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Al separar finalmente mis labios de los suyos comencé a unir más cables: las notas, su comportamiento tan lejano, por qué Hiyyih se quedó fuera esa noche porque Hyuka no estaba, la recaudación de dinero, sus golpes y por supuesto su anonimato. TaeHyun nos miraba con cierta ternura, estaba claro que él sabía algo desde el principio. 

Comencé a golpear suavemente su pecho llena de confusión, ¿cómo pude haber sido tan estúpida? era algo que me gustaría saber. Él rió divertido ante aquella natural reacción que salió de mi y me abrazó con fuerza, evitando que volviera a golpearle.

Me prometí a mí mismo que te protegería sin importar nada desde aquel momento en el que fui a recogerte al hospital después de lo de BeomGyu... Porque te quiero. 

Definitivamente eso era suficiente tiempo para haberme dado tiempo y el hecho de no haberlo hecho me hizo enrojecer de vergüenza... A quién iba a engañar, sus palabras también contribuyeron a aquello y quise gritar de frustración por verme tan vulnerable ante tantas personas. Huening Kai se separó lentamente y tiró de mi mano hasta alejarnos un poco de la turba de gente que estaba reunida en las cercanías. Tomamos asiento en el borde del pavimento y él comenzó a explicarme.

Siempre esperaba a que tú te fueras con tus amigas para entonces salir yo. Y si no era así, salía con mucha más antelación.
—¿Cómo? Nunca supe que sabías conducir hasta que te vi sobre esa moto.
—TaeHyun me cubría, la tenía en su garaje y yo sólo tenía que ir a recogerla, desde allí nos íbamos a las planadas. 

Mi cabeza en ese momento iba a explotar por la manera tan sigilosa en la que había hecho todo únicamente para que yo no me diera cuenta, y definitivamente funcionó.

Me parece increíble que Bahiyyih se diera cuenta antes que tú.

Un golpe escapó de mi mano en su nuca haciéndole bajar la cabeza mientras se quejaba entre risas. Huening Kai era un estúpido, un estúpido que me encantaba.

Realmente supe que aquello debía acabar cuando mi hermana trató de descubrir qué pasaba conmigo y ese... infeliz que fue a por ti de las primeras noches iba a ir por ella igual. La sangre me ardía en ese momento. Estaba tan furioso que casi estaba ciego.

Podía corroborar aquello, jamás había visto a Kai de una manera tan agresiva y violenta. Esperaba no tener que volverlo a ver jamás, aunque yo ya sabía que eso sería así desde que salimos de aquel lugar. 

Al pasar la noche, Kai me llevó de vuelta a mi casa

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Al pasar la noche, Kai me llevó de vuelta a mi casa. Aparcó justo frente a la puerta de esta y me ayudó a bajar de la moto teniendo cuidado con el tubo de escape. Tras eso le puso el patacabras a la moto y se bajó de esta, apartando el casco de su cabeza y dejándolo sobre el manillar de la moto. Se acercó conmigo hasta la puerta de mi casa y se apoyó justo en la pared de al lado mientras me veía introducir la llave en la cerradura.

¿No vas a despedirte de mí?—Habló en un tono de incredulidad mientras sonreía divertido.
¿Quién dijo que no fuera a hacerlo, Kamal?—Me giré a verle con una ceja alzada con igual diversión.

Estiró su mano hasta llegar a mi mejilla y acunando esta me acercó a su rostro hasta unir ambos labios. Ambos cerramos los ojos para dejarnos llevar por aquella inocente y pura muestra de amor, o al menos así pensaba que era hasta que sentí la inexperta lengua de Kai rozar la mía únicamente dándole un toque seco y breve, así como si fuera una llamada de atención para comenzar un beso más profundo. 

Yo no pude evitar soltar una carcajada ante aquello, cosa que nos obligó a separarnos rápidamente. El rostro de Kai estaba completamente rojo mientras me miraba con confusión y pena, él verdaderamente no sabía que había hecho mal en aquello, y definitivamente no había hecho nada mál, sólo... no de la manera correcta.

Volví a acercarme a él, besando sus labios nuevamente con la misma lentitud y ternura que había existido en el anterior beso para después separarme dejando un pequeño beso en sus labios mientras acariciaba un par de mechones que caían por su nuca.

Ve a descansar, ángel de la carretera, creo que hoy has hecho suficiente justicia.

Aquel mote volvió a hacerle avergonzar y rápidamente soltó una risita nerviosa mientras picaba mis costillas a modo de venganza. Tras eso se separó lentamente sin poder borrar su sonrisa, despidiéndose con su mano mientras retrocedía hasta la moto.

Buenas noches, princesa.

Aquello me hizo sonrojar a mí, haciendo que rápidamente entrara y cerrara la puerta de mi casa. Al parecer no habíamos pasado desapercibido puesto que al mirar mi teléfono me encontré con mil mensajes de Bahiyyih, entre las que se incluían fotos desde su ventana. Definitvamente habíamos dado con una paparazzi de calidad. 

Mystery Lover.-Huening Kai y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora