Gracias a lo involucrada que estaba la chica en aquel oscuro mundo de las carreras ilegales, su mejor amigo, Huening Kai, estaba preocupado por ella a niveles estratosféricos. ¿Cómo iba a cuidarla de todo lo que había allí? Finalmente encontró una m...
YeonJun no tardó ni media hora en llegar, sorprendiéndome por la rapidez con la que apareció a pesar del altercado del viernes pasado. Llamó al timbre y le abrí dirigiéndome directamente a sus ojos en señal de que no le tenía miedo. Digamos que por el golpe que me dio el viernes me encontraba bastante a la defensiva hasta que pasó su mano por mi pelo revoloteando este de manera juguetona.
—¿Para qué me necesitas, mocoso? —Quiero teñir mi pelo.
Él se giró a mirarme con curiosidad mientras miraba mi pelo dándose cuenta eventualmente que jamás me había teñido antes.
—¿Estás seguro de eso? ¿De qué color? —Completamente seguro, rubio.
El chicó silbó y asintió quitándose toda la ropa hasta quedar en una camiseta de tirantas blanca que parecía no importarle si se manchaba.
—Bien, vamos a ello.
Fuimos hasta el baño y comenzó a mezclar las cosas sin necesidad de unidades de medida y bastante más seguro que yo. En lo que él mezclaba las cosas yo me ponía una vieja camiseta que estaba destrozada para no manchar ropa valiosa y entonces me senté frente a él, viendo como me teñía frente al espejo.
—¿A qué se debe este cambio tan repentino? —Oh... No es nada importante, sólo me apetecía. —¿Seguro?—Inquirió sabiendo que debía haber una razón detrás.
Torcí mi boca sin saber si hacía bien admitiéndolo frente a él, pero quizá era la clave que necesitaba para acercarme a _____, al fin y al cabo él también era afeminado como DongMyeong.
—Quiero llamar la atención de ______. —Entiendo...— Dejó escapar una pequeña sonrisa traviesa mientras jugaba con sus piercings.— ¿Y por qué crees que tiñéndote lo harás en lugar de hacerla sentir especial? —Pues... Porque siempre la he visto cercana a chicos afeminados, maquillados, con las uñas pintadas... ya sabes. —Eso no me hace afeminado, niño. Me hace sentir seguro porque es algo que me gusta, sin etiquetas. En lugar de impresionarla con tu físico... ¿Por qué no intentas salir con ella un día e invitarla a comer, a tomar un café o cualquier cosa simple en la que podáis hablar? conocerse es algo muy importante... Además puedes dejar comentarios sutiles como lo bonita que está, o lo bien que huele.
Yo asentía a cada cosa que decía, si él tenía tanto éxito con las chicas debía ser por eso. De manera inconsciente rasqué mi cabeza, manchando mis dedos y recibiendo un golpe en la mano.
—Esto va a picar, más te vale aguantarte.
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Cuando Bahiyyih llegó a casa se echó las manos a la cabeza al verme. No creía que lo que estaba viendo fuera real y sintió algo de furia recorrerla.
—¿Te has echado MI tinte, Kai Kamal Huening? —Puede ser... Pero... ¿A que estoy guapo?
La chica podía negarlo fácilmente, no tenía pudor a negarme que estaba guapo, al fin y al cabo eso sólo me subiría el ego. Mi hermana me dio un golpe en el brazo el cual me sobé, dejando ver mis uñas pintadas y ella dejó escapar otro grito ante eso.
—¡¿Desde cuando escuchas My Chemical Romance?! ¡Tienes que estar vacilándome! ¿Qué te pasa? ¡Me voy una tarde y haces todo esto!
Llevé mi mano a su boca para callarla mientras dejaba escapar pequeños "sh". Yo sabía que así iba a lograr llamar su atención y aceptaría salir a una cita conmigo. Bahiyyih, aún con su ceño fruncido, mordió mi mano para que la separara de su boca.
—Estás loco, completamente loco. Esto es culpa de esa chica, ¿verdad? —Pues...—Dejé escapar una pequeña risa sabiendo entonces todo de lo que habían hablado.— Puede ser que sí. —Eres un completo idiota, Kai.
Ella subió a su habitación resignada mientras bufaba a lo largo del trayecto. Mientras subía, volví a mirarme en el espejo en el que me había mirado horas atrás por última vez moreno. El rubio no me quedaba nada mal, me hacía más pálido y daba profundidad a mis ojos. Las uñas pintadas de negro sentía que me daban un toque más misterioso, más único, no como el estúpido de DongMyeong que las llevaba de rosáceo.
Estaba listo, estaba preparado para pedirle salir un día a tomar algo, pero... ¿El qué? ¿Un café? No tiene nada de especial, ya lo hacíamos en los descansos... ¿A comer? También lo hice, no hay nada especial en eso... Una última vez decidí recurrir a YeonJun, preguntándole dónde debía llevarla para hacerlo especial, a lo que él simplemente me respondió:
"Mocoso, tú eres quien debe hacerlo especial, no el lugar."
