Capítulo 20

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- ¿De verdad quieres eso? - Cuestionó.

Claro que no, semejante pregunta tan tonta.

- Por supuesto - Mentí.
- Entonces sube a la moto, vamos a terminar con ésto, no quiero deberte nada -.
- Pues no me debes nada - Aseguré.
- Yo no lo siento así, déjame pagarte una última vez, y después termina todo -.

Puse los ojos en blanco y tomé el casco rojo que me extendió, normalmente yo usaba el rojo y él el de color negro, Christopher siempre me ponía el casco, solo que esta vez había decidido hacerlo yo misma.
Sin más ambos nos acomodamos, y como no quería morir tuve que tomarlo de la cadera, no lo abracé como antes, solo quería ir bien sujeta.
Como siempre cerré los ojos y dejé que él avanzara, cuando la moto se detenga sería momento de volver a abrirlos.

(...)

Trás algún tiempo por fin la moto se detuvo, había pasado un poco más que del que normalmente yo sentía que hacíamos, pero sin más abrí los ojos y me bajé de la moto para quitarme el casco y darme cuenta de que no estaba afuera de mi casa.

- Christopher, ¿En dónde estamos? - Pregunté.

Lo miré mientras él también se quitaba el casco y bajaba de la moto.
Alrededor de nosotros solo podía ver algunas motocicletas más, fotos pegadas en las paredes, un pequeño bar y algunos sofás.

- Tranquila, estamos bien - Dijo simplemente.
- ¿Estamos bien? No tengo idea del lugar al que me trajiste, dijiste que me llevarías a casa y después todo terminaba - Le recordé.
- Ven ___ - Me llamó ignorando lo que le dije.

Él caminó hacia una gran puerta, así que no me quedó de otra mas que seguirlo, Christopher la abrió y nos dió paso hacia una especie de bosque, ambos salimos y caminamos hacia una zona donde podía apreciarse perfectamente una vista maravillosa del atardecer y el bosque juntos.

- Es genial, ¿No es cierto? - Inquirió.

Yo solo asentí sin quitar mi atención de lo que mis ojos veían.

- Christopher, ¿Qué hacemos aquí? - Volví a preguntar.

Christopher soltó un suspiro y se giró para poder quedar de frente a mí y mirarme por fin a los ojos.

- Te dije que teníamos que hablar - Dijo.
- ¿Pero hablar de qué? No tengo nada por decir, y estoy segura de que tú tampoco -.
- Pues te equivocas, yo sí tengo mucho que decirte - Mencionó.
- ¿Ah sí? La verdad es que si vas a llenarme la cabeza con tus ideas acerca de que jamás debí decirte que sí, si vas a decirme que todo se acabó, ya me lo sé Christopher, y te juro que sigo asimilando todo para poder aceptarlo, ya no quiero que me digas más, tengo muchas cosas en las que debo pensar y tú solo te plantas en mi cabeza por horas y horas haciendo que yo no pueda entender y aceptar que se acabó, ¿Qué buscas haciéndome sentir así? - Le reclame.

Vaya, por fin había dejado salir todo, y entre ello algunas lágrimas más.

- No, no, no, por favor no llores más, no por mi culpa - Mencionó con preocupación.

Él trató de tocar mi rostro pero me alejé.

- Ya no busques más atención de mi parte porque la tienes toda, no sigas Chris, por favor - Le pedí.
- Escúchame, escúchame un momento - Yo me quedé callada tan solo mirándolo - Muchas cosas pasan por mi cabeza desde que te conocí, mi intención jamás será hacerte daño cuando estoy completamente seguro de que me gustas en todos los sentidos, eres la mujer más especial e importante en mi vida, ¿Cómo voy a querer dañarte cuando solo has dado lo mejor de ti? No quiero que tengas problemas por mi culpa, no quiero que sigas en boca de todos porque piensan que vas a perder el camino igual que yo, eres tan inteligente y hermosa, mereces que te reconozcan por eso, pero te extraño como un loco, pienso en ti las veinticuatro horas del día, ¿Es acaso muy egoísta de mi parte decir que te quiero a mi lado a pesar de todo? No sé que hacer ni que decir, tú me vuelves vulnerable ___, solo tú -.

Dios mío, ¿Ésto era de verdad? ¿En serio Chris me estaba diciendo ésto? Porque de no ser así estaba segura de que moriría de decepción.
Sin pensarlo más tiempo me acerqué a él y acune su rostro entre mis manos.

- ¿De verdad no puedes entender que lo único que me importa eres tú? ¿Sabes en dónde quedan los comentarios de los demás? Christopher me importa muy poco lo que piensen de mí, lo que digan de ti y lo que se pueda especular cuando nadie nos conoce realmente, ¿Por qué me obligas a renunciar a ti cuando el deseo de estar contigo se hace más grande? Cuando estoy muy segura de mis sentimientos por ti y puedo decir con firmeza que me gustas y no me da miedo gritarlo a los cuatro vientos, tú eres la razón y nada más me preocupa que estar bien contigo - Dije.

Enredé mis brazos alrededor de su cuello cuando decidí abrazarlo, él no dudo en rodear mi cintura correspondiendome.

- No te quiero lejos muñeca, te quiero conmigo, solo conmigo, te quiero como un loco y ya me di cuenta de que eso jamás podrá cambiar, lamento tanto haber provocado esas lágrimas en tus preciosos ojos -.
- Solo dime que no volverás a alejarte - Pedí.
- Perdóname muñeca, por favor, te prometo que no volveré a alejarme, no soporto estar lejos de ti - Aseguró.

Ambos nos separamos del abrazo y nos miramos a los ojos estando aún cerquita el uno del otro.

- Dime por favor que me perdonas - Mencionó.
- Estaría completamente loca de no hacerlo -.

Ambos reímos y sin dudarlo unimos nuestros labios en un tierno beso.

- ¿Quieres ser mi novia? - Soltó de repente una vez que rompimos el beso.
- ¿Qué? - Pregunté sorprendida.
- Sé que no es la mejor forma de pedirlo ya que debería darte flores o algún obsequio, solo que -.

Decidí callarlo con un beso.

- No necesito flores o un obsequio para saber con certeza que es contigo con quién quiero estar, así que mil veces digo que sí quiero ser tu novia - Afirmé.
- ¿Lo dices en serio muñeca? - Preguntó emocionado.
- No podría ser más sincera -.
- Acabas de convertirme en el hombre más feliz -.

|Obsesión| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora