padres se fueron, Chris me dijo que llevara ropa a su casa porque ahí nos quedaríamos todo el tiempo, claro que completamente solos y justamente eso me intrigaba, ¿En dónde estaban sus padres que quieren conocerle a una sola mujer?

- Lo haré muñeca, solo debes saber que sino te lo dije antes fue porque siempre supe que tendría dos opciones, o te perdía por decirte la verdad, o te perdía por mentirte, promete que me escucharás hasta el final - Pidió.
- No me iré a ninguna parte cariño - Dije tomando su mano.
- Mi mamá se llama Grace, Grace Muñoz, era una importante diseñadora de modas, se casó con Leonardo Vélez, un empresario millonario que se ganó su corazón, se conocieron en sus viajes por Europa, se hicieron novios hasta que me crearon y se casaron, y hasta después de mis tres años toda mi vida se volvió una mierda - Comenzó a decir.

Al fin me dejaría conocerlo.

- Mi papá le prometió a mi mamá una vida perfecta, en dónde ambos seguirían haciendo lo que les gustaba pero juntos, y así fueron los primeros años hasta que mi mamá se embarazó de mí, claramente dejó de trabajar un tiempo cuando su embarazo avanzó, cuando nací la vida era perfecta para ellos y para mí también hasta que tuve conciencia -.

Chris miraba hacia la nada mientras acariciaba los nudillos de mi mano.

- Cuando cumplí cuatro años las peleas en casa eran constantes, mi papá estaba celoso de mamá, sus números eran grandes, era una mujer conocida en todo el mundo, la admiraban porque conmigo era la mejor y como esposa ni se diga, además de que no fallaba en ningún aspecto del trabajo y cada prenda que sacaba al mercado era exitosa, mi papá no soportaba que ella tuviera más éxito que él y comenzó a exigirle más tiempo para él y para mí, claro que eso implicaba dejar su trabajo - Hizo una pausa y tomó aire.

Ya entendía que ésto no estaba siendo nada fácil para él.

- La manipulaba diciéndole que si ella se quedaba como ama de casa él sería completamente feliz y su vida sería perfecta, le llenaba la cabeza de tonterías que mamá ingenuamente creyó, mi padre le gritaba siempre que volvía del trabajo, hasta que la convenció y mi mamá desapareció del mundo de la moda, poco a poco su luz se fue apagando pues no era completamente feliz, siempre me demostró cuánto me amaba pero aún trabajando lo hacía, y mi papá le cerró muchas puertas cuando yo me hice más grande y ella quiso volver a su trabajo -.

En sus ojos había algo que lo estaba lastimando desde entonces.

- Cayó en una horrible depresión porque mi papá ya ni siquiera la dejaba salir de la casa, hizo que se hiciera dependiente de las pastillas cuando sin tacto alguno le dijo que tenía otra mujer en su vida - Soltó.

|Obsesión| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora