Gracias a lo involucrada que estaba la chica en aquel oscuro mundo de las carreras ilegales, su mejor amigo, Huening Kai, estaba preocupado por ella a niveles estratosféricos. ¿Cómo iba a cuidarla de todo lo que había allí? Finalmente encontró una m...
El sonido de los motores resonaba por aquel lugar. Nuevamente me encontraba sola en las gradas, fijándome en la moto de YeonJun y en como YeonJun trataba de entrablar una breve conversación con el corredor contiguo, aquel de la moto blanca. Este únicamente torcía su brazo para hacer sonar más fuerte su motor y así evitar conversar con el pelirrosa.
Estaban más o menos en la misma posición, esperando la señal de salida que era dada por una chica con la ropa más corta que había en el lugar. YeonJun seguía girando su cabeza constamente a pesar de que el chico parecía no querer colaborar. Jun golpeó el tanque de su moto frustrado y en cuanto dieron la salida trató de estabilizarse y concentrarse lo más rápido que pudo en la carrera.
Yo lo veía con lástima desde las gradas, realmente se le veía confuso por aquella situación. Mientras tanto, aquel chico de la moto blanca pareció no ser afectado por lo que pensaba YeonJun y había adelantado a la mayoría de motoristas en apenas dos minutos. Encabezaba la carrera y me preocupaba que YeonJun no lograra llegar a la meta el primero.
De la nada sentí una mano agarrar mi brazo y rápidamente me giré para encontrarme con TaeHyun mirándome fijamente y tirando de mí para que fuera con él, creo que él estaba igual de sorprendido que yo.
—YeonJun va a bajarse de esa moto hecho un basilísco, mejor no te vayas muy lejos.
Asentí ante sus palabras a pesar de no saber exactamente a qué se refería o por qué quería que yo me quedara allí esperando a Jun a sabiendas de que estaría enfadado. Supuse que es lo que los buenos amigos hacen los unos por los otros, cuidarse. Los motores comenzaban a sonar a lo lejos nuevamente, en apenas segundos tendríamos al ganador de la carrera pero todos sabíamos quién era en cuanto aquel albugíneo corredor tomó casi diez puestos en una tanda, poniendose a la cabeza.
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En cuanto YeonJun se bajó de la moto dejó caer su casco lejos de él, rompiendo sin cuidado la visera en varios pedazos. Mi primer instinto fue a coger la visera pero rápidamente supe que no era lo mejor debido a lo iracundo que había comenzado a actuar YeonJun. Me acerqué hasta él y me coloqué delante, tratando de hacerle estar quieto en el mismo lugar para hacerle entrar en razón.
YeonJun no escuchaba a nadie y quería acercarse de una manera bastante violenta a aquel motorista que había sido ganador de la carrera. Los ojos de YeonJun se habían aguado rápidamente dejándome completamente helada al esperar cualquier otra reacción excepto ponerse a llorar. TaeHyun también parecía conmocionado ante lo que sentía el pelirrosa en su interior y por mucho que yo tratara de empatizar no sabía el porqué.
—TaeHyun... ¿Por qué es tan importante ganar para YeonJun? —Verás...—Ladeó la cabeza.— Él necesita el dinero para algo importante y no puede permitirse el lujo de perder tal cantidad de dinero.
Asentí entonces un poco más afligida por sus razones. ¿Acaso YeonJun estaba metido en líos con alguna banda? ¿Tenía deudas? Mi mente divagaba por aquellas hipótesis de una manera tan curiosa que se me olvidó lo principal que debía hacer. Tomé la mano de YeonJun tratando de atraerlo hacia mí a pesar de que se negaba a ceder.
—No sirve de nada que vayas a gritarle o a lo que sea que quieras hacer, YeonJun, para. Deja de tirar, piensa en frío, relájate por favor.—Supliqué aún tirando de su mano.
YeonJun paró en seco y se dirigió de vuelta a donde estaba su moto para entonces tomar su casco y dejarlo sobre el asiento de esta y caminar hacia la salida del parque. Miré a TaeHyun con cierta confusión pero él negó dándome a entender que era mejor dejarlo solo en esos momentos y lo entendí.
Me acerqué hasta la única persona que conocía allí, buscando con la mirada a mis amigas que parecían no haber llegado aún. Sentí que ellas quisieron dejarme allí sola esa noche, excluída y en parte traicionada, pues yo solamente pisaba este lugar por ellas. TaeHyun logró descifrar mi rostro rápidamente y pasó uno de sus brazos por encima de mis hombros, dando un suave cabezazo.
—No te preocupes, en cuanto vuelva YeonJun te llevaré a casa.
