41. Final.

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Entré de nuevo en mi casa y subí a mi habitación para cambiarme de ropa a una bastante casual y cómoda, al fin y al cabo íbamos al parque, no iba a preocuparme por maquillarme o peinarme medianamente bien. Él me esperaba abajo de pie, moviéndose de un lado a otro a paso lento, intentando entretenerse de alguna manera mientras yo terminaba.

Estoy lista, ¿hace falta que coja algo para llevar?
—No, no te preocupes, yo llevo todo. 

Silbé con una sonrisa socarrona, no podía creer que de verdad se hubiera tomado el tiempo para aquello. Tomé una pequeña bolsa donde llevaba las llaves, la cartera y poco más y me acerqué a él en señal de que estaba lista para irnos. Antes de salir o acercarnos siquiera a la puerta me tomó por la cintura y dio un corto beso en mis labios que me hizo enrojecer rápidamente.

—Quería saludarte primero.

Solté una risita, negando a la vez que me separaba lentamente de él y golpeaba su hombro con suavidad. Esperé a que él saliera primero para cerrar la puerta y entonces me dejé guiar por él.

¿Dónde vamos a ir?—Le miré ladeando mi rostro.
Al parque de justo detrás de las planadas.
—Veo que no te quieres despegar de ese sitio.
—Me ha traído malos recuerdos, pero también unos muy bonitos.

Sonreí asintiendo dándole la completa razón, gracias a aquellas planadas ambos habíamos hecho amigos nuevos y habíamos creado un vínculo a pesar de su anonimato en aquel entonces.

Definitivamente creo que es un buen lugar para hacer el picnic, Kai.

—Definitivamente creo que es un buen lugar para hacer el picnic, Kai

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Al llegar tomamos asiento en las cercanías de un lago. Colocamos la manta y algunos sándwiches por si nos entraba hambre y nos sentamos en la manta, mirándonos de vez en cuando de manera tímida, en un silencio que no era incómodo, era coqueto. Ambos evitábamos mirarnos pero era imposible no querer posar mis ojos en una carita como la suya. 

Finalmente él fue el primero en dar el paso y comer, dándole un mordisco al sandwich y tendiéndomelo para que lo comiera junto a él. Me cambié de lugar y me senté justo a su lado, pegando hombro con hombro. Volvió a tender el sándwich y sin necesidad de usar mis manos él lo llevó a boca, haciéndome darle un mordisco. Moví mis hombros con satisfacción así como si fuera un baile de la victoria y él reaccionó regalándome una risa. Sonreí contagiada por ella sin poder evitarlo y apoyé mi cabeza en su hombro, sintiendo como su mano libre comenzaba a rodear mi cintura, aquello era demasiado para mí.

Comimos un par de sándwiches antes de acabar junto con un par de vasos de zumo y tras eso nos tendimos en la manta, disfutando del silencio y la tranquilidad del parque además del buen tiempo que hacía. Cerré mis ojos para descansar mejor cuando para entonces noté una mano escabullirse hasta la mía, entrelazando los dedos y acariciando el dorso con suavidad. Mentiría si no dijera que sentía su mirada fija puesta en mí pero me dispuse a no abrir los ojos en ningún momento. Él carraspeó llamando mi atención.

Yo... No sé cómo explicarlo, ¿sabes ese vínculo que nos unió desde el principio en la universidad? bueno a decir verdad no hubo vínculo, sólo estaba perdido... Pero tu me entiendes. Algo ese día nos llevó a conocernos: de todas las personas que había en la universidad tuve que toparme contigo que además eras de mi misma clase.

Ambos soltamos una risita divertida, era cierto, había sido muy afortunada por haberlo encontrado perdido como un cachorrito por aquellos amplios pasillos.

Lo que quiero decir es... Que si no nos hubiéramos conocido en ese momento, antes o después, aún así, tengo completamente claro que nos habríamos conocido de otra manera. Siento que estamos destinados... ¡Quiero decir! Estaba fuera de mi hogar, era la primera vez que estaba sin mis padres o mi hermana mayor... Era algo nuevo, terrorífico para mí, sin embargo tú hiciste que valiera la pena. Gracias a tí me sentí como en casa ¡y sé que tuve mis achaques infantiles! pero era la primera vez que sentía esto que me estás haciendo sentir y me sentía celoso de que pudieras llevarte bien con otros chicos... Gracias a YeonJun me di cuenta que no es así... No se trata de que te fijes en los demás o no... Se trata de que yo lo haga tan bien que no tengas que fijarte en nadie más. ______... ¿Me darías una oportunidad más de hacerlo bien y que sólo puedas fijarte en mí?

Abrí mis ojos confusa, ¿se estaba declarando? le miré con las mejillas enrojecidas y una sonrisita en el rostro mientras asentía fervientemente a su pregunta, por supuesto que le daría una y mil más. El rubio se avalanzó sobre mí, abrazándome con fuerza mientras reía con nerviosismo, ni siquiera él podía creerlo.

¡¿Entonces ahora somos novios?!—Preguntó mirándome con ojos de cachorro.
Si tu pregunta iba con esa intención, sí y mil veces sí.

Unió sus labios a los míos de manera dulce e inocente, al fin y al cabo es lo que él era. Cerramos los ojos y nos dejamos llevar por todo lo que sentíamos y por la paz de nuestro alrededor: Nuestro corazón finalmente se había fundido en uno. 

Mystery Lover.-Huening Kai y tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora