A la mañana siguiente de aquella noche en el hospital, me encaminé a la universidad para usar la biblioteca. Los sábados solía abrir desde por la mañana temprano hasta las dos del medio día. Paseando lentamente mientras disfrutaba del soleado y matutino día decidí cruzar por el parque que quedaba cerca de mi universidad.
Iba ensimismada con los cascos puestos y tan ida iba que un balón chocó contra mi, tirándome el libro que debía devolver al suelo. Un agudo "ay" escapó de mis labios y me agaché rápidamente a recogerlo. Le quité toda la suciedad que pudiera tener y entonces giré mi vista buscando a quién había sido. Entonces un niño con un rostro de arrepentimiento estaba a mi lado.
—Disculpe, señorita. Estaba jugando y no me di cuenta de que estaba pasando.
Me enterneció ver la pequeña y rechoncha carita del niño con esos pequeños ojitos brillantes y sonreí negando.
—No pasa nada, no te preocupes, yo tampoco te vi.
El niño sonrió más tranquilo y dos notables hoyuelos resaltaron hundiendo sus mejillas. De fondo se oyó un "JungWon", el cual supuse que sería su nombre y me agaché para hablarle.
—Corre, me parece que tu papá te llama.
El pequeño asintió y volvió corriendo por donde había venido. Pude entonces distinguir una cabellera roja a lo lejos que me hizo recordar por un momento a TaeHyun pero negué pensando que el chico sería demasiado joven para un niño por lo que seguí caminando en paz.
Llegué finalmente a la universidad y en la puerta me encontré con Huening Kai, cosa que me parecía más que extraña puesto que él odiaba madrugar, teniendo en cuenta la noche anterior, y más aún para ir a la universidad. Piqué su costilla para hacerle saber que estaba allí y su respuesta fue un agudo grito acompañado de un salto que lo alejó unos tres pasos de mi. Estallé a carcajadas al ver como su rostro enrojecía como una pequeña manzana.
—¡Yah, no me asustes así! ya sabes que me ausento de la realidad rápidamente.
—Ya te veo ya, ¿qué haces aquí? — Pregunté colocando mejor el bolso de mi hombro.
—Precisamente por ausentarme de la realidad. No entiendo nada sobre Historia.Volví a dejar escapar una pequeña risa en un suspiro y negué lentamente mirándole con una increíble ternura.
—Ve a sentarte en uno de los bancos de allí, voy a devolver un libro de la biblioteca y vuelvo.
El hawaiano asintió y fue a tomar el Sol en un banco sobre el que se dejó caer.
Tras dejar el libro de la biblioteca bajé las amplias escaleras de mármol hasta llegar al vestíbulo y tras eso al patio. Ahí seguía el chico en una incómoda posición de fotosíntesis. Solté una risa y me acerqué a él tapándole así el Sol. Un suave quejido escapó de él y entonces me senté a su lado guardando el carné de la universidad en mi bolsa.
—Bien, ¿qué no entiendes?
—Am... nada.Mi mandíbula cayó casi al suelo de lo impresionada que me quedé al oír eso y él rió de manera ruidosa.
—¡Es broma, es broma! lo que peor llevo es... ¿War of Roses? ¿Hundred Years War?
—Kai, aclárate, son dos guerras completamente distintas.
—AH... ¿No que la Guerra de las rosas estaba dentro de la Guerra de los cien años?Llevé una mano a mi frente completamente incrédula, pues se había perdido lo más imprescindible de ese momento.
—No Kai, no. La Guerra de los cien años acabó en el 53 y la de las rosas comenzó en el 55.
—Bueno, pues casi.— Se encogió de hombros.Alcé dos de mis dedos, para ser exacta, el índice de cada mano y así logré captar su atención tal y como si fuera uan explicación para un niño pequeñito, haciéndome morir de ternura ante sus ojos de confusión.
—La Guerra de los cien años es Inglaterra. —Moví el índice de la mano derecha.— Contra Francia.— Moví el de la mano izquierda.— Inglaterra reclamó el trono de Francia de vuelta porque el Rey podía ascender y querían recuperar el territorio que había perdido John I.— Uní ambos dedos.
Kai miró mis dedos como si fueran la solución a sus miles de preguntas. Me miró con ojos de corderito y levantó su dedo como si estuviéramos en mitad de una clase y fuera a interrumpir para una duda.
—Em... ______, ¿qué dedito es Josh I?
—Kai... Es John I, y... supongo que ninguno. A todo esto... ¿Recuerdas quién es John I, verdad?Él negó rápidamente y yo tendí mi cabello hacia atrás sintiendo la desesperación correr por mis venas. Sabía que sería una mañana atareada y más larga de lo usual.
ESTÁS LEYENDO
Mystery Lover.-Huening Kai y tú.
FanfictionGracias a lo involucrada que estaba la chica en aquel oscuro mundo de las carreras ilegales, su mejor amigo, Huening Kai, estaba preocupado por ella a niveles estratosféricos. ¿Cómo iba a cuidarla de todo lo que había allí? Finalmente encontró una m...