Gracias a lo involucrada que estaba la chica en aquel oscuro mundo de las carreras ilegales, su mejor amigo, Huening Kai, estaba preocupado por ella a niveles estratosféricos. ¿Cómo iba a cuidarla de todo lo que había allí? Finalmente encontró una m...
Al llegar a casa mi prioridad se basó en buscar aquel conjunto que hiciera juego con las uñas que me había hecho DongMyeong. Lejos de haberme dado tiempo a que me maquillara, comencé a hacer un maquillaje completamente simple denotando el poco ánimo que tenía de asistir aquella noche, pues esa noche no podría hablar con Huening Kai mientras me aburría por aquellos lares.
Dejé escapar un suspiro terminando de guardar algunas cosas en el pequeño bolso que llevaría con las prioridades y tras eso bajé para tomar un suave sandwich antes de irme, allí definitivamente se pasaba bastante hambre.
Al terminar de comer, me di un ultimo vistazo frente al espejo de la entrada más que dispuesta para salir de casa y entonces me encontré de bruces con Huening Kai que estaba caminando de lado a lado hablando consigo mismo. Paró en seco en cuanto me vio y se quedó estático sin saber qué decir, pero sus ojos rápidamente se posaron en aquel conjunto que había escogido para hacer alusión a las uñas que DongMyeong acababa de hacerme. Le miré alzando una ceja, buscando una explicación del porqué su grata visita, a lo que Huening Kai respondió mirando al suelo mientras rascaba su nuca.
—Yo... Quería disculparme por las maneras de esta mañana. Realmente fue irrespetuoso por mi parte irme y no esperarte. —Ya. Bueno, supongo que estarías ocupado, tienes a Bahiyyih en casa, lo entiendo.
Entonces mi teléfono sonó: me había llegado un mensaje de HwanJo. Decía que esa noche no podría venir a por mí ya que irían más tarde y que sería YeonJun quien vendría a por mí. Suspiré y Huening Kai me miró de manera curiosa esperando que fuera yo quien le diera una explicación, lo cual no hice ya que no tenía por qué hacerlo.
Pronto el sonido de un motor resonó en la calle, dándome a entender que el pelirrosa era el que estaba por llegar y así fue. En menos de dos segundos el chico estaba frente a nosotros en su elegante moto roja, girando su rostro hacia mí para levantar el cristal de su casco y así hacer contacto visual conmigo directamente. Dediqué una última mirada a Huening Kai por si quería decir algo más pero él se quedó en silencio mirando fijamente de igual manera a YeonJun.
—Bueno... Tengo que irme...
Di un par de pasos acercándome más a YeonJun y entonces Huening Kai me tomó del brazo, haciéndome verle por última vez.
—Por favor, ten cuidado...
Le miré fijamente pudiendo ver la verdadera súplica en sus ojos a lo que yo asentí lentamente antes de soltarme de su agarre y acercándome a YeonJun, tomando el casco que me ofrecía y aceptando la ayuda que me proporcionaba para subirme a aquel motor.
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En cuanto llegamos a aquel lugar YeonJun me preguntó por aquel chico que estaba en la puerta de mi casa tan tarde. Honestamente tampoco lograba concebir un porqué teniendo en cuenta las 24 horas que tiene un día. Lo que más me había extrañado de aquella visita era que Huening Kai no tenía un pijama puesto, tampoco iba despeinado, incluso iba perfumado y eso me hizo sospechar que quizá venía de cualquier lugar o que estaba por ir.
Me encogí de hombros al no saber qué respuesta darle a YeonJun y me quedé apoyada sobre su moto sin intención alguna de moverme hasta que llegaran las chicas. Hasta entonces YeonJun se había quedado a mi lado vigilando que nadie se acercara a excepción del motorista de la moto blanca, se saludaron con la cabeza mientras que el otro piloto se alejaba y miré entonces a YeonJun con curiosidad pero decidí no preguntar nada y simplemente mirar a ambos.
La música para entonces ya había empezado a subir el volumen y por ende sabía que a mis amigas no les quedaba mucho para llegar, pero a YeonJun tampoco para irse a correr. Él me miró pensando lo mismo, fue entonces cuando me aparté de la moto y él suspiró sabiendo que iba a tener que dejarme sola.
Colocó su casco en su brazo, dándome una última mirada y colocó una mano en mi cintura para hacerme caminar a su lado. Le miraba sin entender qué hacía exactamente y en cuanto me dejó junto a las gradas lo entendí. El chico de la moto blanca tenía su rostro torcido hacia nosotros dos, esperando a YeonJun y antes de que yo pudiera decir una sola palabra, los labios de YeonJun se habían pegado a los míos, haciendo rugir la moto del albugíneo con rabia.
Ambos nos dimos cuenta de esto y giramos nuesta vista a dicho vehículo, que había desistido a esperar a YeonJun, yendo entonces al lugar de salida. Miré entonces a YeonJun con las mejillas ciertamente rojizas sin entender el porqué de aquello y él unicamente sonrió mirándome.
