Gracias a lo involucrada que estaba la chica en aquel oscuro mundo de las carreras ilegales, su mejor amigo, Huening Kai, estaba preocupado por ella a niveles estratosféricos. ¿Cómo iba a cuidarla de todo lo que había allí? Finalmente encontró una m...
Ese mismo día que ______ me había dado aquellas intensas clases de historia la invité a un delicioso almuerzo para agradecer aquel esfuerzo que había hecho en explicarme casi un siglo de historia en apenas unas tres horas. Ella por supuesto no se negó a aquello teniendo en cuenta el esfuerzo y la hora que era.
La llevé a comer a un restaurante de comida rápida, no quería que todo pareciera una cita formal y quizá hacerla sentir incómoda o que fuera algo inapropiado. Ordené la comida para ambos mientras que ella miraba aquel local con curiosidad y cuando volví mi vista hacia ella vi que me veía.
—¿Qué pasa? ¿Tengo algo en la cara? —No, no, para nada. Es que... Nunca había visto antes este lugar. —Pues ya lo has visto... Oye, ______, ¿Sabes como puedo ponerme en contacto con tu amigo pelirrojo? —¿Con TaeHyun?—Me miró confusa y asintió.— Puedo darte su número ¿por qué? —Pues verás... Cuando estuve hablando con él me comentó algo sobre... cachorritos en adopción y pues... — ¡Ah! En ese caso sí, sí, yo te paso su teléfono.
_______ tomó el teléfono, haciéndome recibir una notificación casi al instante con el contacto de dicho chico. Lo agregué sin más y volví a dirigir mi vista a la chica que tenía frente a mi que miraba todo con curiosidad, sobre todo buscando la comida para poder saciar su apetito.
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En cuanto dejé a ______ en su casa, al llegar a la mía finalmente me puse en contacto con TaeHyun, el cual contestó el teléfono con nerviosismo debido a mi gran insistencia llamada tras llamada. Carraspeé buscando que palabras usar en ese momento.
—TaeHyun... Soy yo, Kai, el amigo de ______. —Ah... Eres tú joder. —Estoy... interesado en el mundillo de las carreras, me gustaría aprender más sobr- —Espera.—Me interrumpió.— Hablemos sobre esto en persona, ¿te parece bien? —Está bien... ¿Dónde nos vemos? —Vayamos a las puertas del parque de las planadas. —Está bien, allí estaré en media hora.
No supe bien quién colgó, si él o yo, pero eso no importaba en aquel momento. Tomé las llaves de casa únicamente y salí tomando la ruta más cercana, pero a pesar de eso TaeHyun había llegado antes ya que iba en coche. Le saludé con la mano y él me indicó que entrara con él, cosa que hice sin dudar.
—Explícame por qué quieres entrar en aquel infierno. —TaeHyun, necesito ayudar a ______, no me gusta que esté en ese lugar. —Ni a mí tampoco. —Espetó apretando el volante.— Pero eres aún muy niño para ver todo lo que pasa allí. —Claro, y ______ no.
TaeHyun chasqueó la lengua dándome la razón. Dio toquecitos en el volante pensando que respuesta darme y pronto llevó sus manos a su cabeza.
—¿Sabes conducir? —Mi carné de conducir se está tramitando. —Eso allí no importa, ¿sabes conducir sí o no?—Me miró alzando una ceja. —Sí, sé conducir. —Bien... vamos a hacer una cosa. Vas a entrar de manera anónima, no dejes que nadie sepa quien eres, jamás, jamás te quites el casco. No le dejes a nadie saber quién eres, donde vives, que vienes por ______ o que nos conoces, eso podría empeorarlo todo.
Yo asentí ante cada indicación que me daba. De repente de su cartera sacó un fajo de billetes comenzando a contarlos frente a mi rostro,dejándome completamente atónito. Asintió lentamente poniendo de nuevo el coche en marcha y comenzó a conducir, dejándome confuso.
—¿Dónde estamos yendo?—Pregunté preocupado. —Vamos a por tu moto, a por qué sino.
En silenció asentí mirando como dejábamos atrás la urbanización, llegando a una especie de polígono donde había talleres que parecían ser ilegales. TaeHyun se bajó del coche, dándome una señal de que me bajara con él mientras saludaba a un chico chocando las manos. Me acerqué a ellos mirando las motos con disimulo. TaeHyun me señaló con la cabeza las motos mientras mantenía sus brazos cruzados.
—Vamos, escoge una. No tengas miedo a escoger una que pueda ser cara mientras sea buena.—Habló TaeHyun al verme indeciso.
Comencé a pasear junto a estas viendo con detalle su carrocería pero una color blanco con los tapacubos de color rojo llamó mi atención rápidamente. Me acerqué a mirarla con más detalle y el señor que las vedía rió ante mi elección.
—Conque una Ducati 959 Panigale... muy buena elección de hecho.
El señor encendió la moto, dejando escuchar un gran rugido por parte de estas que hizo eco fácilmente por aquellos callejones. TaeHyun aplaudió divertido ante aquel sonido que ante sus oídos era limpio.
—¡Nos llevamos esa!—Determinó el pelirrojo sin dudarlo. —Perfecto... Supongo que el casco del mismo color. —Supones bien. —Hablé entonces yo, sonriendo un poco más al sentir la adrenalina por el camino en el que me estaba metiendo. —Joder, Kai. Definitivamente s a ser el nuevo ángel de la carretera.
