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YeonJun había desaparecido, dejándome completamente confusa. No había tenido tiempo de mostrarle la bolsa de dinero que habían dejado para él cuando los motores comenzaron a ronronear a lo lejos. Ni siquiera pude acercarme a desearle suerte en aquella carrera, ni a él ni al caballeroso blanco motorista. 

Algo en mi vientre me decía que algo malo iba a pasar. No había nadie a quien lograra reconocer a mi alrededor, y por supuesto moverme por aquellos lares sola era sinónimo de peligro. Busqué primeramente a mis amigas con la vista, a TaeHyun, a BeomGyu... No lograba localizar a ninguno, únicamente al pelirrosa y al chico de blanco mirándose fijamente mientras de fondo la chica levantaba aquel pañuelo. 

Al escuchar las motos alejarse de la salida decidí acercarme hasta aquel área a esperarles de vuelta mientras colocaba la maleta frente a mí de una manera más protectora. A pesar de proteger el dinero, poco logré protegerme a mí misma al ver con gran nerviosismo como aquel hombre que ya tenía una terrible fama en las carreras buscaba la forma de acercarse a mí mientras yo trataba de escabullirme más y más. 

Las motos poco a poco se escuchaban más cerca. Apenas a unos metros de la recta final, el hombre estaba a punto de tomar mi brazo nuevamente tras varios intentos de zafarme de él cuando unas sirenas comenzaron a sonar a lo lejos. Me alteré y traté de visualizar lo mejor posible a YeonJun o TaeHyun, pero mi principal instinto era escapar de allí como estaban haciendo todos.

Logré ver como el enfermo abusador venía decisivo a por mí, pero una moto blanca se interpuso rápidamente y reconocí quién era: era mi motorista de blanco, mi amante misterioso. 

¡Sube! —Me gritó tendiendo su mano mientras miraba a la policía de reojo.

Confié en él  sin dudarlo por las veces que me había salvado y los lindos momentos que habíamos tenido a pesar de su anonimato y me monté en la moto, agarrándome fuerte por el gran acelerón que metió en segundos.

Cerré mis ojos tapándome con la espalda del chico ya que el viento hacía daño a mis ojos y me dificultaba respirar debido a la gran velocidad que íbamos. No sabía qué iba a ser de mi, tampoco de TaeHyun, YeonJun o BeomGyu, sólo podía escuchar la presión del viento contra mis oídos de forma agresiva y el motor del vehículo rugir con fuerza. 

El desconocido motorista fue frenando lentamente y yo miré alrededor en mi entorno reconociendo que eran unos garajes que quedaban bastante lejos de mi casa, el ambiente era similar al de las carreras solo que con un aspecto más legal

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El desconocido motorista fue frenando lentamente y yo miré alrededor en mi entorno reconociendo que eran unos garajes que quedaban bastante lejos de mi casa, el ambiente era similar al de las carreras solo que con un aspecto más legal. Fruncí el ceño asustada al ver que me había llevado a un lugar completamente desconocido y me bajé de la moto sintiendo mis piernas temblar. Logré ver que YeonJun nos había seguido, sintiendo alivio por aquello y al ver el coche de TaeHyun con BeomGyu como copiloto. Varias motos más nos habían seguido, acomodándose por donde podían mientras trataban de calmar la adrenalina de sus cuerpos.

Giré mi vista hacia el motorista, que se me quedó mirando por unos segundos y pude ver perfectamente a través del polarizado en sus ojos que él era bueno, que él había llamado a la policía para evitar aquello, que él había sido quien me había dejado las notas en el casillero y él era quien había puesto aquel empeño en ahorrar para todos..

Gracias, gracias por todo esto...—Sonreí levemente aún sintiéndome algo incómoda ante su presencia.

Él negó lentamente y fue entonces cuando él quitó el casco de su cabeza y logré ver su rostro por primera vez. Para entonces ya tenían sentido muchas cosas y no sabía por qué mi corazón latía el doble de rápido al verle así.

No era mi pequeño e inocente Kai, era literalmente un ángel, de pies a cabeza iba vestido de blanco y el resplandor de sus ojos no era menos. Sabía las razones por las que él había estado acompañándome allí, y es que me había salvado más de una vez.

Todo el público se volvió loco al ver el misteriso rostro del tan aclamado "Ángel de la carretera", pero allí estaba frente a todos, frente a mí, mirándome con todo el amor del mundo.

Siempre supe que serías mi ángel de la guarda, pero jamás pensé que serías mi amante misterioso.

El rubio dejó escapar una risa mientras acomodaba el casco sobre la moto y se bajaba de esta. Sus brazos se abrieron hacia mí, abrazándome con fuerza, sus manos igual temblaban. Él  tampoco estaba preparado para aquello que había hecho, pero lo hizo por mí y lo arrullé entre mis brazos, tratando de calmarlo y protegerlo tal y como había hecho él minutos antes. 

Separó un poco su rostro del mío únicamente para mirarme y con su temblorosa diestra acunar mi rostro, obligándome así a mantener la vista fija en él. En apenas segundos la vista de ambos desapareció y entonces únicamente fuimos tacto. Sus labios se habían posado suavemente contra los míos y nuestros ojos se habían cerrado al no sentir la necesidad de mirarnos el uno al otro. Era un beso cuidadoso, lleno de temor y ternura: al fin ambos estábamos a salvo, por fin podíamos decir que todo aquello había acabado, ya nadie debía esconderse. 


Mystery Lover.-Huening Kai y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora