Capítulo 11

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|Un mes después|

___ había cumplido su palabra, después de la perfecta calificación que obtuvimos en ese trabajo, ella no volvió a hablarme, ni siquiera me miraba, seguía dejándome bolsas con comida dentro y notas diciéndome que a pesar de que no quisiera escucharla, ella me debía algo y no dejaría de hacerlo, estaba bien para mí así que no me negué ya que al final no la tenía molestando, aunque debo admitir que escucharla retandome o llamandome idiota era algo que no precisamente extrañaba, pero sí que necesitaba, de algún modo es la única persona capaz de enfrentarme, de abrazarme y de elegir hacer equipo conmigo sin juzgarme ni dejarse llevar por lo que todos estos idiotas dicen de mí, ¿Qué debía hacer respecto a aquellos pensamientos en mi cabeza?
El dibujo que comencé a hacer de ella ya estaba terminado, incluso había varios más tan solo de sus ojos y ese color esmeralda, ¿Por qué los dibujaba? No tenía ni idea, solo sabía que si no lo hacía me frustraba conmigo mismo por limitar a mi mente.
Eran las cinco de la tarde y recién salimos de la escuela, no precisamente por estar en clases, pero teníamos que entregar un trabajo individualmente que requería obligatoriamente una investigación directa de libros, mismos que podíamos encontrar en la biblioteca escolar para no tener que comprarlos, el trabajo era bastante pesado y de gran relevancia en calificaciones, así que aunque no quisiera, debía hacer el dichoso trabajo.
Cuando salí de la biblioteca caminé hacia mi moto, sin embargo antes de arrancar me di cuenta de que ___ salió con su amiguito y se despidió de él para caminar sola, no tenía que darle importancia pero quería saber con quién o de qué forma se iría a su casa, así que discretamente esperé unos segundos para poder seguirla un tanto alejado para que no reconociera mi motocicleta.
Al ver que ella no se detuvo en ningún momento supe que se iría caminando sola a su casa, así que sin más emprendí mi camino.

___'s POV.
Salir tan tarde de la escuela no era precisamente algo que me gustara mucho, el autobús se tardaba horas en pasar y eso me desesperaba mucho, además de que no me gustaba pedir favores, lo mejor que podía hacer era caminar a mi casa, hacía ejercicio y tomaba aire de paso.
Las calles no eran precisamente muy concurridas a estas horas, así que iría todo bien hasta que llagara a mi casa.
Decidí cortar un poco el camino metiéndome a un callejón, y esa sin duda fue la peor de mis elecciones.
Mientras caminaba sentía como alguien más lo hacía comigo, si yo apresuraba mi paso esa persona lo hacía, comenzaba a darme mucho miedo, solo quería correr pero aquella persona seguro también lo haría y entonces existía la posibilidad de que me alcanzara y entonces sí estaría perdida.
Traté de caminar pareciendo muy normal y sin nada de miedo, sin embargo aquella persona me tomó por el brazo y me puso contra la pared tapandome la boca.

- ¿Te perdiste angelito? - Me preguntó aquel hombre comenzando a afirmar su agarre en mi brazo - ¿Qué hace un angelito como tú tan solito? - Dijo pasando su rostro cerca del mío, lo que me hizo cerrar los ojos de miedo ya que no podía gritar - Tranquila angelito, la vamos a pasar bien -.

Él comenzaba a descender su mano tratando de tocarme, yo hacía hasta lo imposible para impedirlo pero su fuerza era aún mayor, el miedo me recorría por completo mientras las lágrimas salían de mis ojos.

- No te resistas angelito, déjate llevar - Mencionó burlón.

Yo solo podía rogar que este tipo no me hiciera daño, aunque la fuerza que estaba utilizando conmigo me hacía caer en la realidad, yo estaba perdida.

- Estás exquisita angelito - Continuaba diciendo.

Cada una de sus palabras me provocaba asco, quería salir de aquí ya.
Cuando creí que venía lo peor para mí, aún sin poder abrir los ojos, sentí como aquel peso que me oprimía contra la pared de repente se alejaba por completo.
Armandome de valor abrí los ojos y ví como aquel hombre que estuvo a punto de lastimarme, estaba contra el piso retorciéndose de dolor mientras Christopher le amarraba las manos.
Cuando terminó se puso de pie, yo no lo pensé dos veces y entre lágrimas y demasiado miedo me lancé a sus brazos, siendo bien recibida por éstos.

Christopher's POV.
___ lloraba desconsolada entre mis brazos mientras yo acariciaba su cabello, ¿Qué podía hacer? Estaba llena de miedo y no la iba a dejar así, sencillamente no podía hacerlo.

- Tranquila, ya estás a salvo - Le dije.
- Tenía tanto miedo, gracias Chris, gracias - Mencionó con dificultad.

Chris... Como una costumbre en ella.
Es la primera que me llama Chris después de mucho tiempo de no oírlo, al menos entre los orangutanes de la escuela.

- Está bien, tranquila -.

Llamé a la policía y esperé con ___ en mis brazos mientras el tipo se retorcía en el suelo.
Ella no dejaba de temblar.

- ¿Estás bien? ¿No te hizo nada? - Le pregunté una vez que pude mirarla a los ojos, mismos que estaban llenos de lágrimas, a lo que llevé mis pulgares a ellos para secarlos.
- Creo que solo lastimó un poco mis muñecas, pero gracias a que tú llegaste no paso más allá de un susto, gracias Chris, gracias en serio -.

Yo tomé sus manos y miré las marcas en sus muñecas, en el mismo sitio en el que alguna vez yo también la lastime.
Sin pensarlo dos veces acaricie la zona, ___ me miraba sorprendida pero no se negaba a mis caricias.
Cuando la policía llegó, ella contó lo que había pasado y sin más se llevaron a aquel tipo.

- Vamos, te llevaré a casa - Le dije.

Estaba tan asustada que no se negó.
Le coloqué el casco y ambos subimos a la moto, y como la primera vez, ella se aferró a mi cuerpo, seguía temblando pero se sentía más tranquila, para ser honesto me sentía igual que ella, si yo no hubiera tenido curiosidad por verla llegar a su casa, no quería imaginar que hubiera podido haberle pasado.

|Obsesión| Christopher Vélez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora